Flamenco chill, reggaetón romántico y disco queer
Sonia Priego es La Húngara, la Britney Spears de Andalucía, la princesa rumbera del pop. En su paso por el Moll de la Fusta hizo gala de su repertorio más sonado, teniendo que acudir al popurrí como recurso para no dejar ni una canción por fuera en una hora de set. Dieciséis álbumes no se podrían nunca comprimir en tan corto tiempo. El cierre con Tú me dejaste de querer sirvió de transición perfecta al próximo acto: Bea Pelea, otra andaluza con mucha tela, como todas las mujeres que han nacido allí.
Ya había oscurecido cuando MTHBTS le dio play a un set de “reggaeton del viejo” con Soy Una Gárgola de Jowell & Randy y en un segundo ya habían cientos de personas dándole hasta abajo. Y a pesar de que empezó a llover a mitad del set, Bea Pelea no paró: hizo un recorrido por sus tracks más sonados de Reggaetón Romántico (autoeditado, 2018) y algunos singles donde colaboran La Zowi, Ms Nina, La Goony Chonga y La Favi.
La fiesta siguió con Samantha Hudson y su disco queer. La vimos llegar arrastrando su enorme maleta y una mini carterita colgando del brazo apenas una hora antes de su presentación, pero eso no impidió que estuviese puntual en tarima, ya maquillada y vestida, cantando y bailando “con todo su coño”.
Liquidación Total, el show con el que la reina de los bajos fondos vino a presentarse en el BAM, incluyó todos sus singles de siempre, Maricón, Dulce y Bautizada, Chicote, Burguesa Arruinada, entre otras, y Guateque, una canción recién estrenada. El directo de Samantha Hudson se compone de pequeños, pero poderosos monólogos en los que, siempre a través de la comedia, y un sonido pop-electro-queer que a veces parece beber de la música máquina, protesta a favor de la visibilidad trans, en contra de la LGTBIQ+ fobia, de las terfs, de la policía, del gobierno, de los guiris…
Reggae en familia y experiencia audiovisual
En el recinto de la Fabra i Coats, Kenya arrancó la velada hipnotizando al público con sus atmósferas vaporosas generadas a partir de una mezcla entre el synth pop más delicado y la electrónica más contundente. La productora y directora de cine Julieta Giorgiutti presentó una propuesta puramente audiovisual, combinando la música en directo con una puesta en escena marcada por una instalación lumínica que jugaba y complementaba los imponentes beats de la artista argentina. Poco a poco, la suave voz de Kenya, adornada con tintes de reverb y autotune al más puro estilo Björk, fue cediendo el protagonismo a una electrónica cada vez más contundente hasta llegar a un clímax final con aires de mini-rave de fiesta mayor.
Acto seguido, y sin casi tiempo para descansar, llegó el turno de Prince Osito, estrella del reggae moderno afincada en Barcelona. Acompañado The Cleftones, el trío musical con más flow que uno pudiera imaginar, el artista nigeriano presentó su reciente Beautiful Nonsense (Osito Records, 2020). Pese a una ligera lluvia, la actuación transitó por los sonidos afrobeats, dancehall, highlife e incluso drum & bass, canalizados siempre a través de su tremendo carisma frente al micrófono.
Una lluvia que tampoco evitó que gran parte de los presentes se arrancaran a bailar con el groove de Empire o el ritmo jamaicano de Baseline. El punto culminante de la noche fue cuando varias niñas, incluida la hija del propio Prince Osito, se subieron al escenario para cerrar la actuación con el resto de la banda, en un momento que llenó de ternura a todos los asistentes y que fue el final perfecto para una gran tarde de verbena.
Trans misogyny drop dead
Después de la fantasía queer de La Hudson, nos fuimos corriendo a la Plaza Joan de Coromines detrás del MACBA. Allí había una tarima escondida que resguardaba uno de los mejores secretos del BAM y más queer power: Planningtorock.
Jam Rahuoja Rostron se emocionaba tan solo de estar frente a un público evidentemente feliz de estar escuchándole. “Después de dos años sin música en directo, finalmente nos podemos volver a juntar”. Jam, quien se identifica como persona no binaria, celebraba el primer aniversario de casada con su pareja, la cirujana maxilofacial Riinu Rahuoja, quién esa noche parecía haber abandonado el quirófano para ser la DJ de Jam. El repertorio se compuso de sus canciones más conocidas como Much To Touch, Human Drama o Let’s Talk About Gender Baby hasta llegar a su último sencillo Gay Dreams Do Come True, canción inspirada en el día que se casó con su compañera amante y que cuyo estilo musical es muy alegre, tirando hacía el club culture y ya no tanto a su habitual electrónica experimental o leftfield techno de siempre.
Besos, caricias y mucho regocijo queer en tarima y también en el público. Y es que Planningtorock no pierde una oportunidad para apoyar a la comunidad LGBTIQ+: mientras que en su pantalón ponía la frase “trans misogyny drop dead”, en una letra de sus canciones nos decía que el “gender is a lie”.
Domingo de resurrección
Tras tres intensos días de música, celebración y también trabajo llegamos al domingo, jornada de clausura de las Fiestas de la Mercé de este año. Un finde largo con conciertos que ya casi recuerdan a los de antes y que esperamos que vuelvan el año que viene en todo su esplendor y con las restricciones sanitarias por fin desaparecidas.
La banda sonora iba a cargo de la guitarrista de flamenco Antonia Jiménez y la compositora franco-brasileña Yndi Da Silva, más conocida simplemente como Yndi, que interpretaron su repertorio en la Antigua Fábrica de Estrella Damm.
Antonia Jiménez, una de las máximas exponentes de la guitarra flamenca actual, trajo a Barcelona su espectáculo Entre primas, acompañada de Alicia Morales a la voz y Nasrine Rahmani a la percusión. Una apasionada instrumental a la guitarra en solitario dio inicio al concierto, tras la cual subieron al escenario Morales y Rahmani. El concierto supuso el despliegue del enorme talento y capacidad de tres artistas en sincronía total, trufado de momentos que cada una de ellas aprovechó para brillar en solitario.
En contraposición con la pasión puesta en el escenario por Antonia Jiménez, la de Yndi se fue revelando de maneras más sutiles. A la guitarra eléctrica y acompañada por un fondo instrumental de teclados y ritmos sintéticos y ralentizados, la voz de Yndi nos acompañó por un repertorio de melancólicas baladas, a medio camino entre la chanson francesa, el pop oscuro al estilo The XX y cierta influencia del trip hop de los noventa muy reminiscente de bandas como Portishead.
Fue, en definitiva, un dulce y agradable cierre a un domingo marcado por el cansancio acumulado de cuatro días de conciertos que, sin embargo, echaremos mucho de menos hasta la Mercé del próximo año.
Autores de este artículo

Mabe Chacín

Òscar García
Hablo con imágenes y textos. Sigo sorprendiéndome ante propuestas musicales novedosas y aplaudo a quien tiene la valentía de llevarlas a cabo. La música es mucho más que un recurso para tapar el silencio.