– ¡Eres la más linda!
Se escuchó entre las primeras filas. Sin las eses finales, y con una última letra que se extendió un par de segundos. Era una voz femenina y sonaba feliz. Ileana Mercedes, conocida como iLe y por ser durante una década la vocalista de la banda Calle 13, estaba sobre el escenario. Y su presencia lo envolvía todo. Pero diez minutos antes de comenzar el concierto, una pareja mantenía una conversación acalorada:
– No recuerdo ni por qué vine aquí ni por qué no me subo mañana mismo al primer avión que me lleve a Puerto Rico.
– Qué exagerada – bufa él.
– No, no. No. Es la verdad. – Reflexiona unos segundos e insiste en lo suyo. – Al principio estaba bien, no tenía un chavo pero por la emoción de estar en Barcelona me daba igual. Pasan los años y estoy aquí en la brega siempre. Y los del banco no ven mucho cambio, ¿sabes?
– No sé qué decirte, la situación está jodida para todos. Pero tú dentro de lo que cabe no te puedes quejar, creo yo. – Sentencia su pareja.
La chica sabe que en San Juan tampoco estaría mucho mejor. Aquí al menos tiene un trabajo de lo suyo que le permite pagarse un piso bastante céntrico, diminuto pero que ya ha hecho propio. En Puerto Rico tendría que vivir en casa de sus padres (a los que echa muchísimo de menos, pero no como para volver a convivir con ellos pasados tantos años), además de que no está segura de poder conseguir un buen trabajo de lo que ella ha estudiado. Pero en determinados momentos piensa que estaría mejor allá, con su gente. Que la situación económica no es tan distinta a la de acá, y que quizá sí encuentra un buen trabajo, puede que mejor que aquí. Se dice que no es feliz y así tener la excusa para volver.
– Ya mi amor, tienes razón. – Le dice ella. – Es que extraño a la familia, y a mis panas. Y a los sabores y olores que tiene mi querida tierra… Estoy muy nostálgica hoy.
– Bueno, relax babe. Venga, vamos hacia las primeras filas, ya verás como el concierto de hoy te anima.
Y sí. El concierto rebosó pasión. Tanto iLe como el público vivieron con emoción esa noche en la Sala Apolo. Fue una de estas actuaciones que se sienten dentro, que la música llega profundo. La chica tenía lágrimas en los ojos. Se le había pasado la tristeza y la nostalgia, ahora simplemente estaba evocando sus recuerdos más lindos de su país de origen. Ileana también es puertorriqueña. La adora desde que escuchó una canción de Calle 13 un día por casualidad, hace ya mucho tiempo como para recordarlo con exactitud.
Con un vestido blanco y un collar que casi se fusionaba con su tatuaje, iLe comenzó el concierto solo con un suave silbido, perteneciente al tema Aurora y José, de su álbum debut como solista iLevitable (Sony Music Latin, 2016). Es curioso porque en el disco es el sonido que lo cierra, pero aquí decidió utilizarlo para abrir la actuación. Perfilaba los sonidos en el aire, y el público los seguía, completamente encandilados. La chica que antes discutía con su pareja miró a su alrededor: todos los asistentes que alcanzaba a observar tenían una sonrisa dibujada en su rostro. Y lo buena que era la banda, impresionante. Le hacían sentir la percusión dentro de sí misma. Las lágrimas de emoción estaban a punto de desbordar. A continuación, Ileana anunció que cantaría un tema que compuso su abuela, Flor Amelia de Gracia, y que había incluido en este álbum junto con Dolor, también del repertorio de su abuela. Y se escuchó Quién eres tú.
El concierto iba avanzando. La chica que antes cantó como la que más Canibal o Maldito sea el amor. Con Danza para no llorar se llevó la última reflexión de la noche, que se guardaría para ella: que tiene la necesidad de justificar ante no sabe quién el por qué de su emigración y sobre todo se ve con la obligación moral de tener una vida idílica, de mostrar a todos que ha tomado el camino correcto. Pero se ha dado cuenta de algo muy obvio, y no tan claro en su mente hasta ahora: De las decisiones que tome ella es la dueña. El resto es paja. Le sonríe a su pareja, y él se la devuelve. El concierto estaba llegando a su fin, había sido íntimo y emocionante pero también se había sudado y bailado. En la sala ya no quedaba ni un solo sentimiento negativo. No te detengas fue el bis escogido, una versión del bolero de su abuela. Dejando a un público maravillado, se fue. Ileana, iLe, demostró que ella es ella por sí misma. Que hay que tenerla en consideración no por ser la hermana de, o la nieta de, o la ex vocalista de, sino porque es una de las artistas latinoamericanas con una de las propuestas de mayor calidad y si Barcelona no se había enterado, ahora ya lo sabe.
Autores de este artículo
Paula Pérez Fraga
Víctor Parreño
Me levanto, bebo café, trabajo haciendo fotos (en eventos corporativos, de producto... depende del día), me echo una siesta, trabajo haciendo fotos (en conciertos, en festivales... depende de la noche), duermo. Repeat. Me gustan los loops.