Cuando das un concierto por primera vez en una ciudad, tienes una presión añadida. Yungblud pudo dormir bien la noche del martes pasado, porque aparte de no dejar ni una gota de sudor por sacar, un cálido, joven y porque no decirlo, loco público se encargó de que el artista se sintiese como en casa. Aquí tenemos fama de intensos, pero lo que yo vi el otro día no se compara a nada que hubiese visto antes.
Dominic Harrison (Yungblud), procedente de Doncaster (Inglaterra), es un joven de 23 años conocido por dar voz a una generación de jóvenes, representando sus inquietudes y preocupaciones, y utilizando la música para unirlos y representarles. Con un estilo punk desenfrenado (aunque a veces un poco popero) tiene la misión de hacer con su música críticas sociales que defiendan a toda su comunidad de fans. Un joven en apuros que, con más de 4 billones de streams en todo el mundo, se ha convertido en una aclamada estrella mundial.
Más de una prenda fuera
Con la puntualidad británica que se les caracteriza, después de un teloneo por parte de Nova Twins que calentó el ambiente como debía, apareció el artista con la sonrisa (casi como la del Joker) que tanto le caracteriza. Strawberry lipstick abrió la noche y, con una energía sobrehumana, Yungblud hizo que todo Razmatazz despegase los pies del suelo. De un lado para otro, corriendo, saltando, bailando, no podía estarse quieto. Solo añadiré que, se quitó la chaqueta de traje que completaba su outfit corto de colegialo, tras la primera canción. Continuó con Parents, canción que me atrevería a decir que no había persona en la sala que no se supiese (unos padres que tenía detrás levantaron la ceja, supongo que por la parte que les tocaba en la letra de la canción, ups). Acabó el primer bloque con superdeadfriends, que hizo que se quitara otra prenda, la camisa, esta vez.
Llegó The Funeral, que volvió loco a todo el mundo, y tras él, uno de los momentos más bonitos de la noche. Después de I love you, will you marry me, Dominic coreó con el público el estribillo de la canción a capella durante más de 3 vueltas. Ver gritar a todo Razzmatazz a la vez y haciendo que vibrasen las paredes, le dejó sin palabras: “whaaaaat? this is fuking crazy, i love you Bacelona”. Weird! le hizo lanzar al público muchos besos como agradecimiento y en mars agarró una bandera bisexual del público y gritó “This night you can be what you want to be without jugement”. Yungblud, you’re doing amazing, la verdad.
Cuidar de quien te cuida
Me gusta remarcar siempre la relación de los artistas con los fans. Cómo fangirl de diferentes grupos y fandoms sé lo que es sentir en tu propia piel, que tu mundo cobra sentido gracias a un artista y que te hace sentir la persona más feliz del mundo. Yungblud se pasó el juego y es que en Fleabag, una de sus canciones más conocidas, subió a un fan al escenario. Raúl (@riulah en twitter) agarró la guitarra eléctrica y le acompañó durante toda la canción. Fue mágico y estoy segura de que es algo que no olvidará en la vida. La química con el público se vuelve a hacer evidente en kill somebody, donde los instrumentos se apagan y solo quedan las voces de los fanáticos y la suya propia, sin micro ni nada.
La histeria seguía, su rodilla sangraba, pero a nadie parecía importarle lo más mínimo. Jamás vi sudar ni entregarse tanto a alguien en un escenario. Si tuviera que poner algún pero, sólo podría poner uno y es que tendrían que haberle pegado el micro a la cara, porque con tanto salto, ponérselo delante de la boca era tarea complicada. God save me, but drown me out hizo que los flasehs se levantaran y a su vez, carteles de un fanproject donde podía leerse: “The future is bright because we are in it”, con el que Yungblud se emocionó y esperanzó a los jóvenes con un “this is the generation that can make a fuking change”. Para acabar, cómo cualquier buen rockero, no podía irse sin tirarse cerveza por el pelo o tirar los platillos de la batería al suelo. Así lo hizo en la última canción, Machine Gun.
El concierto concluyó y vi como los fans salían despavoridos por la puerta. No entendía nada hasta que escuché decirles que Dominic siempre salía a hacerse fotos después de los conciertos. La importancia de cuidar al fandom de la que hablaba antes, ¿veis? Cuidar de quien te cuida, y siempre ser agradecido. Si algo aprendí ese día es que tras una apariencia aparentemente tenebre y fría, puede esconderse una persona super cálida y cercana y que tanto los jóvenes con pelos teñidos decolores, como el propio artista, siempre tendrían en ese fandom un sitio al que llamar hogar.
Autores de este artículo
Andie Contreras
Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.