¿Quién tiene tiempo para escuchar un disco entero? ¿Y varios? Pero es que estos no son unos discos cualquiera, sino que son los mejores discos de abril. Desde los lanzamientos internacionales más sonados como el de los Harry Styles, Sharon Van Etten, Arcade Fire, Florence + The Machine, The Smile, Belle and Sebastian, Everything Everything, Kendrick Lamar, Ibeyi o Flower Face hasta lo mejor de la música nacional como Amaia, Iseo & Dodosound, Maria Jaume o Cariño, y prestando especial atención a los artistas emergentes de proximidad como Yawners o Camellos. Y la lista sigue.
Tal vez no los escuches todos. No hace falta tampoco. Pincha en el preview de Spotify para ver un poco de qué va el rollo, lee su reseña y descubre algo nuevo. ¿Quién sabe? Quizá así a lo tonto descubras tu nuevo grupo favorito de la vida.
Si no tienes suficiente puedes ver todas las listas de mejores discos del mes.
HARRY STYLES – Harry’s House (Columbia Records, 2022)
Entrando en casa de Harry
El tercer disco en solitario del ex One Direction continua con el sonido setentero y ochentero con toques de glam-rock que ya habíamos escuchado en Fine line. En esta ocasión nos abre las puertas de su casa (o su cabeza) para mostrar su lado más acogedor pero íntimo. Music for a sushi restaurant es la canción que abre el álbum y lo cierto es que podría ser un tema sacado directamente de la serie Glee, por la amplia presencia de los coros en la introducción. Si una cosa sabemos sobre Harry Styles es que le gusta hacer canciones sobre frutas, o al menos que estén presentes en el título. Ya lo vimos con Kiwi, de su álbum debut, más tarde con Watermelon Sugar, su trabajo anterior y, ahora nos trae Grapejuice. Una de mis favoritas, Matilda, es a su vez desagarradora y de las más bonitas del disco, pero sin duda me quedo con Keep driving, que da muchas vibes de viaje de verano en carretera. Si hay algo que destaca del disco son los agudos impresionantes presentes en gran parte de las canciones y ojalá escucharlos en directo algún día.
Por Lídia Moreno.
SHARON VAN ETTEN – We’ve Been Going About This All Wrong (Jagjaguwar, 2022)
Revisar, no recaer, guardar el camino
Hace ya tiempo que Sharon van Etten se apartó –si es que es posible operar una separación radical en estos términos– de la cadencia folk que marcaba sus primeros discos. En Epic, un disco que viene de ser reeditado el año pasado, podemos encontrarnos con la versión más depurada de esa artista que habría de conducirse hacia otros espacios: el synth pop de Are We Here la llevó a pisar el escenario nada menos que en Twin Peaks –conquistado David Lynch por las texturas que Sharon van Etten lograba manejar en ese álbum, cómo podríamos nosotros no haber quedado conquistados también–; tras cinco años de silencio, su Remind Me Tomorrow apareció como un estallido. Allí se reunía la vertiente americana de la artista, ya tamizada por las formas de un rock mucho más seco, con esa aspiración nueva que la conducía hacia el paisaje: el disco culminaba cosas y la pregunta inevitable flotaba en torno a qué podría venir después. We’ve Been Going About This All Wrong pareciera ser el título de una enmienda, pero nada más lejos: ahora cartógrafa de sí misma, Sharon van Etten repiensa los caminos seguidos hasta ahora –es fácil tender puentes con Are We Here a través de canciones como Home to Me o Born; sentir que I’ll Try, Come Back o Mistakes prolongan con éxito el universo de Remind Me Tomorrow; incluso a través de Anything podemos conseguir una ventanita que nos devuelva a la Sharon van Etten folk de los primeros álbumes–. Pero este disco no tiene tampoco ánimo de recolección: el camino está fijado y se sabe que todos aquellos intentos forman ya parte del pasado. En cierto sentido, aquí toda esa música se reagrupa y se vuelve coherente en conjunto, se cierra y se proyecta hacia el futuro. Y la pregunta acerca de lo que vendrá permanece incólume.
Por Adrián Viéitez.
THE SMILE – A Light for Attracting Attention (Self Help Tapes/XL Recordings, 2022)
Glopada d’aire fresc
El que va començar com un divertimento durant el confinament pandèmic entre dues de les ànimes creatives de Radiohead, Thom Yorke i Jonny Greenwood; i el bateria de bandes com Sons of Kemet o Floating Points, Tom Skinner; ha acabat amb la formació del projecte The Smile i la publicació del seu LP de debut A Light for Attracting Attention, que ha confirmat les bones sensacions que havien deixat els seus fins a 6 singles d’avançament. Tot i que la presència del groove jazzístic d’Skinner es deixa notar en diverses peces com The Opposite o l’addictiva The Smoke, el torrent creatiu que representa la parella Yorke-Greenwood acaba imposant-se, motiu pel qual l’àlbum pot confondre’s perfectament amb un nou treball dels Radiohead. Potser per això la primera cançó a sonar es titula The Same… Ara bé, a diferència dels últims discos de la mítica banda anglesa, aquest A Light for Attracting Attention sí que sembla tenir un propòsit creatiu clar i no cau en la redundància sonora de la qual pequen els darrers treballs dels britànics. Gran prova d’això és la diferència entre el contundent i afilat rock amb aires de postpunk de You Will Never Work In Television Again, que recorda a la grandíssima Bodysnachers de l’indispensable In Rainbows (LLLP LP, 2007); o la sinuosa balada Free In The Knowledge, que trasllada a Thom Yorke a uns registres vocals que feia temps que no exhibia. Tot plegat, canalitzant el ja habitual discurs entre polític, irònic i distòpic de Yorke i companyia. En definitiva, A Light for Attracting Attention és una joia que no només representarà una glopada d’aire fresc per als seguidors de Radiohead, sinó que mereix una oportunitat per part de qualsevol amant de la música.
Per Pere Millan.
ARCADE FIRE – WE (Columbia, 2022)
Para reconectar, cantar, bailar y ser un poco más felices
Acostumbrados a recibir solo halagos, Everything Now (2017) supuso el primer y gran bofetón en la casi intachable andadura de Arcade Fire, enterrado rápidamente por la crítica y solo salvado por su gran single homónimo. Quizás el mayor hándicap a la hora de valorar un nuevo disco de los canadienses sea el nivel de sus predecesores y, cinco años más tarde, la injusta vara de medir aguardaba una vez más a los creadores de himnos como Wake Up. Sin embargo, la presión de volver con algo que nuevamente los colocase a la altura de su condición de grupo de estadio parece haber influido poco en Win Butler y Régine Chassagne. Como siempre, han hecho lo que les ha dado la real gana. WE se presenta como una ópera rock de inspiración pospandémica que abarca dos partes: el yo y el nosotros. Tildado de pretencioso por muchos, y con parte de razón, tiene sus más y sus menos, concentrándose sus mayores aciertos en los principios de cada mitad (Age Of Anxiety, The Lightning). Tampoco nada raro, viniendo de una banda que personalmente siempre he considerado más de canciones que de discos. ¿Es Funeral? Claramente no, ni siquiera Reflektor, pero indudablemente conserva esa magia de los canadienses que nos abre las pupilas y nos hace felices al instante. Y en realidad, ¿qué más necesitamos? Escuchad Unconditional I (Lookout Kid) y decidme que vuestro día no ha mejorado.
Por Mikel Agirre.
FLORENCE + THE MACHINE – Dance Fever (Polydor Records, 2022)
No nos invita a bailar
La Choreomania, una “pandemia” medieval que causaba que la gente no parara de bailar hasta sufrir un agotamiento severo, es la inspiración para este disco. Podría ser interpretado como una metáfora de las expectativas que se le impone por ser artista. El quinto disco de Florence + The Machine es, sin duda alguno, el que tiene más cohesión interna y lírica. También es el que cuenta con las letras más personales de Florence Welch. Es un álbum lleno de preguntas autointerrogatorias, escrito en mayor parte durante confinamientos, momento donde le surgen grandes preguntas sobre la vida, resultando en letras más introspectivas y reflexivas sobre ser mujer, el autosabotaje y el compromiso. Parte del disco está producido por Jack Antonoff y, siendo sincera, cualquier cosa que lleve su nombre sé que va a ser top. Sin embargo, aquellas canciones que intentan rendir homenaje al título son las más flojas, se sienten sobre producidas. A pesar del título, Dance fever, no es un disco para darlo todo en la pista de baile.
Por Lídia Moreno.
BELLE & SEBASTIAN – A Bit of Previous (Matador, 2022)
¿Cómo envejece la juventud?
Uno trata de cuidarse de sentir entusiasmos sobredimensionados, pero el décimo álbum de Belle and Sebastian se disfruta tanto a sí mismo que resulta complicado. Veníamos de una década rara, con trabajos muy ocasionales, el leve estallido –y más comedido de lo que nos habría gustado– de su Girls in Peacetime Want to Dance y apenas, en el último lustro, el álbum que la banda escocesa preparó para la película Days of the Bagnold Summer, cuya candidez no animaba a creer que la idiosincrasia de la banda pudiese desgajarse de esa década, la comprendida entre 1995 y 2005, en la que pulsaron con fabulosa precisión la tecla del ennui juvenil: suya era la manifestación de una generación medio triste, medio decidida a divertirse. Esa paradoja la recoge, y la reconvierte con gracia, A Bit of Previous, del que se podría hablar sin demasiados ambages como el mejor trabajo de la banda en los últimos ¿quince años? –con la leve duda de ese delicado Write About Love–. Lo que entonces era angustia juvenil se reconfigura ahora a través del filtro del paso del tiempo: Belle and Sebastian ya no es una banda de veinteañeros, tampoco de treintañeros. El espejo de una vejez que se aproxima está presente aquí como nunca, y el disco se aprovecha de ese temblor para volverse tremendamente imaginativo: If They’re Shooting At You funciona como magnífica piedra de toque –convirtiéndose, de paso, en uno de los all-time-greatest de la banda– para una colección de canciones que fluctúa con gracia entre la melancolía de baladas tan bien concebidas como Do It For Your Country o Sea of Sorrow hasta esos artefactos tan engañosamente lúdicos, y tan propios de Belle and Sebastian, que son canciones como Talk to Me, Talk to Me o Unnecessary Drama. Como reza el título del disco, desde luego aquí nos encontramos con un pedacito de lo que la banda fue cuando voló más alto, pero solo un pedacito: todo lo demás pertenece a un presente que ha encontrado verdor en un campo inesperado.
Por Adrián Viéitez.
EVERYTHING EVERYTHING – Raw Data Feel (Infinity Industries/AWAL, 2022)
Enamorados y aterrados del futuro
La imaginería del pop desquiciado de la banda Everything Everything ha estado marcada desde sus inicios por una fascinación y un miedo poco disimulado por las máquinas que sostienen la sociedad de la información, por cómo permean cada aspecto, nimio o vital, de nuestra existencia. Ahora, en Raw Data Feel estas fuerzas se infiltran en el mismo proceso artístico del grupo a través de Kevin, una IA utilizada por el frontman Jonathan Higgs para crear parte de las letras de un álbum que el cantante considera su más personal. Kevin se convierte, por tanto, en un acompañante para hablar del trauma desde una distancia. Musicalmente, Raw Data Feel se aleja también del sonido orgánico de Re-Animator para apostar por un contenido electrónico especialmente palpable en los pulsos erráticos con los que se abre el álbum. También proliferan varios temas de inspiración new wave (Jennifer, Kevin’s Car, Born Under a Meteor) que hacen un match sorprendente con la voz de Higgs y que se convierten en lo mejor de un disco todavía lleno de nuevas ideas pero desafortunadamente algo irregular.
Por Miguel Lomana.
KENDRICK LAMAR – Mr. Morale & the Big Steppers (TDE/Interscope Records, 2022)
En el diván
Después de 5 años de silencio discográfico, Kendrick Lamar vuelve para recuperar la corona del hip hop con Mr. Morale & the Big Steppers, su quinto y último disco de estudio publicado para Top Dawg Entertainment (según él mismo ha anunciado). Y lo hace aplicando su fórmula habitual, es decir, ensamblando un álbum conceptual, complejo y en este caso incluso grandilocuente. Tanto, que por momentos se antoja inabarcable. El proyecto está concebido como un álbum doble: la cara A corresponde a Mr. Morale, en la que encontramos a un Kendrick Lamar tan introspectivo, que da la sensación que el ‘señor de la moral’ es en realidad su terapeuta. Del otro lado, la cara B es para The Big Steppers, donde el artista de Compton se muestra mucho más expansivo. Mr. Morale & the Big Steppers explora temáticas tan delicadas y actuales como los problemas de salud mental, la violencia contra la comunidad afroamericana, la paternidad o las infidelidades. Todo ello siempre desde el particular punto de vista socarrón y provocador del rapero californiano. Entre las colaboraciones más destacadas brillan con luz propia las inclusiones de perfiles tan variopintos como Ghostface Killah (Wu-Tang), Summer Walker, Thundercat o Beth Gibbons (Portishead). En cambio, ha generado polémica la inclusión en el álbum de Kodak Black, artista condenado por agresión sexual (y posteriormente indultado por Donald Trump) que aparece precisamente para hablar de la cultura de la cancelación. La frenética apertura de United In Grief es un muy buen punto de partida, mientras que Die Hard se erige como el corte más pop del álbum. We Cry Together es una auténtica obra maestra, con una fantástica Taylour Paige ejerciendo de pareja de Kendrick Lamar durante una pelea de pareja donde se pone de relieve lo peor de la violencia machista de la manera más descarnada posible. Finalmente, en Auntie Diaries, Lamar honra a la comunidad transgénero, explicando su propia metamorfosis desde la falta de respeto y el insulto inicial, hasta la aceptación y el consecuente crecimiento como ser humano. En conclusión, Mr. Morale & the Big Steppers es un álbum macerado al detalle, que puede pecar de poco accesible, pero que a su vez mejora indiscutiblemente tras cada escucha.
Por Pere Millan.
IBEYI – Spell 31 (XL Recordings, 2022)
Mosaic i harmonia
Spell 31 respon a un mosaic d’influències musicals que concorda amb la mescla de cultures que han mamat, des de petites, les artistes bessones Lisa-Kaindé i Naomi Díaz, d’origen franco-cubà i amb sang veneçolana per part de mare. Es podria assenyalar que Ibeyi aposta per l’art experimental, en tant que a la majoria de temes combinen la percussió, la música africana i el rap, una electrònica especialment melòdica i el cant coral. De fet, Made of Gold exemplifica el contrast entre l’urban i la seva inherent espontaneïtat, i la religiositat –de la mà de l’exactitud– que es tendeix a associar amb els cors. També es percep un pessic de flamenc amb el “¡Dale!” al final d’un dels versos, alhora que es respira una energia similar a la de The Cranberries amb la repetició de la paraula “Gold”, la qual atribueix identitat al track. Sister 2 Sister és una declaració recíproca d’amor entre germanes i, en paral·lel, Foreign Country rendeix homenatge a les persones bessones per encarnar esperits d’un rang superior i per formar una harmonia única. Tears Are Our Medicine i Rise Above tenen en comú la intenció de reivindicar, per una banda, la purificació que s’assoleix quan es deixen fluir les llàgrimes i, per l’altra, l’abús arrel del qual recorren a un missatge fundat en la crítica social, alhora que recorden l’assassinat, en mans de la policia, de George Floyd. Spell 31 també és un àlbum místic i espiritual, i així ho demostra la cançó Los Muertos en la qual esmenten el nom del seu pare, el percussionista i integrant del Buena Vista Social Club, Miguel “Angá” Díaz, i el de la seva germana gran, Yanira Díaz. En fi, mai ens deixarem de sorprendre per la personalitat pròpia que emana de l’art d’Ibey, el qual ens inspira a perdre la por d’explorar.
Per Raquel Ashby.
MARIA JAUME – Voltes i voltes (Bankrobber, 2022)
Res és etern
Voltes i voltes és el segon disc d’estudi de Maria Jaume. A diferència del debut, Fins a maig no revisc, aquest l’embolcalla una aura més pop i la producció no es troba tan nua, en el sentit que s’hi incorpora un major nombre d’instruments. No seria un disbarat dir que l’obra en conjunt podria sonar com a banda sonora de la sèrie Cites, de TV3, o de qualsevol marc en què el temps d’una vida quotidiana va transcorrent. Allò que continua transmetent Maria Jaume és una intimitat especial i unes lletres cuidades que tracten des del desencís i el dol fins a la incertesa i l’enamorament. A final de mes, amb la Núria Graham, contrasta la jovialitat de la melodia i el ritme amb els lyrics, els quals foren escrits durant el confinament, i per tant en una situació de ciència-ficció on tot va quedar aturat i no ens podíem aferrar a cap garantia. Procés natural, Me desplom, Tombats en es sol (amb Miquel Serra), Com te n’has anat? i Magnetic fields no deixen d’il·lustrar les diferents fases d’una relació sentimental: l’emoció i la inquietud davant de la novetat, l’estima i els dubtes “del que som, del que serem”, el desconcert pel que fa a la degradació i al trencament d’un amor que semblava incondicional, la nostàlgia, l’orgull. Al cap i a la fi, Voltes i voltes és un cant a una mateixa i dedicat a la vida, que només fa que girar i acollir, per naturalesa, els canvis que reafirmen i provoquen que res sigui etern.
Per Raquel Ashby.
FLOWER FACE – The Shark in Your Water (Autoeditado, 2022)
Sentimientos a flor de piel
Alerta. Disco destinado a la introspección. Flower Face, la artista de Montreal con dos álbumes a sus espaldas, Baby Teeth (Nettwerk Music Group, 2018) y Fever Dreams, del mismo sello y publicado en 2017, ha vuelto con un disco dulce, valiente y desgarrador. En Spiracles, la canción que abre el disco, vemos cómo la canadiense se desnuda por completo para hablarnos de un deseo que le quema y le desborda. Conforme avanza el álbum conocemos las vivencias que han esculpido la personalidad de Flower Face y entramos en un cúmulo de reflexiones sobre experiencias amargas y emociones extremas, diez canciones con altibajos y una tónica general desoladora, pero con mucho encanto y sentimientos a flor de piel, nunca mejor dicho. Sin duda alguna, The Shark in Your Water ha llegado a mi Spotify para quedarse.
Por Paula González.
AMAIA – Cuando No Sé Quien Soy (Universal Music, 2022)
Encontrándose
Si en Pero no pasa nada nos sumergíamos en un paisaje de pop acústico, en este nuevo álbum es más que evidente que nuestro queridísimo Alizzz ha hecho de las suyas. Amaia confiesa que la admiración por el trabajo del productor nació con El Encuentro, su primera colaboración. Fue en ese momento cuando decidió que el catalán iba a ser el encargado de producir su segundo disco, del cual quiero destacar dos grandes highlights: La Vida imposible, una canción con una melodía que te atraviesa y te seduce con la dulce voz de Amaia. Y, evidentemente, el “cómeme el higo” de La Canción Que No Quiero Cantarte. La Amaia punki es un acierto seguro. En la superficie de Cuando No Sé Quien Soy te topas con un creciente uso de sintetizadores respecto a su anterior trabajo, pero lo que te encuentras cuando escarbas un poco y prestas atención a las letras de la pamplonesa es aún mejor. Aunque Amaia reconoce que el proceso de encontrarse a uno mismo puede durar casi toda la vida, vemos que en apenas dos años ha subido escalones de dos en dos para alcanzar una sonoridad que se ha amoldado a la perfección al costumbrismo pop de sus letras que tanto la caracteriza, su gran sello de identidad.
Por Paula González.
BAD BUNNY – UN VERANO SIN TI (Rimas Entertainment, 2022)
La banda sonora de cualquier verano
Está claro que echábamos de menos a Benito y que llevamos años sin concebir un verano sin su música como banda sonora. Ha vuelto con un disco de 23 canciones. Sí, sí, 23 canciones. Una hora y veinte de música que se hace algo larga de escuchar, pero que demuestra que uno de los reyes del reggaetón, es ya capaz de moverse por todo tipo de música latina, sin encasillarse en una sola etiqueta. Lo demuestra, por ejemplo, el merengue en Después de la Playa o la bossa Nova en Yo no soy celoso (con una letra algo irónica, eso sí). Pero los que estáis leyendo esto por el Reggaetón no os preocupéis, que también hay. Me porto bonito junto a Chencho Corleone, Party con Rauw Alejandro o Ojitos lindos (una de las más acogidas por el público) junto a Bomba Estéreo, son algunos ejemplos. En cambio, destacando por estar dotada de un sonido pop, Otro Atardecer te teletransporta a una playa caribeña sola y tranquila, y es para mi, una de las canciones más sofisticadas del disco. Supongo que poder decir que la canción con los mejores lyrics lleva tu nombre, es todo un triunfo. Pero es que junto a Buscabulla, Andrea es un tema que habla de la protesta feminista sobre las desapariciones de mujeres y que empodera a cualquier mujer que lo escuche, se llame Andrea o no. Me parece muy importante que exista esta conciencia social en este tipo de álbumes, la verdad. Me fui de vacaciones hace que cualquiera se imagine tumbadito en una tumbona, y aunque muchos ven un error en acabar el disco con Callaíta (canción que ya lanzó en 2019), a mí me parece un acierto que quien la escuche se recuerde bailándola en cualquier discoteca ese verano. Y es que es lo que os decía al principio, que hemos llegado a un punto donde el verano sin ti, Bad Bunny, ya no es verano.
Por Andie Contreras.
ISEO & DODOSOUND – Blossom (Twin Cats Records, 2022)
Dosis de buenrollismo
Ha costado, pero ya está aquí. Los que nos aferrábamos a sus dos anteriores álbumes, Cat Platoon (Twin Cats Records, 2015) i Roots in the Air (Mundo Zurdo D3, 2017) esperábamos esto como agua de mayo. No sé a vosotros, pero a mí el lanzamiento de su EP en 2019 me supo a poco y durante estos años me he visto saliendo del paso con singles sueltos que repetía en bucle. Porque es un hecho que una vez dentro de su universo sonoro, es imposible escapar. Sus míticos sintetizadores se han encargado de entrelazarse con el reggae, y si a eso le sumas la preciosa voz de Leire, te encuentras con un mix que te recuerda a artistas como Biga Ranx, pero que mantiene una esencia pura, genuina y única. El amor por este género se nota y, de hecho, con la última canción del disco, Arigato, dejan claro que “It could be rock or it could be salsa too. But this is the music that comes from the bottom of my heart”. Cuando entras en el nuevo oasis del duo de Navarra te sientes en una especie de comfort place, en el que las malas vibras no están permitidas y el buen rollo lo invade todo. Eso es lo que queríamos, y eso es lo que nos han dado con Blossom.
Por Paula González.
YAWNERS – Duplo (Montgrí, 2022)
Ahora con el doble de sabor
Por la manera en la que se nos presenta Duplo ya antes de siquiera escuchar una sola canción, Elena Nieto, persona detrás del nombre Yawners, parece querer avisarnos de que no nos esperemos grandes cambios, de que esto a grandes rasgos va de lo mismo; tanto por el título, ese duplo con el que parece afirmar que dobla la apuesta, como por la foto de la portada, con Nieto mirando a cámara con la misma pose y expresión que en el anterior Just Calm Down (2019). Y efectivamente el primer tema, No me digas, lo deja claro: esto va de nuevo de pop punk adolescente, de estribillos enormes y de mucha guitarra, si te gusta cualquiera de estas cosas, bienvenido. Eso sí, con una importante inversión con respecto a su último disco: ahora el castellano sustituye como idioma principal al inglés, que queda relegado a un par de canciones y un estribillo. El resto, lo dicho, hecho con la misma fórmula, pero igual de bueno, que no es poco.
Por Miguel Lomana.
DREW K., PIRU – ESPERANZA // APOKALIPSIS (KRZ, 2022)
Haciendo humano un sonido muy mecánico
Los amigos de su Mallorca natal los conocen como Andreu y Jaume, pero desde que Drew K. y Piru se asentaron en Barcelona en septiembre, sus vidas y su proyecto han crecido a pasos agigantados. Aún teniendo perfiles de Spotify separados, trabajan como dúo desde que empezaron en la música, Drew K. en los vocals y Piru a los mandos de producción. Tras Neoheroes y Main Chapter, álbumes de 2021 que les posicionó en esta nueva ola de sonidos sintéticos, glitch y hyperpop, vuelven con ESPERANZA // APOKALIPSIS, un álbum más elaborado a nivel solidez, coherencia y concepto. Este disco, cómo todo caos, ve su luz al final del túnel, mostrando una progresión de sentimientos dónde la duda, el miedo o la ansiedad van desapareciendo hasta llegar a la liberación. Drew y Piru nos traen colaboraciones con Slappy Av en Húmedo o Trocitos con 60K Cvndy, productor de Sticky M.A o Orslok, referentes en psicodelia electrónica e hyperpop. Con canciones que rondan los 2 minutos y medio, vemos a un corazón roto que un día quiere odiar y al otro echar de menos y que decide despedirse al ritmo de Avril Lavigne con IMY (Outro). E//A es el resultado de un trabajo bien hecho, que a mi parecer, traspasa lo humano y aun así conecta con la parte más personal de quien lo escucha. De mi favorita, Barriga Ballet, me quedo con el “hacer esto con amigos es de las pocas cosas que todavía me motivan”, el “seguimos desde abajo trabajando como hormigas” y el “ya llevo unos años, pero es que esto solo empieza”, por qué quien avisa no es traidor y Drew y Piru ya han confirmado ser la nueva generación de un formato musical que justo acaba de despegar.
Por Andie Contreras.
CAMELLOS – Manual de estilo (Limbo Starr, 2022)
Rock de manual para disléxicos
Más que ningún otro de sus contemporáneos, Camellos tienen la extraña capacidad de situarse simultáneamente dentro y fuera de lo que podría esperarse de un grupo de rock español actual, especialmente en lo que podríamos considerar el ámbito del indie; un grupo con una manera de hacer rock anacrónica pero con unas formas de expresarse que solo podrían darse en el contexto actual. Cada vez más alejados del sonido garagero de su debut Embajadores (2019), la claridad en lo musical de Manual de estilo los despoja de ciertos tics del rock alternativo de aquí a 30 años atrás, como si pesaran más las horas escuchadas a Loquillo en el coche de los padres que el Ipod lleno de canciones de The Strokes. Luego está esa manera en la que Camellos construyen sus temas, recitando con su característico desapego letras formadas a base de clichés, frases hechas mal recordadas y otras sacadas de episodios de los Simpson, llegando al estribillo memorable casi por accidente: como un hilo de twitter creado por un bot de ‘shitposts’ hecho disco (para bien, por si no había quedado claro). Cuando se desvían de lo críptico y absurdo les da para lanzar un par de dardos certeros al Madrid distópico de 2022 en La libertad y Manual de estilo o para escribir la graciosamente triste Divorcio, uno de sus mejores temas hasta la fecha.
Por Miguel Lomana.
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