Tres días antes del evento, teniamos la primera baja. Ptazeta se bajaba del cartel por problemas de salud. Un día después, Quevedo tenia que decir que no al festival por los mismos motivos. El festival se quedaba sin dos de sus cabezas de cartel. Pero había ganas, había soluciones y el Maleducats 2022 contaba con unos organizadores que no pensaban darse por vencidos. The show must go on.
Viernes: de Catalunya hasta Argentina
Abriendo el festival (y esto parece haberse convertido en costumbre), el viernes tuvimos a 31 Fam en el escenario principal. Mushkaa, la hermana de la icónica Bad Gyal, les siguió en el otro escenario, demostrando qué, el talento, viene de familia. Aleesha hizo bailar a todo el mundo con La Patrona y la argentina Emilia, hizo vibrar un escenario lleno de luces rosas con un cuerpo de baile espléndido que más coordinado no podía ir. Girl Power.
Cenar algo, era tarea difícil el viernes por la noche. Los foodtrucks no estaban preparados para tantísima gente y era imposible pedir un trozo de pizza con menos de 20 personas por delante. Aún así, debo felicitar al festival por los precios en las barras. Es el primero al que voy que se dirige a jóvenes y se adapta al nivel económico de estos. En todo el festival se pagaba con maleducash, dónde 5 tokens costaban 6 euros. Un agua, un token, una cerveza, tres y un cubata, cinco. Gracias por pensar en la gente joven, lo agradecemos mucho.
Amenizando la espera del gran cabeza de la noche, Bizarrap, contamos con la presencia de Beny Jr y Zetak. A las 2 de la mañana, cuando muchos llevaban horas guardando su sitio y las piernas de algunos ya flaqueaban, tras su característica gorra y sus gafas de sol, el productor argentino apareció en el escenario. Con una gigante mesa de DJ y ni más ni menos que 6 teclados a sus espaldas, el show empezó con su Music Session con Nathy Peluso, que ya es casi reconocida como un himno generacional. Estuvo la de Paulo Londra, la de Villano Antillano, la de Eladio Carrion, la de Morad y la de Tiago PZK. De hit en hit, el público se volvía más loco a cada momento. Él, que no paró de moverse y dar brincos detrás de su mesa, con unos visuales espectaculares y una iluminación que llenaba el escenario, agradeció el amor cuando el show estaba llegando a su fin.
Si de algo teníamos ganas, era de escuchar su reciente colaboración con Quevedo, y más sabiendo que no íbamos a poder disfrutar de su show al día siguiente. Afónicos y sudando la gota gorda, el show acabó con este tema ya número 1 mundial.
Sábado: Salvado por la campana
Aunque el festival había dado la posibilidad de devolver la entrada del sábado por las bajas en el cartel, muchos no nos quisimos perder lo que Lildami (artista y organizador) y su equipo tenían preparado. Cómo dijo el propio artista, querían captar la atención del público con artistas de renombre internacional para darle la oportunidad a artistas locales. Así, Julieta, Paula Cendejas, Xavibo y el propio Damià, compartían escenario con el argentino WOS. Con barras mejor preparadas y foodtrucks mejor organizados, la noche del sábado acabó con una fiesta BRESH, dónde el festival se tiñó de rosa y mientras se regalaban chuches, helados y pegatinas, sonaban canciones de reggeaton clásico, David Guetta, pero también de Hannah Montana.
La primera edición siempre es la más complicada, pero Maleducats puede estar tranquilo porque la suya cerró con éxito. No sabemos si ya hay algo pensado para la siguiente, lo que si sabemos es que el festival se encargará de dar voz al talento urbano emergente. Mediante el concurso Maleducats Radar, el pasado jueves diez artistas se subieron al escenario de la Sala Rasa 64 de Terrassa para intentar ganar un premio de 4.000 euros para desarrollar su proyecto y conseguir un hueco en el cartel de la próxima edición. El ganador fue Subliminal, que junto a Gala Studio, lo dio todo presentando El Presumit, álbum que saldrá a la luz la semana que viene y qué podremos disfrutar en un año en directo.
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