En su nuevo álbum, Espejo (Sony, 2018), nos anima desde el primer momento a escuchar nuestras almas, a que miremos dentro de nosotros mismos. Javiera Mena persigue mover nuestras mentes a la vez que mueve nuestros cuerpos. Ella cree que es muy necesario hacer ese viaje interior, sobre todo en estos días tan superficiales. Mañana nos hará vibrar en la Sala Apolo de Barcelona.
He leído en otros medios mientras preparaba la entrevista que la generación millennial se identificaba contigo. ¿Por qué crees que dicen esto? Que, por cierto, es un concepto muy amplio, ser millennial ya no es tanto tener una edad concreta sino que casi es un estilo de vida.
Cierto, es muy amplio y creo que tiene que ver con estar hiperconectado. Porque mi madre está todo el rato con el móvil y yo la veo millennial también. Yo creo que a muchos artistas se nos ve como millennials porque partimos de internet. Yo de hecho partí con MySpace, que ahora ya suena tan antiguo. Partimos totalmente de cero. De hecho al principio yo no tenía disco, la gente me conocía solo por internet.
También he leído que eres la primera mujer abiertamente homosexual de Chile. Me acordé inmediatamente de la película Una mujer fantástica, que no tiene mucho que ver porque ella es transexual pero…
¡No! Sí que tiene que ver. Daniela Vega, la actriz protagonista, nació el mismo día que yo. Y además somos muy amigas.
¿Ah, sí? ¡Vaya! ¿Y cómo ves a Chile en materia social? En comparación con otros países de Latinoamérica o de Europa.
Es muy diferente que acá. Chile no deja de estar a 13 mil kilómetros de distancia, y a pesar de que tenemos el idioma y la historia que nos une, acá tienen aborto gratuito para todas las personas, en Chile recién tenemos aborto por 3 causales. Y hasta el año 96 estaba penalizado con cárcel ser homosexual.
¿96? Wow.
Piensa que en el 90 salimos de una dictadura de 30 años y esto hace que seamos una sociedad mucho más conservadora. Sí, a mi me tocó ser, no porque yo quisiera ese título, la primera mujer pública en decir abiertamente ‘sí, soy lesbiana’. Ahora noto que hay avances. Que el segundo premio Óscar que gana una película chilena sea para Una mujer fantástica, una película sobre la experiencia de una chica trans, es muy bueno y demuestra que Chile esta creciendo como sociedad. Pero todavía es joven, le falta camino por recorrer.
Yo tenia entendido que Chile es un país muy avanzado en muchos aspectos respecto a otros países latinoamericanos, ¿no es así?
Sí, es cierto. Pero Chile es un país chiquito. Somos 16 millones de habitantes. Entonces se nota más todo, la desigualdad social se nota mucho. Igual el avance está siendo rápido en los últimos años, y es por esta cosa de la hiperconectividad, aunque también produce retroceso en según qué casos. Como todo.
¿Retroceso? ¿Por qué?
Sí porque cada paso que se avanza, como cuando protestan las mujeres y se consigue lo del aborto, entonces sale mucho odio por otro lado… siempre hay una respuesta opositora cuando hay avances. Son fuerzas opuestas que siempre están como fluyendo.
Relacionado con esto, Brisa Fenoy, la compositora de Lo malo, dijo en una entrevista: “¿qué tienen de malo OT y la música popular urbana si te permiten transmitir mensajes que para ti valen la pena?”. En su caso esta clarísimo que es el feminismo y la consciencia social. ¿En tu caso cuales serían los mensajes que quieres transmitir? ¿O qué mensajes valen la pena para ti?
Me da pena decirlo, pero que una mujer que haga cosas aún sea un mensaje no me gusta. Tal vez sea que hace falta muchísima más igualdad en todos los ámbitos para que una mujer pueda tener una profesión y un discurso y que no se convirtiera en algo político. En algo feminista. Pero yo misma hago política con mi trabajo: he tratado en mis videoclips mostrar el amor entre dos mujeres, que en Latinoamérica no está tan visto. Y creo que si tengo un mensaje es ese, ser auténtica dentro de un mundo donde a la mujer se le exige lo contrario. Porque siempre se nos ha exigido que tengamos un rol definido.
Que una mujer que haga cosas aún sea un mensaje no me gusta. Hace falta muchísima más igualdad en todos los ámbitos para que una mujer pueda tener una profesión y un discurso y que no se convirtiera en algo político.
Ahora que dices esto de mostrar el amor entre dos mujeres, es verdad que tus canciones tienen un punto erótico, pero sin darle un importancia abismal como en otros géneros, por ejemplo el reguetón que el fin último es el sexo. En tu caso es como algo natural, como ducharse o ir a trabajar, ¿no crees?
Sí, tal vez en lo urbano el centro es el sexo, y para mi es uno más de los ingredientes. Creo que a mi me interesa más que el centro esté en lo espiritual o en la conexión del arte con el ser humano. Pero claro, la cultura popular de hoy está hipersexualizada. La música más comercial sobretodo. Y a la gente le encanta. Habría que analizarlo pero de todas formas, creo que pueden convivir todas las maneras de hacer música.
Sí que tienes un punto espiritual, te mola la conexión cósmica, el universo… ¿de dónde te viene todo esto?
A mi me llama la atención que a la gente no le llame la atención jeje. Porque la espiritualidad me parece algo muy presente en la vida de cualquier ser humano. Espiritualidad entendida como la conexión con el cielo, las nubes, ya más arriba con el cosmos… A mi como chilena, que a 20 minutos de la ciudad, ya estoy en la absoluta soledad, me sorprende que en las urbes la gente se centre más en la vida de gran ciudad y les guste eso. En mi caso, igual porque he tenido una vida más, digamos, hippie, me puedo relajar en la playa o en la montaña y enseguida conectar con la naturaleza.
Sí, hace falta.
Claro, nos hace mucha falta conectar más con la naturaleza. Y además pues también practico la meditación, me acerqué a esta práctica a partir de una meditación que viene del Tíbet, que es la meditación samatha. Para mi este tipo de cosas son muy básicas para mi, como respirar, estar aquí, tratar de no perderte en la neurosis colectiva…
Terrenal.
Sí, terrenal. En el sentido de tener un ancla, y no perderse tanto en los enromes edificios que uno construye en su mente.
Más cosas terrenales: este es tu primer disco con Sony. ¿Te ha cambiado mucho el día a día? Es decir, ¿crees que ahora juegas en otra liga o simplemente que trabajar con personas distintas te ha abierto nuevas puertas? ¿O sin más y todo fluye igual que antes?
Bueno, al darme cuenta de que Sony es una disquera que trabaja con gente que está en otros niveles, gente que realmente tiene una cantidad de streaming gigantesco, como que me hace pensar que yo no pertenezco ahí, como que yo hago música alternativa. Tengo un público muy fiel y vivo de la música y viajo por todos lados y soy muy feliz pero no creo que yo nunca juegue en ese tipo de ligas. Está claro que yo también tengo un fin comercial para que el proyecto pueda sustentarse, pero en mi caso no es el centro. Y me siento muy honrada de que un sello como Sony se me haya acercado, y aunque yo tenga un producto diferente quieran trabajar conmigo. Y ellos claro, tienen otro tipo de proyectos, que levantan la empresa, y gracias a esos proyectos también vivo yo jaja.
Espejo fue grabado en Barcelona. Y tus últimos videoclips también. ¿Tienes algún tipo de vinculación con la ciudad?
La verdad es que soy una fanática del audiovisual que se hace en Barcelona. Y como tengo el privilegio de que las productoras de acá quieran trabajar conmigo pues lo aprovecho al máximo. Sé que va a quedar bien, no hay riesgo. Aquí te vas a la segura de que va a ser un producto muy bueno. No sé por qué pasa pero en Barcelona tienen un nivel de audiovisual muy bueno, reconocido mundialmente.
¿Y puede ser que en la canción de Espejo haya un guiño a C Tangana?
Sí, el productor, Alizzz, es el mismo que el de C Tangana, y él me pidió poner su logo, por así decirlo. Ese ‘aaiee’ es como una marca. En las canciones que puede lo pone.
Con quien también has colaborado es con Li Saumet, cantante de Bomba Estéreo. Encuentro que juntas tenéis una fuerza espectacular. Esta unión entre el electropop y los ritmos latinos… La música latina alternativa está triunfando mucho entre los círculos no mainstream. Ahora se está abriendo paso en este nuevo target, entre gente que antes metía todo lo latino en un mismo saco.
Bomba Estéreo para mi es un referente. Ellos son colombianos, muuuucho más tropicales, y yo vengo de Chile, que es un país mucho más frío. Pero claro, no dejo de ser latina: le meto percusiones pero lo mío va más por el electro y lo house. Es beneficioso que exista esta apertura a lo latino, porque entonces entrarán nuevos proyectos, como yo, que hago música pop pero no soy mainstream.
Te he visto en otros conciertos y tienes una propuesta muy visual en tus shows. ¿En salas será algo parecido?
Lo que vengo trabajando estos últimos dos años tenía que ver con la danza. He incluido propuesta con bailarinas. Y sí, habrá una apuesta estética interesante, con visuales, unas luces especiales, láseres… Me gusta que un concierto sea también una experiencia. Me gusta invertir en lograr eso. Porque quiero que la gente se vaya muy feliz. Y para eso obviamente hay que mezclar la música con otras artes.
Acabamos con un pequeño cuestionario, tres recomendaciones y tus tres cosas favoritas en el mundo:
Una serie de Netflix imprescindible: Marcella, buenísima.
Un libro que te haya marcado: Qué vergüenza, de Paulina Flores.
Una película que no te quites de la cabeza: El renacido igual me marcó… ¡No, no! Una mujer fantástica, claro.
Tu lugar favorito en el mundo: Tokio, sin lugar a dudas.
Tu persona favorita en el mundo: Una amiga que se llama Elisa, que me introdujo mucho al budismo. A veces la gente del yoga se creen dioses, y ella es lo menos gurú del mundo. Es la persona más tranquila y aterrizada que hay. Y mi madre.
Tu mood favorito en el mundo: Llegar a mi casa y acariciar a mi gata.
Autores de este artículo
Paula Pérez Fraga
Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.
