Son muchos los artistas que empezaron su carrera en las batallas de gallos, desde personas de nuestra escena como Walls o Soge Culebra hasta grandes estrellas mundiales como Duki. Uno de ellos es Trueno, un joven cantante nacido en el barrio de La Boca que inició su trayectoria midiéndose contra los mejores raperos de Argentina, hasta el punto de convertirse en el mayor representante de este género en su país.
En los últimos años ha visitado Barcelona en varias ocasiones, como ya hizo en el Cruïlla del año pasado, en el que anunció este concierto como una de las últimas fechas de su gira, ‘El Último Baile’. Su último disco, con el mismo nombre, es una renovación del rap tal y como lo conocemos como género, mezclándolo con nuevos tipos de instrumentales más bailables.
Todo el Sant Jordi Club estaba pendiente de la entrada del argentino, y a las 21 en punto, se apagaron las luces del recinto para reproducir un vídeo con un casete en el que sonaba música urbana antigua. El último casete llevaba el nombre de El Último Baile.
Toda Barcelona a saltar
El concierto arrancaba con un Trueno que hacía saltar a toda Barcelona desde el principio, con una de sus canciones más conocidas, su BZRP Freestyle Session. A pesar de no ser un artista experto en entonar ni cantar, el argentino montó un show distinto, lleno de fuego, luces y hasta efectos visuales en las pantallas. De hecho, uno de los primeros momentos en los que se pudo ver esto fue durante Rain II, una canción en la que se podían observar gotas de lluvia en las pantallas.
“Barcelona esta es una de las últimas fechas del tour, así que muchas gracias por esta experiencia que vamos a vivir”, afirmaba Trueno al empezar su show. A esto, añadía si la ciudad estaba lista para saltar un poco y para “hacer quilombo”, a lo que el público alentó rápido que sí.
Tras una gran lista de canciones, el argentino preparó la primera gran sorpresa del show, un tema que todos estaban esperando. “Hay uno que se fue girando por todos lados, y quiero que todos la cantemos”, mencionó el joven artista antes de cantar su mayor éxito de 2024, Real Gangsta Love.
A veces hay que volver al pasado
Durante toda su carrera, una de las grandes inspiraciones de Trueno ha sido su padre, Pedro Peligro, un rapero mítico argentino que siempre ha ayudado en todo a su hijo. Por eso, siempre le acompaña a todos sus conciertos, mencionando y recordando que los shows son una fiesta del hip hop.
Y es tan hip hop que Trueno quiso remover recuerdos en toda Barcelona, para todos esos fans que empezaron a verle en las batallas de gallos. El de La Boca se tiró un freestyle con una instrumental hecha al momento a través de sus músicos, y mencionó varios elementos de la ciudad, desde llenar un posible Palau Sant Jordi en su próxima gira hasta compararse con futbolistas del FC Barcelona.
Asimismo, uno de los detalles que más destaca del argentino es su sentimiento por la calle, y es que siempre lo ha mostrado en canciones como Tierra Zanta o Argentina, dos temas que fueron muy gritados por todo el público.
Una gran sorpresa antes del cierre
A pesar de que el concierto ya estaba siendo todo un lujo para la ciudad, Trueno tenía preparada una sorpresa que nadie esperaba. Y es que en los últimos meses se popularizó mucho su colaboración con la artista catalana, Bad Gyal. “Esta es la 1ª vez que la tocamos. Diré pocas cosas, solamente que le mando un saludo a mi amiga de Barcelona, que es una joya para todas las mujeres y más en un día como este”, citó el argentino antes de cantar Angelito.
Y la sorpresa no se quedó solo en la canción, sino que apareció la propia Bad Gyal para cantarla por primera vez en directo, mostrando que son una dupla espectacular. A partir de aquí, llegaban los últimos temas del show, a los que Trueno quería dar especial interés y provocar los saltos de toda Barcelona.
Cuando el Bajo Suena fue la primera de las cuatro canciones que provocó esa especie de sismo, a las que había que sumar Atrevido y Sangría, con la que se acabó realizando incluso un pogo. Todo estaba por terminar, y solo quedaba una última canción que todos conocían, Dance Crip.
Al terminar de cantar su mayor éxito, Trueno quiso hacerse una foto con todas las personas que habían ido al concierto, cerrando su visita a Barcelona de la mejor forma posible. Aunque el rap no sea un género tan escuchado, está claro que este artista ha sido capaz de llevarlo a lo más alto, y así lo ha demostrado en este concierto en el Sant Jordi Club. A pesar de todo, creo que se le queda pequeño este escenario, y no me extrañaría que en sus próximas giras visite directamente el Palau Sant Jordi.







Autores de este artículo

Mario Iglesias

Miguel López Mallach
De la Generación X, también fui a EGB. Me ha tocado vivir la llegada del Walkman, CD, PC de sobremesa, entre otras cosas.
Perfeccionista, pero sobre todo, observador. Intentando buscar la creatividad y las emociones en cada encuadre.