Por fin podemos decir “adiós 2020”. No queremos recordar nada de estos últimos 365 días –aunque con sinceridad, 2021 también ha empezado dando guerra–. Bueno, no queremos recordar casi nada, pero ha habido algo que sí ha merecido la pena: su música. Y es que hasta en su último mes, 2020 nos ha traído verdaderas joyas musicales. Aquí va nuestro último regalo del año, un recopilatorio de los discazos que han salido en diciembre, pasando por la vuelta del exbeatle Paul con McCartney III, 40 años después del segundo volumen, Evenmore el segundo álbum de Taylor Swift en lo que va de año y el álbum debut oficial –Nightmare Vacation– de la rapera Rico Nasty.
Podéis repasar y disfrutar de los mejores lanzamientos de 2020 echándole un vistazo a nuestras listas de meses anteriores: enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio-agosto, septiembre, octubre y noviembre.
PAUL MCCARTNEY – McCartney III (Capitol / EMI, 2020)
El peso de la música
Paul McCartney ha demostrado, a lo largo de sus ya casi seis décadas de carrera como músico, que su diálogo con su creación es a menudo horizontal: desde que The Beatles rompiesen filas, su trabajo se ha centrado en la nada desdeñable tarea de escribir canciones a ritmo fijo, como si se tratase de una tarea intrínseca a su naturaleza. McCartney III llega cuarenta años después del que se intuye su antecesor; son ya cincuenta los que han pasado desde la publicación del McCartney original, su primer trabajo en solitario. Aunque el McCartney II salió cuando el exbeatle se acercaba a los 40 años, podemos considerar a aquellos discos todavía trabajos de juventud por su agitación, por el hilo de duda que los hacía comulgar en los mismos lugares. Esta tercera entrega está ya desligada de las ansiedades de una vida cambiante: a lo largo de las canciones de este disco, concebidas modestamente y con aroma tradicionalista, podemos encontrarnos el retrato de un hombre a menudo feliz y alguna vez triste. Cabe detenerse un poco más de lo habitual en Deep Deep Feeling, porque si parece indiscutible que McCartney ha sido un maravilloso escritor de canciones, esta parece convencernos de que lo seguirá siendo hasta que el peso de la música se desvanezca.
Por Adrián Viéitez.
TAYLOR SWIFT – Evermore (Taylor Swift, 2020)
Optimismo en el fin de una era
Encerrada en casa, sin salir, ensimismada. En contacto sólo con sus más allegados, y siendo más productiva que nunca. ¿La cuarentena? No, Taylor Swift. Taylor Swift componiendo un segundo álbum en 2020 cuando Folklore tan sólo tiene 5 meses de vida, ¡¿pero qué?! Aún no hemos asimilado su último álbum y nuestra Miss Americana lanza uno nuevo, el noveno: Evermore. Misma estética, mismo estilo y misma narrativa que su disco hermano, aunque con algunas canciones que se desmarcan. Una de ellas sobre algo que nos ha afectado en la cuarentena: la pérdida de las personas mayores. Es ahí donde justamente Taylor toca la tecla, a través de una canción dedicada a su abuela, Marjorie. Evermore se entrelaza con folklore a través de esas historias de amor entre los bosques como vemos en Willow fusionado con el del final de Cardigan. Tanto en estos como en el resto de los 15 temas que componen el álbum seguimos viendo nuevos estilos que mezclan folk, afroboeat y country, entre otros, aunque con un halo más optimista. El mismo optimismo que tenemos todos para 2021 y para que Taylor gane el Grammy al Mejor álbum del año y así acabe con esta melódica y cálida era para dar paso a otra en la que la estadounidense rompa el escenario como solía hacer en la era de Red.
Por Jessica Cobos.
CALEXICO – Seasonal Shift (Anti-, 2020)
Navidades alrededor del mundo
Este disco, que en apariencia no es más que un recopilatorio de versiones de algunos villancicos populares interpretados por la banda mexicano-estadounidense Calexico, sirve perfectamente para comprender el profundo eclecticismo que siempre ha definido al grupo liderado por Joey Burns y John Convertino. Esta colección de canciones se dispone transversalmente, tanto en su forma como en su fondo: el multiinstrumentalismo de sus orquestaciones, nota habitual en todos los trabajos de Calexico, les permite ser flexibles y aproximarse a las tradiciones de diferentes lugares del mundo –desde México a Portugal, desde España a Estados Unidos– y trazar con precisión los puntos de unión alrededor de estas festividades compartidas por todo el mundo cristiano. La religiosidad se concibe aquí como un espacio colectivo, algo también en sintonía con la genética de Calexico, una banda siempre abierta a las colaboraciones, las relecturas, las innovaciones y aportaciones multiculturales. De este modo, lo que se presenta como una colección de villancicos deviene en sutil aproximación antropológica.
Por Adrián Viéitez.
CHRIS CORNELL – No One Sings Like You Anymore (Interscope Records, 2020)
La playlist-homenaje de Cornell
No One Sings Like You Anymore, el trabajo póstumo de Chris Cornell que ha publicado su familia, sería la respuesta a la recurrente pregunta “quién/qué te inspira” que leemos y queremos saber de nuestros artistas favoritos. Un álbum que rinde, así, doble homenaje: a él y al resto del elenco versionados en el álbum. Temas de Prince, de John Lennon, Guns N’ Roses y Janis Joplin o Lorraine Ellison representando el rock y soul femenino, algo que me parece remarcable dado el género. Diez grandes artistas y bandas de la talla del que fue vocalista de Soundgarden y que culminan hoy, tres años después de su fallecimiento, su carrera.
Por Maria del Río.
DEFTONES – Black Stallion (Reprise Records, 2020)
El lado oscuro
En el imaginario colectivo de fans, críticos y probablemente los propios Deftones, White Pony (2000) está visto como un punto de cambio, el álbum que les alejó de la denostada etiqueta del nu-metal, en gran parte por sus incursiones hacia el shoegaze, el trip-hop y la electrónica underground. Tiene sentido, pues, que en su 20 aniversario, Chino Moreno y compañía hayan invitado a artistas cercanos a estos estilos para reinterpretar tema a tema el disco más importante de su carrera. Esta reimaginación viene de la mano de amigos (Mike Shinoda), influencias (Robert Smith, DJ Shadow) y nuevas generaciones que sin duda han bebido de la oscura sensualidad del disco (Purity Ring, Phantogram). El resultado es sorprendentemente cohesivo para un álbum de remixes, manteniendo el interés (en parte gracias a la potencia del material original) y la intriga por escuchar en qué ha mutado cada uno de los temas.
Por Miguel Lomana.
LA M.O.D.A. – Ninguna ola (PRMVR, 2020)
Experimento desde el alma
Más cerca de nostalgia.en.los.autobuses, proyecto en solitario de su vocalista David Ruiz, que de su sonido habitual, el cuarto trabajo de La M.O.D.A. ahonda una vez más en su progresión musical y la búsqueda de nuevas formas de expresión. Siempre que sacan nuevo material ofrecen algo nuevo, nos tienen acostumbrados, pero esta vez el salto se podría considerar casi mortal. No hay ritmos alegres, ni guitarritas ni banjos folk; en definitiva, pocos elementos del debut ¿Quién Nos Va a Salvar? (Mus Records, 2013). Aunque, siendo justos, hay una cosa que sigue intacta: el alma. Son los mismos que versionaban a Eskorbuto con mandolina y acordeón, solo que ahora dibujan su misma visión del mundo con otras formas. 10 temas con las revoluciones bajadas, más parecidas a poemas musicados que a lo que normalmente consideraríamos “canciones”. Con arreglos y sonido más propios de algún experimento indie, pero sobre todo, llenas de emoción. Seguramente nadie considerará este el mejor trabajo de los burgaleses, pero pocos podrán negar que aun cambiando de registro han obtenido un resultado excelente. Un interesante paso que refleja la madurez y saber hacer de estos muchachos, y que a buen seguro ayudará a consolidarlos como un de las bandas referentes a nivel nacional.
Por Mikel Agirre.
M. WARD – Think of Spring (Anti-, 2020)
Canciones desmaquilladas
La carrera de Matthew Ward, tanto en solitario como formando parte del dúo She & Him, atestigua que nos encontramos ante un músico que trabaja conscientemente su estética apocada, con esas canciones escritas como al borde de las cosas, con miedo a resultar intrusivas. En cualquier caso, la candidez de Think of Spring resulta a menudo excesiva: las canciones se apagan tanto desde la producción que cuesta mucho fijar la atención en algún lugar del álbum, encontrar siquiera algún mástil luminoso a partir del cual construir discurso. Frente a la violencia de los acontecimientos sufridos a nivel mundial durante el año 2020, este disco tiene vocación de filtrar una mirada limpia y suave sobre las cosas, pero en su apuesta por la delicadeza M. Ward acaba decolorando su música en exceso, casi apagándola, casi logrando que, aunque suene, resulte en cierta medida difícil de escuchar.
Por Adrián Viéitez.
THE AVALANCHES – We Will Always Love You (Modular Recordings, 2020)
Ondas de amor
Si el ya clásico moderno Since I Left You (2000) fue el ‘big bang’ para The Avalanches, una explosión inicial llena de colores, sonidos y vida, We Will Always Love You es la expansión de ese universo, menos denso, más frío, pero formado por la misma materia y energía del origen. El nuevo disco de los australianos es otro viaje perfectamente orquestado que pasa por el disco, hip-hop, soul, psicodelia y muchos otros, dejando atrás su método de trabajo basado en el sampleo masivo por las voces de un espectacular elenco de colaboraciones (MGMT, Kurt Vile, Jamie xx, Karen O y Johnny Marr entre otros aportan su grano de arena). A cambio, We Will Always Love You se presenta como un mensaje de amor a todos los artistas que hicieron la música de The Avalanches lo que es, que viven todavía en vinilos olvidados y rescatados, en las ondas de radio que viajan por el espacio y en nuestras memorias. Es un disco agridulce y existencial, conmovedor y precioso, los 71 minutos de música más vitales de este 2020.
Por Miguel Lomana.
RICO NASTY – Nightmare Vacation (Sugar Trap/Atlantic, 2020)
Lo que ves es lo que hay
El album de debut “oficial” de Rico Nasty llegó este mes tras una larga lista de mixtapes, colaboraciones y proyectos de corta duración que la rapera ha ido sacando sin parar en los últimos tres años. Nightmare Vacation, sin embargo, no se siente mucho más real o profesional que otros trabajos suyos como Nasty (2018), que ya denotaban calidad y desparpajo. Este disco es una colección de canciones que resumen su rango de estilos, sus fortalezas y atractivos, esto es, trap agresivo de bajos saturados y duraciones breves, con influencia notable de la corriente hiper-pop en temas como IPHONE, prácticamente una canción de 100 Gecs interpretada por Nasty. En resumen, este es un disco que apela a los que ya disfrutaban con su música, que no convertirá a las opiniones tibias y que tal vez haga descubrir a la rapera a un público más amplio. Más allá de eso, no hay mucho más que discutir aquí.
Por Miguel Lomana.
NIÑO DE ELCHE – La distancia entre el barro y la electrónica. Siete diferencias valdelomarianas. (Sony/BMG, 2020)
Entre lo esperpéntico y solemne.
Experimentar a través de la transgresión ya no resulta ser tan novedoso. Ahora bien, el nuevo trabajo de Niño de Elche sigue un camino desconcertante y esto le hace único, ya que nos invita a explorar una dimensión revestida de futurismo y vanguardia, pero su vez nos mantiene enraizados en una cultura puramente castiza y folclórica. Con esta apuesta, desdibuja los límites y consigue superar las barreras del decoro y el formalismo a través de una mirada desafiante, pero también respetuosa con nuestra herencia más ancestral.
Francisco Contreras nos presenta su obra más conceptual y enigmática inspirándose en el legado del director José Val del Omar. La distancia entre el barro y la electrónica se puede calificar como un proyecto no apto para los más puristas, ya que pretende superar los prejuicios y deleitarnos –eso sí, con una cierta pretensión– a través de elementos puramente sensoriales. Para entender este trabajo debemos apreciar cada detalle desde su deformidad y complejidad, haciendo una lectura con clave esperpéntica, siguiendo el legado de Valle Inclán y su mirada a través del espejo cóncavo.
Por Gerard Fernández.
Autores de este artículo