El Primavera Sound es el festival de las masas, lo comercial y los estímulos publicitarios interminables, pero también es una cita que no olvida de donde bebe el sector más fiel de su público. La demuestra el seguir encontrando géneros musicales fuera de la línea dominante, artistas no tan conocidos y muy difíciles de ver por aquí o formaciones históricas que pasan a la segunda o tercera línea del cartel. Que puedas montarte tu ruta solo pisando conciertos de rock o sin salir del Boiler Room, no solo enriquece el festival, sino que es hasta necesario en unas jornadas sobresaturadas de nombres. Pasada la resaca de toda una semana de conciertos en Barcelona (y también ya en Madrid), aquí van tres grupos que, a modo de joyas ocultas, disfruté como si fuesen cabezas de cartel.
OFF!
Jueves 1, escenario Dice
Una de las mayores sorpresas que me llevé al ver el cartel del Primavera fue encontrarme a este supergrupo de hardcore-punk estadounidense que hacía tanto que conocía y que regresaba tras 8 años de silencio. Anthony Kiedis de los Red Hot Chili Peppers paseó una visera suya durante una gira entera años atrás y Gorka Urbizu de Berri Txarrak solía llevar su logo pegado a una Gibson negra. A pesar de ser casi unos desconocidos en nuestra tierra, liderados por el ex Black Flag y Circle Jerks, Keith Morris, su atronador y crudo directo arrasó con el escenario pequeño junto al mar, ante unos cuantos seguidores y otros muchos curiosos. El derroche del batería fue apabullante y la técnica de guitarra y bajo magnéticas. La velocidad de sus manos escapaba la capacidad del ojo humano, mientras Morris señalaba a la luna como queriendo invocar un conjuro. En un festival plagado de rap y electrónica, creo que vi el mejor concierto punk de mi vida.
DOMi & JD Beck
Sábado 3, escenario Ron Brugal
Otro concierto de los que desentonaban para bien en el cartel y que preveía exclusivo para sibaritas, acabo siendo multitudinario y de lo mejor del fin de semana. Tocaban a las 17:00, horario complicado, pero cuál fue mi sorpresa al ver gente ya esperando media hora antes. Ellos tampoco daban crédito: “We were expecting like five people”. Al gran público no le sonarán estos dos jóvenes virtuosos del jazz, aunque ya tienen varios millones de escuchas en plataformas y con su primer álbum se han codeado con artistas de la talla de Anderson Paak o Snoop Dog. Tampoco los hubiera conocido yo, de no ser por aquel reel de JD Beck con la batería que me salió en Instagram. Gracias, señor Zuckerberg. La suma de la pianista con pintas de muñeca Bratz y el chico con aspecto nerdy fue brillante, preciosa y ejecutada con una facilidad pasmosa. Entendí por qué Flea dijo hace poco que, si no hubiera publicado ya sus memorias, los incluiría entre los conciertos top de su vida.
Terno Rei
Jueves 1, escenario Plenitude
Una de las mejores cosas del cartel del Primavera es escarbar semanas antes entre los desconocidos nombres pequeños, en busca de easter eggs. Los brasileños Terno Rei sin duda fueron de las mejores sorpresas, sirviendo para abrir mi festival mezclados con la excitación de entrar al recinto y la primera cerveza. Pop-rock indie de sonido melancólico, con melodías que calan hondo y fácil. En directo, aunque sin muchos alardes, sonaron igual de bien, a pesar de no tener ni el horario (18:00) ni el sol a favor.
Imagen de portada © Christian Bertrand
Autor de este artículo
