L’amor fa calor es el último disco de Renaldo & Clara, el proyecto de Clara Viñals. Un álbum de pop electrónico luminoso y convincente, que se atreve a difuminar la línea entre el indie y el mainstream con mucha clase y mucho gusto. El disco estaba terminado en diciembre de 2019, pero los tiempos del Coronavirus y al parecer otros factores aplazaron su salida, que estaba prevista para la primavera de este 2020, hasta hace unas semanas.
El regreso de Renaldo & Clara se convierte también en el regreso de nuestra querida sección Behind the Song, que ya echábamos de menos. Esta vez, hablamos con la cantautora catalana de la canción que más nos llamó la atención del disco: L’atur és el futur (El paro es el futuro). Y, desgraciadamente, no solo rima, sino que es la cruda realidad con la que tenemos que vivir día a día.
El disco es una explosión de pop luminoso y electrónico. ¿En qué momento entre el álbum anterior y este te acercaste a la electrónica?
Cuando acabamos el anterior disco, inmediatamente tuvimos ganas de buscar una sonoridad más contundente. Tal vez no directamente electrónica –al menos esa no era la intención– pero sí encontrar una sonoridad más rítmica. En este sentido, Víctor (miembro de la banda y productor del disco) empezó a comprar sintetizadores y a partir de ese momento las canciones dejaron de nacer de la guitarra, como lo habían hecho tradicionalmente. Víctor construía la base, programaba la batería, antes de saber qué acordes iban a ir en esa canción. Eso hizo que desde un principio las canciones dependieran mucho de la producción.
Hay varias canciones del disco que suenan completamente a hit y se alejan de lo que solemos considerar sonoridades indie. ¿Tenías claro desde un principio acercarte un poco más al mainstream (para llamarlo de alguna forma)?
Sí, la verdad es que hemos jugado un poco con esto. No se decirte si buscábamos un hit, ¡ojalá! Pero si que es verdad que tal vez en nuestros anteriores discos destacaban más las estrofas y en este hemos querido apostar por estribillos repetitivos. De hecho, no hemos tenido miramientos para esto, hemos repetido estribillos a saco, sin complejos ni prejuicios. Teníamos ganas de hacer cosas distintas a las que habíamos hecho hasta ahora.
Demasiadas veces se asocia la música más intimista a temáticas costumbristas e introspectivas, mientras que el pop parece más superficial. Aún así, al escuchar tu disco tenemos la sensación de ser testigos de tu propia experiencia, tus vivencias personales. ¿Es lo que buscas cuando compones una canción?
Cuando empiezas a hacer canciones, aun no conoces demasiado tu lenguaje. Pero cuando ya llevas un tiempo en ello y te vas sintiendo a gusto con ciertos tipos de letra… en mi caso (escribir las letras) se ha convertido en una de las partes que más disfruto y que me cuestan más, también. Me esfuerzo mucho por acabar diciendo cosas que tengan algún sentido para mí, no me sale llenar por llenar, prefiero tardar más en acabar la canción. Quiero estar convencida de estar diciendo algo con sentido. Sí que es verdad que a veces las letras quedan camufladas por la música, sobre todo en el pop, cuando la melodía destaca mucho, que es algo que a su vez me gusta. Es cierto que a veces no se reflexiona sobre lo que se está diciendo, pero eso también puede ser algo bueno. Te permite más lecturas de una canción.
Estamos ante un disco muy unitario, casi conceptual. No hay ninguna canción que desencaje. Más allá de la producción, ¿es algo que también se ha trabajado con la letra? Es decir, ¿todas las canciones hablan de una forma u otra del amor, como podemos intuir por el título?
A mi me habría gustado que sí. Es decir, he buscado hacerlo lo más unitario posible. En su momento, al escribir las canciones, lo intenté. Pero siempre hay algunas cosas pequeñas que se escapan. Lo que sí que tenía muy claro es que quería hacer un disco muy optimista, muy eufórico. Quería intentar explicar la parte eufórica del amor, la parte buena. En ese sentido, la única canción triste del disco es Per fer-te una idea, que habla de plantearte un final, algo que está a punto de desaparecer.
También hay temáticas más tontas. En Una vegada, por ejemplo, hablo del acento de Lleida y de la gente que cuando nos ve nos hace la típica broma de ponerle una e a todo. En general, el resto acaban siendo canciones de amor. Así que sí, el concepto es ese, aunque algunas canciones se escapan un poco.
¿Qué puedes contarnos de Heba Kadry (quién a masterizado el disco)? Hemos visto que trabaja entre Brooklyn y El Cairo. ¿Cómo es que has querido trabajar con ella?
La verdad es que no la conocíamos mucho, pero cuando buscamos lo que había hecho nos dimos cuenta de quera una jefaza. También tengo que decir que me hizo mucha ilusión que fuera una mujer, porque normalmente es un trabajo en el que encuentras hombres. Joan Pons (El Petit de Cal Eril) y Ferran Palau, que ya han trabajado con ella, nos la recomendaron muchísimo y decidimos tirar adelante con ella.
L’atur és el futur (El paro es el futuro) podría ser la banda sonora de miles de jóvenes. Y, desgraciadamente acentuado por la situación actual, es el presente y el futuro más próximo. ¿Nos puedes contar cómo nació la canción?
La canción tiene un doble significado. El titulo evidentemente hace referencia a un momento en el que me quedé en el paro. Empecé a escribirla en ese momento. Al principio yo estaba feliz de la vida cobrando el paro, me parecía la hostia. Pero a su vez la canción también juega con el diálogo de estar hablando con alguien por el móvil, sentir que estás cerca y a la vez lejos.
La canción en sí habla de esos momentos iniciales del paro en los que pensaba “¡que os den! Yo ahora tengo tiempo de sobra para hacer todo lo que realmente me gusta”.
¿Cuál es tu relación con el mundo laboral, como artista? No es ningún secreto que muchos músicos se enfrentan día a día a la precariedad laboral y tienen que recurrir al pluriempleo, por ejemplo…
Pues… casi todos los del grupo somos profesores, por ejemplo. Profes de música, de instituto… Se intenta compaginar como se puede. Yo ahora mismo estoy a media jornada de profesora y estoy muy bien, pero otros del grupo tienen jornadas completas y tienen más dificultades para encontrar tiempo. Pero al final todos tenemos claro que no vamos a renunciar a tener un grupo, porque nos encanta, pero tampoco podemos permitirnos vivir solo para el grupo. Así que el resumen es que es lo que hay. Ojalá en un futuro podamos vivir de ello, como les gustaría a todos, supongo.
En L’atur és el futur conviven distintas sonoridades. La canción comienza desde la intimidad de la guitarra y la voz y va añadiendo más y más elementos.
En la producción de la canción buscábamos mostrar las dos temáticas que se tratan. Por un lado, tenemos la parte más suave –de hecho, la guitarra acústica la grabó Joan Miquel Oliver– de ese momento inicial de intimidad, pero a partir del estribillo que va repitiendo “I tu què saps? I tu què saps?” (¿Y tú qué sabes?) de forma bastante gamberra, creíamos que ya tenían que entrar en juego más elementos. Al final, la producción busca mostrar con coherencia los dos temas que trata la canción.
En una publicación en su Instagram, celebrando la salida del disco, se nombraron todas las personas implicadas en el álbum. Un gesto bonito y además muy acorde con esta sección, Behind the Song. En esta línea, quisimos preguntar a Clara, cuáles son algunos aspectos importantes detrás de la creación de un disco que cree que la gente puede desconocer. Aquí va el gráfico que nació de esa conversación:
#Behind the Song es una sección en la que explicamos mediante reflexiones e ilustraciones qué hay detrás de una canción. Hoy hablamos de L’atur és el futur, de Renaldo & Clara. En otras ocasiones hemos hablado de Deva, Da fak, Pinpilinpussies, Egosex, Marta Cascales, Lauren Nine, Mavica, Ljubliana & The Seawolf, PAVVLA, Haley Heynderickx, Lola Kirke, Anna Calvi, Courtney Barnett y Lorena Álvarez.
Autoras de este artículo
Carla Gimeno
Comunicadora y cantante. Me gusta pensar que mi hábitat natural son los conciertos y los festivales. Es bastante probable que me encuentres entre el público de algún bolo de Barcelona, aunque a veces también me subo al escenario con The Crab Apples.
Alsina Mandarina
Creativa y dibujante. Guitarrista en The Crab Apples y Penny Necklace. Crecí dibujando, siendo este mi espacio de diversión y evasión del mundo. Ahora es mi forma de acercarme a mi entorno y reflexionar sobre nuestra vida y nuestra sociedad.