Uno de los mejores discos de este año es I Walked With You A Ways de Plains, el grupo formado por Katie Crutchfield, aka Waxahatchee y Jess Williamson. En 2020 ambas artistas publicaron sendos excelentes trabajos en solitario, Saint Cloud y Sorcerer, respectivamente. Hace cinco años se conocieron a través de la pareja de Crutchfield, otro gran artista, Kevin Morby. Desde entonces supieron que la conexión entre ellas era mágica y que tenían que hacer algo al respecto, Plains es el proyecto resultante. Podéis leer la reseña que ha hecho del disco el compañero Adrián Viéitez aquí.
Tanto Crutchfield como Williamson tienen pasados parecidos, crecieron en Alabama y en Dallas respectivamente y lo hicieron escuchando country clásico y eso se nota. En ese entorno similar de crecimiento y descubrimiento musical han encontrado un territorio común que han hecho propio. El resultado es una maravilla sonora que ya estáis tardando en escuchar.
A veces las conjunciones musicales son un desastre y otras una bendición. Algunas son totalmente inesperadas y sorprendentes, otras en cambio tienen todo el sentido, antes incluso de que sucedan. ¿No habéis pensado alguna vez, si esta persona hiciera un disco con esta otra, qué maravilla saldría? Pensando en Plains, me he puesto a recordar artistas que se han unido y que me ha gustado el resultado, por muchos motivos diferentes.
Que Alice Bag y Teresa Suárez, aka Teri Gender Bender, canten juntas es de cajón. La primera es referente de la segunda y ambas son guerreras y reivindicativas. El resultado es la impresionante canción mother/HOLDS en el mismo disco Teri canta junto a Jello Biafra y en otro de sus trabajos con Iggy Pop. Teri además es miembro de la superbanda Crystal Fairy. ¿Buzz Osborne y Dale Crover de Melvins, Teri Gender Bender de Le Butcherettes y Omar Rodríguez-López de At the Drive-In y The Mars Volta juntos? Compro. Teri sabe rodearse bien.
I’m With Her es el grupo que fomaron en 2014 Sara Watkins, Sarah Jarosz and Aoife O’Donovan. Y tiene todo el sentido del mundo que se juntaran para formar un grupo, a pesar de sus exitosas carreras en solitario. Verlas en el Blues & Ritmes de Badalona fue uno de esos conciertos que nunca se olvidan. Y siguiendo con los tríos de conjunciones astrales Will Johnson de Centro-Matic y South San Gabriel, Patterson Hood de Drive-By Truckers y Craig Finn de Hold Steady hicieron lo propio en el Sidecar en el ciclo ‘A quema ropa’. La piel de gallina es poco.
No me voy a poner a repasar lo que pasa cuando es al contrario y se juntan lo imposible. Armas de destrucción masiva de neuronas musicales.
David Bowie cantó con Trent Reznor I’m afraid of Americans, no se me ocurre una canción más actual, tal y como está el panorama estadounidense. Pero el maestro también cantó la rítmica Under Pressure junto a Queen. Y junto a Mick Jagger el famoso Dancing in the Street. Cualquier combinación con Bowie tiene que ser buena. Como lo echamos de menos y cuanto duele su pérdida.
Mi querida Stevie Nicks giró y cantó en numerosas ocasiones con Tom Petty y sus Heartbreakers, sino habéis escuchado Stop Draggin My Heart Around, hacedlo. En serio. Una amistad de 40 años entre estas dos leyendas de la música que ha dado joyitas. Dos artistas inmensos que conectaron desde el segundo uno.
¿Habéis escuchado Temple of the Dog? Chris Cornell, Stone Gossard, Jeff Ament, Mike McCready, Matt Cameron y Eddie Vedder en la misma banda. Nació como homenaje a Andrew Wood, fallecido cantante de Mother Love Bone. Soundgarden y Pearl Jam, lo mejorcito del grunge, juntos. ¿Se puede pedir más?
La lista de colaboraciones jugosas es interminable. Nick Cave & The Bad Seeds se unieron a Kiley Minogue en Where the Wild Roses Grow, una murder ballad maravillosa y junto a PJ Harvey en Henry Lee. PJ Harvey hizo lo propio con Thom Yorke en la tranquila This Mess We’re In. O en Hit the city con Mark Lanegan. Ah, Lanegan, qué grandes colaboraciones nos brindó. Lanegan encontró a verdaderos hermanos en Josh Homme y sus Queens of the Stone Age, en Gregg Dulli y Gutter Twins o en Isobel Campbell con la que hizo tres discos espectaculares. A Lanegan lo vimos sonreír gracias a Campbell en un concierto del Primavera. Hacer sonreír a Lanegan, cosa inaudita, se merece un templo. Eso sí que fue una conjunción casi planetaria. La voz cavernosa de Lanegan junto a la dulce Isobel, era magia pura.
Son estrellas que chocan en el firmamento y con sus destellos nos ciegan. No me voy a poner a repasar lo que pasa cuando es al contrario y se juntan lo imposible. Armas de destrucción masiva de neuronas musicales. Eso ya es otro tema. Mejor disfrutemos de las buenas. ¿Cuál es vuestra unión musical favorita?
Imagen de portada © Molly Matalon
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