Nos plantamos a mitad de año con una nueva lista de los mejores discos de mayo. Un mes en el que la luz que empezaba a aparecer en abril se ha hecho más y más grande y brillante. Han vuelto las terrazas, han vuelto las reuniones con amigos y familiares, y la cultura de la ciudad va reviviendo de uno de sus peores momentos. ¿Le ponemos un poco de música a esta nueva fase?
Os traemos nuestra selección mensual con los mejores 18 nuevos lanzamientos musicales: desde el esperado pop de Lady Gaga al punk de Jeff Rosentock, pasando por las reinterpretaciones de Vetusta Morla o la luz íntima de Zulabard. ¿Con qué mood os quedáis?
Y por si os sabe a poco, también podéis recuperar las listas de enero, febrero, marzo, abril o de años anteriores. Hit the play!
MOSES SUMNEY – græ (Jagjaguwar, 2020)
Fluir lejos de todo
Tras adelantar el pasado febrero su primera parte, finalmente este mes hemos podido escuchar al completo græ, la nueva obra de Moses Sumney, un doble álbum de pop vanguardista y mutante como nada que hayamos oído este año. La continuación de Aromanticism (Jagjaguwar, 2017) nos ofrece dos caras opuestas, dos mundos de sensaciones que sin embargo provienen de un mismo deseo, el de fluir libremente, más allá del mundo y de sus etiquetas, y desvanecerse en paz como un Dr. Manhattan. La primera mitad del disco expresa esta idea con un sonido en metamorfosis constante, fluido como el propio Sumney, con una alegría que choca frontalmente con una segunda parte más solemne y seria, en la que el deseo por desaparecer se agria y pasa a convertirse en preocupación por la muerte y la soledad de uno mismo. Del blanco más puro al negro más profundo, de las guitarras terrenales al jazz cósmico, græ explora sin miedo todos los matices entre medias.
Por Miguel Lomana.
PERFUME GENIUS – Set My Heart On Fire Inmediately (Matador, 2020)
Las posibilidades de un cuerpo
La música de Mike Hadreas, mejor conocido por su sobrenombre artístico Perfume Genius, ha estado atravesada por lo biográfico y por la enfermedad desde que debutase, en el año 2010, con su álbum Learning. Desde entonces ha producido cuatro discos más, todos ellos bajo la protección del sello Matador Records, y su búsqueda no ha dejado de expandirse. Set My Heart On Fire Inmediately reproduce los temas que vertebran su obra previa, pero da un paso más; continúa indagando en las posibilidades sonoras que poblaban sus álbumes anteriores, pero no cesa a la hora de innovar. Su vocación de inventar una atmósfera particular, mezclando elementos acústicos con un empleo verdaderamente imaginativo del sintetizador que llega a mimetizarlo con sonidos de la misma naturaleza; aunada a su complejidad lírica que, sin embargo, nunca abandona un espacio de abierta honestidad, lo convierten en un artista prácticamente único, en una estela que se alza en el cielo, que desaparece entre las nubes, que se desposee del cuerpo que lo ata, que esgrime la música para blindar un espacio seguro, un espacio enteramente suyo.
Por Adrián Viéitez.
THE NEW RAEMON – Coplas del andar torcido (BMG, 2020)
Te reto a no escucharlo en bucle
Hay artistas a los que los años solo les traen canas, pero a otros, además de canas, les da una madurez compositiva increíble. Una de tal calibre que cuando intentas hablar sobre ella solo eres capaz de proferir cosas como “guau”, “me encanta” o “joder, qué bueno es”. Esto es lo que me pasa con The New Raemon, cada uno de sus discos aumenta mi fascinación hacia su trabajo. O sea, ¿habéis escuchado En la feria de atracciones? Es magia. Ese ritmo, esa letra, ese eco eléctrico creado por David Cordero, que te sincroniza con la canción y con el resto del disco. Pura magia. Y creedme, podría escribir odas a cada una de las 11 canciones del disco, pero creo que es mejor que las escuchéis y que yo os cuente datos curiosos sobre el trabajo como que ha contado con ayuda de Anni B Sweet en coros, de Antonio Fernández Escobar en el chelo que suena en algunas piezas y está producido en su habitual factoria: La mina. O que, como confesó en una entrevista a La Vanguardia, su titulo es una broma interna nada graciosa: un accidente de moto que le hizo pasar por quirófano y andar durante siete años de su vida con bastón. ¿Menuda broma, no? El caso es que sea como fuere, Coplas del andar torcido suena muy, pero que muy recto. Mis dieses.
Por Carlota Purple.
DAMIEN JURADO – What’s New, Tomboy? (Loose Music, 2020)
Diez canciones de folk
Escuchando el nuevo álbum de Damien Jurado, incansable veterano del indie folk norteamericano, uno no puede sino preguntarse a sí mismo si, tras una carrera que ocupa 25 años y 15 discos de estudio, queda ya algo que decir sobre él y sobre su música. El mismo Jurado parece hacerse a sí mismo esta pregunta, juntando para esta ocasión diez canciones tan breves como apacibles, que hacen gala de minimalismo y que parecen reivindicar su derecho a ser intrascendentes. Quizás lo que haya que decir es justamente que no hay nada importante que decir. El nuevo disco de Damien Jurado dura 29 minutos y 30 segundos. Contiene voz y guitarra como elemento principal, más algún elemento de percusión, cajas de ritmos, órgano Hammond y Mellotron. No hay grandes certezas ni revelaciones, tan solo historias, observaciones sobre vidas propias y ajenas. Un trabajo que viene como se va y al que puedes regresar en cualquier momento para recogerte tranquilamente en él. Un disco que no ofrece nada más, pero nada menos.
Por Miguel Lomana.
CHIP WICKHAM – Blue to red (Lovemonk, 2020)
Espiritualidad cósmica
Tres años después del debut en solitario: La sombra (Lovemonk, 2017), grabado en Madrid, el flautista y saxofonista Chip Wickham afronta su proyecto más temerario. Adoptando el jazz espiritual como medio expresivo, el de Brighton ha producido, en los Big Noise Studios (Essex, UK) Blue to Red, reflexión sobre la crisis del cambio climático y el futuro del Cosmos. Para este sideral empeño ha reunido una pléyade de músicos de postín: Entre ellos, Sons of Kemet, Jon Scott (baterista de Mulatu Astatke), el teclista Dan ‘JD 73’ Goldman o la arpista Amanda Whiting, quien aporta la onda mística, cual una Alice Coltrane del siglo XXI.
La apuesta de unir elementos acústicos y electrónicos, confiere al disco un halo lounge que no influye a la hora de catalogarlo como orgánico y no producto de laboratorio. Blue to red o The Cosmos pertenecerían al grupo de temas fútiles, mientras que el groove de Route one, la ensoñadora Interestellar o la arriesgada fusión funk de Double Cross destacan por elevación. Marte viró (hace 4 billones de años) del azul al rojo muerte. Wickman suspira por que la Tierra no sufra tal mutación.
Por Barracuda.
THE 1975 – Notes On A Conditional Form (Dirty Hit / Polydor, 2020)
Un segundo rascacielos: la voluntad de rodear el mundo
La banda de Matt Healy gritó a finales de 2018, con el lanzamiento del ambiciosísimo A Brief Inquiry Into Online Relationships, su voluntad de erigirse como representante de algo grande, de algo tangencial. Su potencial estilístico se desbocó en ese disco, que rompió con el sonido algo más blando y convencional de sus dos primeros trabajos para desbordarse en todas las direcciones, para convertirse en un animal metamorfósico capaz de reproducir todos los géneros desde tematizaciones estrictamente contemporáneas. Ellos quieren ser la banda que encarne el presente, y su búsqueda es en ese sentido prácticamente sacramental. Apenas un año y medio después de A Brief Inquiry… recibimos Notes On A Conditional Form, una colección de 22 canciones que lleva al paroxismo lo que su predecesor anunciaba. Su primer corte, una musicalización de un discurso de la activista Greta Thunberg, es ya un grito en esta dirección: a partir de ahí, disparos alrededor. Guitarras golpeadas, delirios electrónicos, invitaciones a la intimidad y experimentos sonoros de toda clase plantean la pregunta que nombra al disco: ¿qué podría ser la música si… lo fuese todo?
Por Adrián Viéitez.
ZULABARD – The Year of Light (AU Records, 2020)
I aquesta llum que ens guia
Després del seu àlbum debut Late To Wait, publicat a finals de 2018, l’artista barceloní Ruben Campo, més conegut com Zulabard, ens presenta el seu nou disc, The Year Of Light. Un viatge de 10 cançons que ens convida a recórrer un camí hipnòtic per tal de connectar-nos amb la nostra llum interior i avançar en l’autoconsciència, entesa com un despertar o, fins i tot, autodescobriment. Cançons com To Be Free o The Guide ens van captivant de mica en mica amb un cert optimisme i una essència quasi energitzant. L’estil minimalista, l’harmonia introspectiva i la base naturalista també ens acompanyen a mesura que va avançant el disc, però també ens topem amb un sospir en arribar a Jupiter o davant d’un descarnat That’s All. Si més no, aquest disc gravat i produït per Jordi Casadesús, que també ha comptat amb l’habitual col·laboració de Marc Gómez a la bateria, Ferran Puertas al baix i Biel Solsona als teclats, ens apropa a una veritat: “Només sé que tu i jo som llum”. El pop, la il·lusió i la nostàlgia cobren un fort protagonisme enmig d’una certa psicodèlia on l’anglès ja no és l’únic protagonista, ja que l’artista també ha optat per introduir el català amb les cançons Som Llum i Se’n va.
Per Gerard Fernández.
JOEL SARAKULA – Companionship (Légère Recordings, 2020)
Engañoso chill-out
˝When she’s coming up, it gets me down˝. Las tribulaciones de pareja asoman en Midnight driver, introducción de Companionship, cuarta entrega del multi-instrumentista, cantante y productor, nacido en Sidney, Joel Sarakula. Grabación donde el amor y los sentimientos puros se erigen en protagonistas del trasfondo temático. Como narrador de historias reflexivas e íntimas, Sarakula ha querido, en este penetrante disco, exigirse más que en anteriores grabaciones. Esfuerzo premiado. Musicalmente sigue arropándose con sus habituales referentes de viaje: Steely Dan (guía vital), el soplo superlativo de Todd Rundgren (Harmony) o las armonías de Hall & Oates. Junto a ellos aparecen también el Costello más intimista (King of Clowns) o la sombra de George Duke (I’m still waiting) aportando el toque más jazz-funky del conjunto. Sus amigos Young Gun Silver Fox le sirven la referencia contemporánea.
Esta amalgama de mentores no oculta la idiosincrasia de un artista con carácter propio que, conforme pasa el tiempo, acentúa su visión de lo aprendido. Aparquen los distintivos soft y chill-out, la marca de Joel Sarakula es soul melódico de categoría. Ni más ni menos.
Por Barracuda.
JEFF ROSENSTOCK – NO DREAM (Specialist Subject, 2020)
Sobrevivir a cada día
Jeff Rosenstock es el punk pesimista, ansioso y combativo que merecemos y que, dado el estado del mundo como lo conocemos, seguimos necesitando a día de hoy. Lanzado como viene a ser costumbre de manera gratuita y sin promoción alguna, NO DREAM utiliza de nuevo el pop punk más vibrante y enérgico para canalizar la tristeza, la ansiedad y la rabia de no sentirse bien con uno mismo, de vivir en un sistema roto y cruel, de no saber si eres la persona que quieres ser. Como en su anterior disco POST- (Specialist Subject, 2018) y como antes de ese en WORRY. (SideOneDummy, 2016) Rosenstock se mantiene brutalmente honesto en cuanto a cómo se siente a través de letras que parecen arrebatos escritos a toda velocidad en un diario, como si suavizar cualquier detalle fuera algo imperdonable. Buscar ese algo, la conexión que te permita levantarte de la cama y tener un propósito es lo que dota a este disco de sentido y a lo que Rosenstock se intenta aferrar con todas sus fuerzas. Probablemente dentro de dos años, cuando el mundo esté igual de mal y sigamos con los mismos miedos, Jeff Rosenstock volverá con otro disco como este para recordarnos que no estamos solos, que merece la pena despertar y seguir luchando.
Por Miguel Lomana.
THE MAGNETIC FIELDS – Quickies (Nonesuch Records, 2020)
Pequeñas historias coleccionadas
No puedo evitar la analogía: dentro de esta misma serie de reseñas hablé del último trabajo de The 1975, una obra formalmente disparatada en su ambición. Creo que el trabajo de The Magnetic Fields, la banda comandada por Stephin Merritt, camina exactamente por el lado opuesto de las poéticas posibles. Es bien cierto que Merritt ha sido siempre un artista conceptualmente ambicioso –no hay más que recordar sus 69 Love Songs o el 50 Song Memoir, dos álbumes absolutamente inabarcables a nivel de extensión–; pero sus canciones practican la sencillez de una manera que resulta al mismo tiempo tierna y magnética –valga el cutre juego de palabras–. Quickies es otra larga colección de pequeñas historias, canciones cortas sobre conceptos concretos, sobre elementos rutinarios; es otro intento de Merritt por construir un imaginario común, por enhebrar imágenes en busca de encontrarle el pulso a las cosas. Siendo, como es, uno de los letristas más extraordinarios de las últimas décadas, este disco, pese a su supuesta pequeñez, no es nada más –y, ojo, nada menos– que un lugar agradable en el que estar.
Por Adrián Viéitez.
VETUSTA MORLA – MSDL Canciones dentro de canciones (Pequeño Salto Mortal, 2020)
Cuando puedes tenerlo todo
Está claro que Vetusta Morla no es un grupo que se pueda etiquetar fácilmente, pero siendo francos, ¿eso qué c****** importa?, las etiquetas están pasadas de moda y lo cierto es que este grupo siempre se las apaña para dejarnos boquiabiertos. Seguro que alguna vez te has preguntado qué habría pasado o como hubiese sido todo si en lugar de decidir A hubieses optado por B, de lo contrario ¡enhorabuena! acabas de convertirte junto con Vetusta Morla en mi nuevo ídolo. Con MSDL – Canciones dentro de Canciones, los de Tres Cantos (Madrid) juegan precisamente con este “¿y si…?” con el que todos hemos tenido que lidiar alguna vez. El nuevo álbum es más que la reinterpretación de los 10 temas de su anterior disco, es la oportunidad perfecta para descubrir cómo hubiesen sido todas esas canciones de haber tomado decisiones distintas, pero con el puntazo de no tener que renunciar a su resultado inicial. ¡Brillante!
Poe Mar Arans Sevilla.
LADY GAGA – Chromatica (Interscope, 2020)
Lady Gaga en estado puro
Pasados cuatro años desde la publicación del intimista Joanne (Interscope, 2016) y tras su interpretación en A star was born, Stefani Joanne Angelina Germanotta, se lanza a tratar temas más crudos, como el coste de la fama o las enfermedades mentales, sin renunciar a un entretenimiento ligero. Conceptos que tal vez sean contradictorios pero que Lady Gaga ha conseguido ligar en una amalgama de sonidos que pasan por el house en Alice o incluso el k-pop en Sour Candy en colaboración con las coreanas Blackpink. Entre otras apariciones de lujo, Chromatica cuenta con Ariana Grande, en Rain on me, y del incansable y angelical Elton John, en Sine from above. Sin embargo, y a pesar del talento que hay detrás de cada colaboración, el resultado acaba pasando desapercibido entre los demás cortes del álbum. 1000 Doves y Babylon, que sirven como cierre de estos dieciséis temas, consiguen quitarnos ligeramente ese sabor amargo y aportan más luz a un disco que deja de lado a la Gaga austera y recupera a la diva.
Por Ana López.
CHARLI XCX – How I’m Feeling Now (Asylum Records, 2020)
¿Cómo llevas el confinamiento?
Paralizada la vida de estrella de pop, de giras constantes, conciertos y afterparties, y obligada a frenar y mantenerse estática, Charli XCX (como todos nosotros) parece pasar por un proceso de redescubrimiento de sus sentimientos que queda plasmado en How I’m Feeling Now con una desnudez y una franqueza totales. La manera en la que Aitchison se siente ahora mismo es totalmente enamorada, eso es todo lo que ocupa su mente y eso es lo que este disco grita a viva voz. Forever habla de amor eterno a su pareja sentimental, un amor que durará “incluso cuando no estén juntos”. Claws enumera todas las cosas que le gustan de él, 7 Years recapitula sobre todos los altibajos y el camino dejado atrás, I Finally Understand es el momento de clarividencia total que solo podía llegar en una situación como esta. La misma persona que hace menos de un año sacaba una canción de amor tan llena de dolor como White Mercedes es capaz de llenar casi un disco entero de la vitalidad y optimismo que viene de conocer de nuevo a alguien, de confiar plenamente en esa persona, de volver a enamorarse.
Por Miguel Lomana.
BAD BUNNY – LAS QUE NO IBAN A SALIR (Rimas Entertainment, 2020)
¡Que esto no decaiga!
Lo que no iban a ser canciones editadas se han convertido en el último álbum sorpresa del conejo malo de la industria musical. Y ¡menuda sorpresa!, no han pasado ni tres meses desde que Bad Bunny sacó YHLQMDLG (Yo Hago Lo Que Me Da La Gana). Pero no es el primero ni el último artista al que el confinamiento le ha traído inspiración y ganas de seguir creando. Con LAS QUE NO IBAN A SALIRel puertorriqueño logra, una vez más, que suene la canción que suene te entren ganas de bailar. Este álbum es Bad Bunny en estado puro con sus ya característicos ritmos urbanos que se te calan en los huesos. Y atentos, porque hay más. En su nuevo trabajo ha contado con la colaboración de artistas como Don Omar, Nicky Jam o Jhay Cortez, entre otros. Hasta su novia Gabriela ha participado en el tema que mejor describe el panorama actual En Casita.
Sin duda este año Bad Bunny ha venido Pa’Romperla, y aunque por ahora toque quedarse en casa, ya podéis ir calentando para cuando abran de nuevo las discotecas.
Por Mar Arans Sevilla.
C. TANGANA – Bien:( (Sony, 2020)
Lo bueno, si breve, C. Tangana
Lo bueno, si breve, dos veces bueno y, tal vez, por eso el nuevo EP de C. Tangana es tan bueno. Cuatro temas conforman este álbum: un tema que no iba a salir, a lo Bad Bunny (adelante_ruffdemo2016), otros dos que se responden el uno al otro desde el punto de vista masculino y femenino (Guille Asesino y Nunca Estoy) y otro en el que explica cómo es sentirse mal en forma de metáfora (Bien:(). Todas las canciones tienen en común un aura triste, aunque se medio desvanece cuando escuchas versos de Corazón partío de Alejandro Sanz o de Cómo quieres que te quiera de Rosario Flores en la boca de el madrileño. Podría parecer un plagio, pero no, consigue que sea un tema auténtico por sí solo. Sonidos sintéticos a lo años 80, hipotéticas contestaciones a Rosalía y declaraciones de intenciones de un C. Tangana maduro pero taciturno y que aparece saltando por la ventana porque está Bien:(. Y a mí me gana cuando es políticamente incorrecto como cuando no se despidió en OT, o como cuando aparece él mismo masturbándose en forma de ilustración pixelada en su videoclip, pero, sobre todo, cuando hace este “nuevo pop”. Mientras sigo deleitándome con tantos mensajes ocultos en el videoclip de Bien:( sólo me queda decir que aunque lo bueno, si breve, dos veces bueno, ¡que él no sea nada breve!
Por Jessica Cobos.
CAR SEAT HEADREST – Making a Door Less Open (Matador, 2020)
La grieta entre la caricia y el rasguño
Will Toledo y sus Car Head Seatrest aparecieron en 2011 con Twin fantasy, un disco que, en el escaso lapso temporal de una década, ha alcanzado el estatus de trabajo de culto entre cierto público –especialmente, entre aquellos que crecieron paralelamente al grupo, que prácticamente nacían intelectualmente en aquel momento–. Su crecimiento, desde entonces, es una cosa manifiesta. Este, al igual que Perfume Genius, es otro de los grandes y cuidados descubrimientos del sello Matador, que también acumula una década acogiendo a los Car Head Seatrest. Making a Door Less Open supone el alejamiento definitivo, por parte de Toledo y los suyos, de la estética homemade que los lanzó a la popularidad: podemos hablar ya, con la seguridad de no equivocarnos, de una banda asentada en el panorama indie-rock norteamericano. Su esencia, pese al despliegue en la producción musical, permanece intacta: cada canción del disco se coloca en una posición de temblor, a punto de desplomarse en su fragilidad, convencida de la fortaleza que su vulnerabilidad, paradójicamente, le otorga.
Por Adrián Viéitez.
MARK LANEGAN – Straight Songs of Sorrow (Heavenly Recordings, 2020)
Memorias y autoretrato
Los tormentos de Mark Lanegan eclosionan en forma de viaje frenético y plácido a partes iguales en Straight Songs of Sorrow (Heavenly Recordings, 2020), donde los sintetizadores y sencillos beats de electrónica dan caza a los acordes arpegiados y a las raíces rockeras del cantante. El eclecticismo juega a favor del Lanegan. Pistas como I Wouldn’t Want To Say o Internal Hourglass Discussion desafían discos como Bubblegum (Beggars Banquet Records, 2004) o a su más reciente Somebody’s Knocking (Heavenly Recordings, 2019). Straight Songs of Sorrow crea, corte a corte, el retrato más personal del cantante que, precisamente, publicó sus memorias el pasado mes de abril bajo el título de Sing Backwards and Weep.
Por Blanca Olivella.
MUJERES – Siento muerte (Sonido Muchacho, 2020)
Mujer, este disco te sienta de muerte
Lo siento, pero necesito empezar confesando que me parece macabramente poético sacar el plena crisis del COVID un disco con el nombre Siento muerte, vale que todos hemos leído en páginas que este nombre puede ser un guiño al tema Feels dead us, de su álbum Marathon, pero que os voy a decir. Yo prefiero la fantasía. Dicho esto, vayamos al lío. Este trabajo, el quinto en su carrera, tiene la vibra de siempre. Guitarreo, letras que a veces se pierden en un segundo plano bajo la música y toques de alegría pese a estarte contando cómo perdió a su chica. O sea, much pop, very madchester. Además el disco tiene easter eggs para todo aquel que quiera pasarse la tarde buscando referencias en sus melodías. Como la esencia de The Ronettes en Tú y yo y Un gesto brillante o los coritos al más puro estilo The Ramones en El momento exacto. Que ya que estamos, aprovecho el momento para recordaros que esa canción no se llama ‘oh yeah’, si no Beat on the Brat. Recordad esto que seguro que algún día os cae en el trivial. En fin, un buen trabajo que encaja muy bien en su trayectoria.
Por Carlota Purple.
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