Cupido anda contento y desde San Valentín no para de hacer de las suyas… Y es que este febrero, ha salido una cantidad ingente de música amorosa, ¿no os parece? Al mismo tiempo, este mes se ha publicado también mucha música festiva, solo que esta vez hemos podido por fin bailarla. ¡Entre la reapertura de las discotecas y la celebración de los Carnavales, hemos estado a tope!
Hoy os ofrecemos una selección personal de álbumes donde seguro encontraréis uno que encaje con vuestra vibración actual. Incluso si no sabéis cómo os sentís ahora mismo y estáis llenos de dudas existenciales, tenemos una propuesta: el hilo musical de Metronomy podría ser vuestra mejor terapia.
En nuestra variadita recopilación encontraréis los versos enamoradizos de Ginestà, el renacer de El Último Vecino y la prometedora fusión rumba-techno del emergente grupo Habla de mí en presente. También el último álbum del contrato de Mitski, el sonido de Black Country, New Road tras la parada de su vocalista, la intimista Cate Le Bon y otras muchas novedades.
¡No esperes más y elige tu próximo disco favorito! Si te perdiste nuestras listas anteriores, puedes también leerlas en los mejores discos del mes.
ALT-J – The Dream (Infectious Music, 2022)
El alma de Alt-J
Sintetizadores que se sobreponen, voz nasal y percusión creciente. Los elementos que construyeron la atmósfera de Alt-J siguen presentes en su nuevo álbum The Dream –y no podemos estar más felices–. Aunque en Bane, la canción que abre el disco, escuchamos coros épicos que hasta ahora no caracterizaban a la banda, basta con esperar un poco para descubrir que el alma del trío sigue allí. Os animo a escuchar con atención la letra de esta canción. No todos los días se escribe una oda a la Coca-Cola: “I sold my soul for a sip at school[…] Ice cold black fuel”. Con An Awesom Wave (Infectious Music, 2012) asentaron los cimientos de su carrera, con los que han seguido construyendo sus posteriores trabajos. Su música no se hace repetitiva porque bebe de todo tipo de influencias, así que ya nos va bien que sigan en su línea. Las letras de este disco son un punto bastante clave. U&Me nos transporta a los buenos momentos bajo el sol cegador del verano, The Actor indaga en el mundo actoral y las drogas y Hard Drive Gold nos narra las vivencias de un adolescente obsesionado con el dinero. Joe Newman, el cantante de la banda, se ha encargado de escribir historias que encajan a la perfección con el sonido indie de Alt-J.
Por Paula González.
BLACK COUNTRY, NEW ROAD – Ants From Up There (Ninja Tune, 2022)
En amplios campos nos encontraremos
Todo ha sucedido vertiginosamente en la corta historia de Black Country, New Road, una banda de Londres que apenas irrumpió en el panorama musical anglosajón el pasado 2021 con su álbum debut, For he First Time, un trabajo de expansivo eclecticismo en el que este septeto inglés mostraba ya no solo una vasta erudición respecto a las tendencias y variaciones del indie-rock a lo largo de las últimas décadas, sino una ambición explosiva por testear territorios nuevos en base a una producción siempre ingeniosa e impredecible, una instrumentación atrevida y una enorme carga de potencial. Unos días antes de que Ants From Up There saliese a la luz, el vocalista de la banda, Isaac Wood, anunciaba en redes sociales que se apartaba del proyecto temporalmente debido al recrudecimiento del proceso depresivo que atraviesa. Con esa sombra encima emergió el disco, y en la tensión entre lo oscuro y lo luminoso se debate siempre: el segundo corte del álbum, Chaos Space Marine, amalgama de una forma vertiginosamente precisa toda aquella voluntad de experimentación formal e instrumental a la que aludíamos previamente; inmediatamente después, Concorde aparece serena y ominosa como una canción que marca un profundo punto de inflexión en la trayectoria de la banda. Entre sus dos discos, lanzados apenas con meses de separación, media un esfuerzo grande por concretar búsquedas sonoras y dar profundidad a su aspecto lírico, que aquí contribuye también a construir un imaginario entre lo mágico y lo cotidiano, entre el folclore y la contemporaneidad. Con el futuro de Black Country, New Road en el aire, esta historia breve se sostiene ahora en un lugar ambicioso pero sensible, esperando una chispita de luz que deslumbre a la oscuridad.
Por Adrián Viéitez.
CATE LE BON – Pompeii (Mexican Summer, 2022)
Indie pop i psicodèlia a foc lent
Pompeii és un disc que reuneix el folk, la música psicodèlica i una versió indie del pop. La cançó que obre el projecte, Dirt on the Bed, té una aura sonora semblant a la de The Cranberries. No deu ser casual que Cate Le Bon, gal·lesa, i els membres de la banda irlandesa hagin nascut a tocar. Al tema inaugural la guitarra elèctrica encaixa a la perfecció amb el baix. De fet, aquest instrument pren el protagonisme a Moderation, composició que recorda al pop dels 80 de la Madonna –una versió alternativa, això sí– en la qual la cantant recita que no pot aconseguir la moderació. I és que tampoc la vol, tan sols pretén palpar-la per sortir d’un caos que sembla que li hagi estat imposat. French Boys, en canvi, es funda per un marcat to psicodèlic i una lletra que mostra una debilitat pels nois francesos, tot i la dificultat amb què es troba Le Bon per entendre’ls. Del conjunt de l’obra em quedo amb el vers “I’ve pushed love through the hourglass” de Pompeii interpretat a foc lent i a baix tempo, ambdues qualitats que conviden a la introspecció i a desempallegar-nos de revolucions emocionals.
Per Raquel Ashby.
MITSKI – Laurel Hell (Dead Oceans, 2022)
Melancolía ochentera
Qué susto nos metió Mitski cuando en 2019 anunció que se retiraba la música. Menos mal que por contrato tenía que hacer otro disco. Podría haber sacado un álbum que pasase desapercibido, sin ningún tipo de promoción y retirarse. Pero no, ha decidido sacarlo por todo lo alto. Se podría decir que Laurel Hell es uno de los discos más personales de la cantante, mientras en el anterior, Be the cowboy, los protagonistas de cada canción no existían, eran historias ficticias, ahora escribe sobre sí misma. Si nos fijamos únicamente en el sonido, es una montaña rusa de emociones. Ahora, si prestamos atención a lo que dice tenemos lo de siempre: letras melancólicas y desgarradoras. Sin embargo, en aquellas canciones más movidas sabe enmascararlas muy bien. Un ejemplo es The only heartbreaker, con un synth-pop ochentero muy potente. Todo el álbum tiene un sonido más disco y ochentero, pero sin dejar atrás la melancolía. Esperemos que este no sea el último disco que saque y la idea de retirarse ya no esté en su cabeza.
Por Lídia Moreno.
KHRUANGBIN & LEON BRIDGES – Texas Moon (Dead Oceans, 2022)
Sota el mateix cel
Resulta màgic sentir com el cel blau i ampli de Texas dona forma a les composicions musicals que sorgeixen sota aquest. De fet, la baixista de Khruangbin, Laura Lee, assenyala a una de les seves entrevistes que el paisatge d’aquest estat —desèrtic i mancat d’edificis alts— és sempre una inspiració. Tant el trio musical Khruangbin com el cantant de soul Leon Bridges troben els seus orígens a Texas i això és precisament el que els uneix a la música. Fa dos anys, van col·laborar amb l’EP Texas Sun i ara publiquen cinc temes més sota el nom continuista de Texas Moon. Com bé anunciava l’avançament del nou treball, B-side, la formació continua apostant per la veu de Leon Bridges, però incorpora a l’estil d’aquest uns tocs més psicodèlics. El resultat és un projecte que viu en un harmoniós espai compartit: el de l’ampli firmament texà.
Per Júlia Palacín.
EL ÚLTIMO VECINO – Juro y Prometo (PIAS, 2022)
El renacer
Ya han pasado 6 años desde el lanzamiento de su segundo álbum. Durante este tiempo hemos ido tirando con singles sueltos que se desviaban de sus raíces, pero esta vez, Gerard Alegre vuelve para darnos una lección. Sigue allí para crear temazos como Ábreme la puerta o Mundo mágico, canciones que nos transportan al estilo del que nos enamoramos hace años. A través de melodías muy –pero que muy– pegadizas y sonidos ochenteros, el músico nos habla desde la pureza y la sinceridad de sus vivencias. Hay artistas que se desmarcan de sus orígenes y jamás regresan –aunque me duela decirlo, como Lana del Rey–. Y a veces eso está bien, pero en el caso de El Último Vecino lo preferimos así, porque estamos demasiado enamoradas de Tu Casa Nueva o Culebra, Columna y Estatua. La imagen del álbum no pasa nada desapercibida y es que Neelam Khan Vela, la persona encargada de la estética del proyecto, supo convertir una idea que surgió de un sueño que tuvo Gerard en esta preciosa portada. Si en mi casa ya me motivo que da gusto, no puedo imaginarme lo que va a ocurrir en directo. Estoy segura de que los movimientos y el carisma del artista se encargaran de elevar la energía del disco a otro nivel. A mi parecer estamos ante el renacimiento de El Último Vecino.
Por Paula González.
ALBANY – XXX (Ladradora, 2022)
Imposible haber escuchado algo parecido antes
Después de su mixtape Se trata de mi, Albany vuelve con XXX, un álbum uptempo, con sonidos sintéticos, glitch, rage, trap y hyperpop, producido íntegramente por Dredbey. Este disco, cargado de adrenalina y poderío, y lleno de referencias tanto a la cultura japonesa (los videojuegos y la fantasía) como a la cultura española, es el resultado de una mezcla de sonidos que resulta en algo que nadie había escuchado aún. Conocida como una de las reinas del trap, Albany, nos trae colaboraciones con Rojuu y Clutchill en Chobits, el match perfecto de artistas o con Sticky M.A en Gyarados, un referente en el hyperpop y el trap melódico. Llegando a la mitad del disco encontramos el Interludio, una mezcla de todo lo que a la artista le hace gracia: Pokemon, animes, La reina del brillo, Yung Beef… Un buen mix de sensaciones a la española. Con canciones cortas que rondan los 2 minutos y medio, el álbum acaba con el tema más personal, en el que los que la siguen des de hace tiempo podrán encontrar a la Alba de siempre. Una canción para empoderarse, para cantarle en la cara a quién le hizo daño, porque como dice “Tengo las cosas claras, ya no vivo a oscuras. Me costó sudor y sangre así que simplemente suda […] Esta puta ya no llora, solo baila y mira para la luna”
Por Andrea Contreras.
C. TANGANA – El Madrileño (La sobremesa) (Sony Music, 2022)
Feliz cumpleaños al (casi) mejor disco de 2021
¿Es arriesgado coger toda una carrera que ya triunfa, destrozarla y experimentar con otro sonido nuevo que igual no gusta tanto a la gente? Si lo es, pero C. Tangana vive enamorado de ese momento y de ese miedo que parece hasta adictivo. Así surgió El Madrileño –para mí el mejor disco de 2021– y así cambio el rap, el reggaeton y el R&B por lo que realmente le salía de dentro, música folklórica y más orgánica. Ahora su autor, C. Tangana, ha lanzado El Madrileño (La Sobremesa), un álbum que recoge las canciones de anterior disco mencionado, sus últimos singles como Ateo con Nathy Peluso o Yate, o versiones live del NPR’s Tiny Desk que llevó a cabo hace 10 meses.
Esta segunda ronda nos brinda la oportunidad de analizar el trabajo memorable de Antón Álvarez Alfar, y nos regala tres temas inéditos: Bobo, una bachata junto a Luis Segura “el papá de la bachata”, Te venero, un tema que presentó en los Goyas 2022 y que narra una conversación entre una madre y su hijo junto a Omara Portuondo y por último, La Culpa, un tema más flamenco, interpretado por iconos como Canelita, Daviles de Nolvelda o Omar Montes.
Por Andrea Contreras.
HABLA DE MÍ EN PRESENTE – Vivir más (Halley Records, 2022)
Un pati particular, d’intercanvi cultural
Un alemany, un francès i tres catalans…Bé podria ser l’inici d’un acudit, però no ho és. Es tracta més aviat de l’origen d’un projecte que fusiona llengües i estils musicals de manera orgànica. Els Habla de mí en presente combinen la rumba amb el techno propi de l’escena berlinesa, donant com a resultat Vivir más, un àlbum debut ple de hits. KSA (casa) és sens dubte un dels temes més animats i atractius. Amb la col·laboració de MEMÉ, corista de la Rigoberta Bandini, aconsegueixen renovar els versos populars “el patio de mi casa es particular” amb enginy. Sentim també temes en català, com Fa calor i Fantasmes del passat, que brillen per la seva contagiosa espontaneïtat. A partir de l’interludi Otra ronda, les cançons es tornen menys agitades però igualment interessants. És llavors quan ens fixem més en el missatge: hem de viure al màxim el present però cuidar-nos al mateix temps. I encara més contradiccions: la música del grup sona familiar i alhora té un aire exòtic que revoluciona el cos. Els sons del calaix, beat i violí del grup prometen fer-nos vibrar als festivals Strenes, Cruïlla de Primavera i Ítaca. A l’espera de veure com traslladaran la seva proposta al directe, podem ja dir que el grup ha creat un disc francament particular.
Per Júlia Palacín.
GINESTÀ – Suposo que l’amor és això(Kasba Music, 2022)
L’amor, l’amor i l’amor
Amb L’Eva i la Jana els germans de Ginestà es van encarregar de catapultar-se al capdavant de la música pop en català. Aquesta vegada tornen amb Suposo que l’amor és això, un disc que desborda romanticisme, lletres costumbristes i noves sonoritats respecte els seus anteriors treballs. La màgia del disc resideix en la veritat de les lletres, ja que aquestes ens passegen per històries i vivències comunes: el record d’un amor passat i l’èxtasi de l’enamorament, però també el fet de comentar un tweet i esmorzar veient el 3/24. L’amor funciona com a fil conductor del disc, però el desamor es presenta com un concepte inherent i a cançons com Ulls d’avellana gaudim d’una dolça tristesa que s’allunya del clàssic desamor. Ginestà arriba per cantar veritats, per això deixen clar que “tots tenim peces trencades que fan mal si hi toca el sol”. I és que no, un clau no en treu un altre per molt que ens agradi pensar. Tot i així, els germans Serrasolsa deixen clar des d’un primer moment que ningú sap res sobre l’amor, aquell sentiment que ens travessa i que varia de forma constantment. Per això el “suposo” davant de “que l’amor és això”.
Per Paula González.
METRONOMY – Small World (Because Music, 2022)
Priorizar y (re)intimar
Metronomy ha lanzado su séptimo álbum de estudio, Small world. Nueve temas intensos por el mensaje, pero suaves al oído. Intenso porque priorizan e intiman. Porque busca el origen y te hacen volver a tus raíces. A disfrutar de los detalles antes desapercibidos. Musicalmente, eso sí, bastante distinto a lo que nos tenían acostumbrados con ese toque de arcade, de pop psicodélico del futuro, pero muy nostálgico ochentero al mismo tiempo. Sintetizadores bastante descafeinados en pro de un guitarreo envolvente y muy, muy chill. Este suena a acústico. Muy de dejarte espacio para pensar en tus movidas. Como un hilo musical para el día a día, cuando no sabes qué escuchar porque tampoco sabes cómo te sientes. Y nunca viene mal tener un salvoconducto –de 35 minutos–, ¿no?
Por Maria Del Río.
BASTILLE – Give Me The Future (Virgin Records, 2022)
Conquesta fallida
D’un grup que pren el nom de la conquesta de la Bastilla francesa no podríem esperar una altra cosa que sons revolucionaris. Bastille és un grup anglès d’èxit, els seus hits Happier o Pompeii han estat al més alt de les llistes i la seva proposta rock amb sintetitzadors és prou enginyosa. La premissa del seu nou àlbum conceptual sobre realitat virtual, Give Me The Future, tenia tot per trencar amb els esquemes: un discurs crític i una empresa fictícia tecnològica al darrere. L’ambiciosa missió, però, ha terminat en fallida. El futur que el grup proposa al nou disc és esquemàtic i ha quedat musicalment desfasat (amb tot el respecte envers els vocoders de Daft Punk). Encara que el tema No Bad Days ens demostra que Bastille ‘no té ni mals dies’ ni males cançons, els temes del nou disc s’assemblen molt entre ells i perpetuen els mateixos tòpics de sempre.
Per Júlia Palacín.
AVRIL LAVIGNE – Love Sux (DTA Records, 2022)
Se aproximan tormetas eléctricas
Ha vuelto la princesa del pop rock. Un icono y referencia para la generación Emo de los 2000 que viene a celebrar el 20º aniversario de su carrera musical y también su debut discográfico con Let go en 2002. Love Sux es un disco que si te dijesen que lo ha grabado una chica de 18 años y no una de 37, te lo creerias. Estamos delante de un álbum juvenil, con canciones cortas que en su mayoría no llegan a los 3 minutos y que se van sucediendo con una energía contagiosa y con alguna balada como Dare To Love Me que baja un poco la intensidad. Aunque el álbum se centre principalmente en angustias y rupturas dolorosas y rabiosas, la artista también saca su lado tierno para All I Wanted, donde se canta junto a Mark Hoppus un “estamos juntos en esto”. Si quereís haceros una idea de lo que se siente al escucharlo, os animo a que le déis al play de los primeros 12 segundos de la canción Cannonball, donde da la bienvenida a las tormetas eléctricas que acompañan los 33 minutos restantes de disco: “Like a ticking time bomb, I’m about to explode. And motherfuckers, let’s go”.
Por Andrea Contreras.
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