¡Hola, otoño! Y hola a esas tardes de sofá y manta donde en vez de ponernos una peli, nos pondremos los temazos que se esconden en estos álbumes.
Los inagotables y potentes hits de Alicia Keys; diez canciones de Marilyn Manson que sirven perfectamente para adentrarse en su universo (si es que aún no lo habéis hecho); el esperado nuevo trabajo de los barceloneses Nueva Vulcano (degustadlo por si tenemos que volver a esperar 5 años hasta su próximo álbum); el refrescante indie pop de Everything Everything; el debut de Maria Jaume. Y hasta 11 trabajos más que pongan banda sonora a vuestra Castanyada o Halloween.

FLEET FOXES – Shore (Anti-, 2020)
Los ecos del mar
La música de los Fleet Foxes tuvo siempre algo que ver con la luz; también con el sonido de las montañas. Los dos primeros álbumes de la banda de Robin Pecknold trabajaron la pureza de esos remitentes a través de un folk-rock muy limpio; quizá por eso el lanzamiento de Crack-Up, el tercer y más aclamado disco del grupo, sorprendió por su abandono de la luminosidad: los Fleet Foxes construían allí una cueva de sonido sobre la cual golpeaban, furiosas, las olas. Shore llega tres años después para unir los dos últimos vértices de un cuadrado que cobra sentido: si Crack-Up, con la majestuosidad de sus orquestaciones y su violencia lírica, encarnaba la tormenta; Shore es un espacio adecuado para comenzar a edificar la calma. El álbum, que se alarga hasta los quince cortes, trata precisamente de conciliar los elementos que componen el pasado de la banda: la luz se refleja aquí en el agua, ya tranquila, y las voces se escuchan algunas veces lejos, otras más cerca, sin que los cambios se produzcan repentinamente, sino como parte de un todo orgánico y funcional. Sobre esto: los pies están posados en la arena, el agua acude mansamente y después se marcha de la misma manera.
Por Adrián Viéitez.

GUS DAPPERTON – Orca (AWAL, 2020)
Éxitos radiofónicos para cuando la radio ya no exista
El pop de Gus Dapperton parece proceder de un lugar que todos reconocemos fácilmente. Al escuchar Post Humorous, la tercera canción de Orca, su segundo disco –en apenas dos años de carrera–, uno tiene pronto la sensación de estar en un sitio familiar. Él comprende bien la fórmula y la lleva hacia lugares contemporáneos, porque a pesar de la comodidad con la que uno pueda aproximarse a su música queda claro que ésta ha pasado ya por el filtro del más reciente bedroom-pop: no inventa cosas sino que las actualiza, y surge entonces la pregunta por la pertinencia artística de su trabajo. Supongo que la música de Gus Dapperton no funciona como el mecanismo que descorre el velo, pero lo hace en tantos otros campos que uno no puede dejar de escuchar: Orca es un álbum que pone el cuerpo en movimiento en un momento en el que la quietud pugna por ocupar el lugar predominante. Y un servidor celebra, siempre pero ahora más que nunca, cualquier invitación al movimiento.
Por Adrián Viéitez.

FENNE LILY – Breach (Dead Oceans, 2020)
Don’t be scare of _________(autocompletar)
Deberes para el fin de semana: escucharte lo último de Fenne Lily, Breach, y tratar de responder a qué tienes miedo. Tras dos años de su debut con Hold On, la artista británica ha lanzado un álbum donde explora sus propias inseguridades (y las de todes). Doce temas que tratan la soledad, el amor y su abuso, la autoaceptación… Movidas que todos evitamos pensar en voz alta, pero que conviven per se y con las que te vas a sentir identificade. Breach es el nuevo “I don’t know about you, but I’m feeling 22”, pero de todos tus veinte y sus correspondientes crushes y mental breakdown(s).
Con un toque más lírico y mucha, mucha guitarra, Fenne ha conseguido desmarcarse de su anterior trabajo –y, bajo mi punto de vista, superarse– sin ser disruptivo. Como un punto y seguido de lo que seguro será una carrera prometedora. Poesía –y autoexploración– para los oídos, vaya. Mi favorita 98 y I, Nietzsche.
Por Maria Del Río.

ALICIA KEYS – Alicia (RCA, 2020)
El poder de la autoestima
A lo largo de su carrera musical, Alicia Keys siempre ha apostado por mostrar su esencia. Pero ahora, salta a la vista que la neoyorquina ha llegado a un envidiable nivel de madurez, tanto personal como profesional, que no solo se ve reflejado en su música. Ya en pleno confinamiento vio la luz su primer libro More Myself: a journey en el que echa la vista atrás y nos habla de temas como su niñez o su primer contacto con la música, y ahora con Alicia, su séptimo álbum de estudio, la ganadora de 15 Grammy se abre todavía más y nos muestra todas sus facetas a través de 15 canciones con potentes mensajes de apoyo a la comunidad afroamericana y múltiples colaboraciones de artistas como Khaled, Sampha, Tierra Wack o Jill Scott, entre otros. Y es que es prácticamente imposible que algo salga mal cuando se hace desde la plena confianza y el amor hacia uno mismo así que ¡Good Job, Alicia!
Por Mar Arans Sevilla.

SUFJAN STEVENS – The Ascension (Asthmatic Kitty, 2020)
Una mirada íntima del presente
Cinco años después del exitoso Carrie & Lowell y tras el lanzamiento de Aporia –disco que fue editado junto a su padrastro Lowell Brams–, Sufjan Stevens nos envuelve ahora con The Ascension. En esta nueva órbita marcada por su propia subjetividad, la calidez y la intimidad tienen un papel clave. En América –una pieza de 12 minutos que sirve como broche final y que es, en mi humilde opinión, una de las mejores canciones del álbum– el enigmático cantautor estadounidense se cuestiona las estructuras de poder predominantes en la cultura norteamericana, ya que incide directamente en la situación actual que se vive en su país. En su conjunto, se podría entender perfectamente este octavo trabajo de Sufjan como un auténtico estudio de introspección personal o como una expresión de ochenta minutos para acercarnos a su parte más íntima. La densidad de sus letras también cobra un sentido predominante al desgranar una serie de confesiones respecto al mundo, atreviéndose además a indagar en cuestiones tan fundamentales como son Dios, la humanidad, la vida o la muerte. En Video Game realiza una crítica al culto y a la fama, hablando sin duda desde su propia voz. Todo ello a partir de los elementos electrónicos que definen el estilo de este trabajo y que le dan un toque realmente característico.
Por Gerard Fernández.

THE FLAMING LIPS – American Head (City Slang, 2019)
Biografía
En lugar de robots asesinos y unicornios, el décimo-sexto trabajo de The Flaming Lips es una colección de canciones sobre el amor, las drogas y la muerte con un enfoque mucho más naturalista y autobiográfico que los anteriores. A lo largo de las 13 canciones del disco de melodías neo-psicodélicas que fluyen y flotan suavemente, Wayne Coyle revive su adolescencia y juventud, partiendo todas las canciones de algún acontecimiento de la propia vida del cantante. La fórmula clásica de la banda combina la fantasía infantil y la desalentadora y brutal crudeza de la vida real. Así como en los últimos discos se han decantado más por un lado de la balanza o por el otro, en American Head consiguen encontrar un buen equilibrio entre canciones como Mother Please Don’t Be Sad o When We Die When We’re High y Dinosaurs On The Mountain.
Por Claudia Blasco.

REIK – De México (Sony, 2020)
México en formato balada
Que Reik son unos románticos ya lo sabíamos, pero después de haber experimentado con su faceta más urbana de la mano de artistas como Ozuna o J Balvin, han querido recuperar su lado más tierno con un EP que hace honor a sus orígenes. De México pretende homenajear este país de Centroamérica a través de seis de las canciones mexicanas más icónicas de todos los tiempos. Desde Estos Celos de Vicente Fernández o Te hubieras ido antes de Julio Álvarez hasta Háblame de ti de Banda MS o Fuerte no soy de Intocable. En definitiva, seis historias contadas desde la intimidad del acústico que ni al/la más reacio/a al amor dejarán indiferente.
Por Mar Arans Sevilla.

NAKANY KANTÉ – De Conakry a Barcelone (Kasba Music, 2020)
Viaje de ida y vuelta
De Conakry a Barcelone, tercer trabajo en estudio de Nakany Kanté , resume diez años de lucha que le han permitido, por fin, grabar con músicos de ambas urbes.
A la guineana, siempre le ha interesado difundir la cultura de su país de origen, circunstancia retratada en el espíritu mágico que transpira la hermosísima Papada (kora y guitarra abrazadas) o en Karogbé en la que nos hace bailar como si estuviéramos en la fiesta de Tabaski (crucial celebración musulmana). Pero, aparte de divulgadora, es sobre todo una guerrera incansable. Protesta contra el matrimonio forzado (N’Massé); se indigna ante el desprecio que reciben las mujeres estériles (Monoté) o invoca, con ritmo de adictivo soukous a luchar por una paz real, no la vendida por monstruos opresores. El balafón saluda a la trompeta, las guitarras mandingas seducen a los teclados mientras el afrobeat flirtea con el pop. Es el viaje hermanado propuesto por Nakany Kanté en la hasta ahora su mejor creación. Sonrisas de un pueblo que sabe que puede.
Por Barracuda.

MARIA JAUME – Fins a maig no revisc (Bankrobber, 2020)
Maria Jaume i l’abraçada debutant
Fins a maig no revisc. No sé si hi podria haver un títol millor per un disc tan necessari en aquest moment tan estrany. L’atmosfera de les cançons, les melodies nostàlgiques i les lletres costumistes malgrat que poètiques i existencialistes, els ritmes a cavall del folk i el pop, i la veu i la manera que té de cantar Maria Jaume (a banda, que bonic que és el mallorquí!) són una abraçada llarga i sentida, de més de mitja hora, que reconforta més que qualsevol altra cosa. A mi, aquesta tardor, deixeu-me un raconet de sol, una tassa de cafè amb llet ben calenta, mentre escolto Autonomia per principiants, Tan a poc a poc (que me dorm), Més minuts que paraules, Forces estranyes, Fins a maig no revisc (o qualsevol altre tema del disc!) i escric a la meva llibreta que tot anirà bé o, com canta Maria Jaume: «Si s’aigua travessa i fa mal, només mos hem d’eixugar.»
Per Mariona Rodríguez Brugada.

EVERYTHING EVERYTHING – Re-Animator (Infinity Industries, 2020)
Materia viva
En un panorama musical que puede parecer a veces tan clónico y necesitado de nuevas fórmulas como el indie pop actual, es verdaderamente refrescante encontrarse con un grupo como Everything Everything, tan inconfundible que en apenas 10 segundos de disco ya te ha sumido por completo en su mundo. Re-Animator, su quinto trabajo, mantiene su apuesta por unas canciones escurridizas, tan pegadizas como complejas y excéntricas, propensas al clímax ruidoso y presididas por la voz de Jonathan Higgs, nasal, esquizofrénica y de un falsete absolutamente inimitable. Esto no significa, sin embargo, que nos encontremos ante un esfuerzo continuista, anclado en éxitos del pasado. El espíritu maniaco de su aclamado Get To Heaven (RCA, 2015) deja paso a unas composiciones más libres y menos saturadas, llegando un sonido más orgánico, con pulso y respiración propia. Prueba de esta evolución son temas como Moonlight o In Birdsong, que les acercan a la belleza de mentores como Radiohead. Ah, y las letras de Higgs siguen siendo tan marcianas, idiosincráticas y repletas de contenido como siempre.
Por Miguel Lomana.

YELLOW DAYS – Day in a Yellow Beat (Sony Music, 2020)
Curiosear por los escondites del éxito
El recorrido ha sido fulgurante: George van den Broeck, oculto tras su seudónimo Yellow Days, debutó en 2016 con el EP Harmless Melodies, un trabajo que pronto se abrió hueco en la escena alternativa del indie-rock anglosajón. Con el lanzamiento, un año después y con apenas 20 años, de Is It Everything Okay In Your World?, su primer LP, este artista británico consolidó su posición y reafirmó su misterio: su sonido, encabalgando ese indie-rock lowkey con cierta traída R&B, quedaba atrapado en su voz a través de un trabajo lírico frecuentemente abocado al desamor, los desencuentros y la incapacidad generacional para la comunicación. Tres años más tarde, su éxito se ha manifestado en forma de un álbum de proporciones exageradas: 23 son las canciones que componen Day in a Yellow Beat, el primer disco de Yellow Days bajo el ala de Sony Music y en el cual la fusión de estilos se ha disparado por los aires. Lo que nos encontramos aquí es un esfuerzo frecuentemente caótico pero siempre dispuesto a la indagación, casi un collage a cuyo conjunto parece difícil asignarle un significado determinado. Se pierde quizá van den Broeck en la bruma de su ambición, pero la piedra de su talento sigue ahí, ardiendo y esperando a ser pulida.
Por Adrián Viéitez.

DOVES – The Universal Want (EMI / Heavently Recordings, 2020)
Un punto de conexión
En The Vast of Night, película de Andrew Patterson que la plataforma Prime Video estrenó durante los meses del confinamiento, un largo plano secuencia conecta a los dos protagonistas, cada uno ubicado en una de las estaciones de radio del mismo pueblo: la cámara atraviesa el territorio y a todos sus habitantes y no se concede a sí misma un corte hasta alcanzar a su destinatario; en ese sentido funciona del mismo modo que una onda sonora, que un cable eléctrico o que el eco al rebotar contra una superficie y regresar a su emisor. La banda inglesa Doves llevaba más de una década sin lanzar música original y ha tenido que ser ahora, con el mundo encerrado, cuando The Universal Want ha nacido para convertirse en el quinto álbum de estudio de una banda con más de dos décadas de recorrido. Su corazón remite esencialmente a aquello de lo que hablaba antes: la voluntad de disponer un hilo comunicacional que nos conecte a otros espacios, a otras personas, a otros momentos de nuestra propia biografía en un momento en el que todos comenzamos a estar un poco exhaustos. Su sonido se refugia en eso: estamos juntos, estamos juntos, estamos aquí, estamos aquí.
Por Adrián Viéitez.

NUEVA VULCANO – Ensayo (BCore / La Castanya, 2020)
Reencuentro con viejos amigos
A mitad de Ensayo, el esperado nuevo álbum de los referentes del underground barcelonés Nueva Vulcano, escuchamos, valga la redundancia, un fragmento de un ensayo de la banda, apenas 90 segundos en los que escuchamos al trío –Artur, Wences y Albert– en crudo, un breve momento en el que podemos compartir la intimidad de su local. Una intimidad poco común para un grupo famoso por tomar grandes respiros entre disco y disco (5 años desde su anterior Novelería, 11 desde Los peces de colores) y que suena preciada en estas nuevas once canciones que ofrecen ese indie rock de tonos post-hardcore y melodías memorables que tan bien saben hacer. Los sutiles añadidos de Marc Clos, miembro extraoficial del grupo, en teclados, vientos y vibráfonos, complementan el protagonismo absoluto de guitarra, bajo y batería, aportando aún más detalle y brillo. Los echaremos de menos hasta que vuelvan, pero el reencuentro, dentro de unos años, será igual de emocionante.
Por Miguel Lomana.

CARLSED – Bad Taste SCI-FI (No Where, 2020)
Alegres visiones del fin del mundo
Cada uno de los ocho cortes de Bad Taste SCI-FI, el debut musical del artista visual barcelonés Carlos Sedeño aka Carlsed, llevan el nombre de algunos de los asteroides más masivos de nuestro sistema solar, rocas gigantescas que surcan su órbita a miles de kilómetros por hora y que en caso de desviarse hacia la Tierra podrían acabar en un abrir y cerrar de ojos con nuestra existencia. Esas son las coordenadas en las que se mueve este álbum, una especie de banda sonora ideada para un espectacular fin del mundo moldeado por la imaginería de la ciencia-ficción. Sedaño se carga de guitarras tensas y distorsionadas, discípulas del estilo robot rock de Josh Homme, electrónica industrial y guiños al hipnotismo kraut y al el experimentalismo del post-rock para dar lugar a estos vívidos mundos. Bad Taste SCI-FI es un muestrario de sensaciones ante un inminente apocalipsis, el miedo, el agobio, el subidón de adrenalina, incluso la excitación y la alegre expectación, en el que Carlsed despliega todo su rango y talento dentro de los confines del rock instrumental.
Por Miguel Lomana.

DEFTONES – Ohms (Reprise Records, 2020)
Una caricia electrizada
Hacer uno de los mejores discos de tu carrera tras 25 años en activo no es algo de lo que muchas bandas puedan presumir. Hacerlo sin haber bajado la calidad en ningún momento, sobreviviendo a etiquetas reductoras sobre tu música (del nu-metal al hipster-metal), adicciones varias e incluso el fallecimiento repentino de tu bajista está más cercano a lo imposible. Y sin embargo eso es lo que Deftones han conseguido con su octavo álbum, Ohms. Y no es que su manera de hacer las cosas haya cambiado aquí, casi lo contrario. El conjunto de Chino Moreno y compañía parece haber recogido todo lo aprendido hasta el momento para refinarlo y llegar a lo esencial del sonido Deftones. Su dedicación a las atmósferas densas, entre la agresividad metálica que llevan consigo desde los principios y la sensualidad del ‘dream pop’, toca techo aquí, siendo capaces de intercambiar suavidad y aspereza, llovizna y tormenta eléctrica, con total dominio. Esto, sumado a algunas de sus canciones más memorables en años, hace de este Ohms una de las experiencias musicales más satisfactorias del año.
Por Miguel Lomana.

MARILYN MANSON – We Are Chaos (Loma Vista, 2020)
Amable caos
Producido por el cantante country Shooter Jennings, el décimo-primer álbum de estudio de Marilyn Manson se presenta como probablemente su trabajo más accesible y reflexivo hasta la fecha. Su habitual contundencia da paso a sonidos de rock gótico y new wave mucho más amables, como en DON’T CHASE THE DEAD, así como a influencias country en baladas como PAINT YOU WITH MY LOVE, SOLVE COAGULA o BROKEN NEEDLE. En 2019 presentó una versión dark country del magnífico God’s Gonna Cut You Down, por lo que no sería la primera vez que Manson tontea con este género. Si bien en este disco se nos da la oportunidad de conocer una nueva faceta del artista, está claro que se le ve con muchas menos ganas de escandalizar. Lejos de ser un trabajo decepcionante o prescindible, WE ARE CHAOS no está a la altura de su trilogía Antichrist Superstar, Mechanical animals y Holy Wood, ni de The Golden Age of Grotesque, discos con los que sentó las bases del género a finales de los 90 y principios de los 2000 y que le catapultaron a la fama internacional y elevaron a la categoría de “icono iconoclasta”. Si nunca le has entrado demasiado, este disco es sin duda una buena manera de aproximarse a su universo y a su sonido de forma mucho más amable.
Por Claudia Blasco.

AVA MAX – Heaven & Hell (Atlantic Records, 2020)
¡Nueva DIVA en la ciudad! y viene cargada de girl power
Se nota que Ava Max ha irrumpido en la escena pop dispuesta a darlo todo, y su primer disco es un claro ejemplo de ello. Ya con Sweet but Psycho, So am I, Torn o el más reciente Kings & Queens logró posicionarse en el número 1 de las listas de éxitos tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, esos temas no eran más que el preludio de lo que vendría siendo Heaven & Hell, un total de 15 canciones, divididas en dos partes, con las que te dará igual estar en el cielo o en el infierno, porque lo único que querrás será bailar. El álbum debut de la norteamericana de origen albanes ha contado con la colaboración del reconocido compositor y productor musical Cirkut, que también ha trabajado con artistas como Miley Cyrus, Katy Perry o The Weekend, entre otros.
Por Mar Arans Sevilla.
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