El tour europeo de The Marías empezó por todo lo alto: logrando dos sold outs en la Razzmatazz de Barcelona y La Riviera de Madrid. Y no es para menos; el directo que traen es uno de los más cuidados y especiales a los que he podido asistir este año. No sólo por la calidad de la banda, sino también por la apabullante presencia escénica de su frontwoman, María Zardoya, quien se pasea de un extremo al otro prácticamente flotando, manteniendo contacto visual e interactuando con todas y cada una de las personas en las primeras filas, haciendo que resulte imposible apartar la mirada del escenario.
En esta ocasión, Winter, proyecto musical de la cantante y compositora brasileña-estadounidense Samira Winter, debutava como telonera en esta gira europea. Con una combinación de dream pop, shoegaze y psych-pop que encajaba a la perfección con el universo de The Marías, Samira ofreció una actuación cálida y etérea que nos dejó con ganas de volver a disfrutarla muy pronto.
A ritmo del sónar
Las tres primeras canciones del setlist marcaron el tono para el resto del concierto. Comenzaron con Hamptons y las notas iniciales del sónar de un submarino: estábamos oficialmente sumergidos en el mundo de The Marías. Luego llegó Run Your Mouth, el tema más animado del último disco, que invitó a toda la sala a bailar, seguido de la energía sensual de Real Life. Ahora sí, ya estábamos preparados para lo que se venía.
Llevar al directo un trabajo tan crudo como Submarine (2024) no es tarea fácil. Este álbum, inspirado en la ruptura entre sus miembros principales, Zardoya y Josh Conway, contrasta con su primer disco, Cinema (2021), que evocaba una pasión de colores cálidos, como el rojo, explorando el amor y la intimidad. En cambio, Submarine se presenta en tonos de azul, representando sentimientos de tristeza y soledad, junto a un proceso de renacimiento y autoexploración. Estos dos colores dominaron la velada, creando una puesta en escena realmente mágica. Se aprecia cuando un artista sabe cómo plasmar a la perfección su visión artística en el directo, cuidando cada mínimo detalle para que la experiencia sea lo más inmersiva posible.
Este contraste se hacía evidente en canciones como la bailable y cariñosa Un Millón y la distorsionada y melancólica Blur. Instantes antes de interpretar una de las piezas más destacadas de la noche, Lejos de Ti, María compartió la nueva interpretación que le ha dado a la canción, motivada por la distancia que la separa de sus padres: “Momentos felices / Siempre me acuerdo de ti / ¿Por qué estoy lejos de ti?”.
Desde Ruthless, con la maravillosa trompeta de Gabe Steiner, y la transición a la icónica Lovefool de The Cardigans, llegamos al momento más esperado por muchos. A María le bastó con tomar la guitarra para que toda la sala supiera que era el turno de No One Noticed. Probablemente el tema más coreado de la noche, impulsado por su reciente viralidad en TikTok, y con una de las letras más desoladoras del álbum: “Come on, don’t leave me it can’t be that easy, babe / If you believe me I guess I’ll get on a plane / Fly to your city excited to see your face / Hold me, console me and then I leave without a trace”. La sala se tiñó de rojo al sonar otra de las favoritas, esta vez de los fans más veteranos, Heavy. Los sintetizadores y las guitarras envolventes, junto a la voz de María, capturaban esa sensación de “peso” emocional que a veces una persona carga en silencio.
Antes de pasar a Otro Atardecer, su colaboración con el puertorriqueño Bad Bunny, María hizo una emotiva referencia a su tierra natal, Puerto Rico. Defendió con firmeza la belleza y dignidad de la isla, en respuesta a comentarios racistas de un comediante en un mitin de Donald Trump, el cual describió a Puerto Rico como una “isla flotante de basura”. Zardoya rindió homanaje a sus orígenes con una interpretación preciosa que bajó a compartir con los afortunados de las primeras filas.
El concierto culminó con la canción Cariño, uno de los temas más icónicos de la banda, que a menudo se considera su himno de amor y dedicación hacia sus fans. Un tema, con ritmos suaves de bossa nova y una letra llena de ternura ideal para una buena despedida.
The Marías han recorrido un largo camino desde sus inicios en la escena indie hasta convertirse en una de las bandas más cautivadoras y refinadas de la música alternativa. No sólo replican su calidad de estudio en el escenario, sino que la llevan un paso más allá, con interpretaciones hipnóticas y una estética visual que complementa cada canción. La voz de María Zardoya, sensual y magnética, junto con la maestría instrumental y evidente complicidad de la banda, hacen que cada concierto se convierta en ese recuerdo especial que quieres atesorar en el corazón. Sin duda, merecen toda la atención y reconocimiento que puedan recibir.
Autores de este artículo
Aïna López García
Aitor Rodero
Antes era actor, me subía a un escenario, actuaba y, de vez en cuando, me hacían fotos. Un día decidí bajarme, coger una cámara, girar 180º y convertirme en la persona que fotografiaba a los que estaban encima del escenario.