Llega el buen tiempo, y con él se vienen los paseos hasta las 12 de la noche al lado de la playa (si el toque de queda nos deja de una vez, claro). Y que mejor manera de acompañar esta entrada de la primavera que escuchar nuestra lista de mejores discos del mes. Te presentamos discos que te harán llorar, reír, bailar, disfrutar, pero sobre todo, ¡te harán sentir!

LOVE OF LESBIAN – V.E.H.N (Viaje épico hacia la nada) (Warner Music, 2021)
Retorno a la fórmula mágica
Pocos grupos en el panorama musical en castellano gozan de un estilo más definido y reconocible que Love of Lesbian. En V.E.H.N. (Viaje épico hacia la nada), su noveno disco de estudio, la banda barcelonesa aparca la luminosidad adoptada en el exitoso El poeta Halley (Warner Music, 2016), para volverle a dar una vuelta más a su exitosa fórmula habitual, basada en mezclar una épica calculada con la siempre evocadora lírica de Sant Balmes. Ahora bien, el álbum presenta perlas que valen mucho la pena como Viento del Oeste, dónde la formación abraza satisfactoriamente texturas sonoras ochenteras, o El Mundo, en la que la banda explora la desnudez a través de diferentes idiomas. También brillan con luz propia las frenéticas Los irrompibles y Catalunya bondage, en la que aparecen Cristina Martínez y Álbaro Arizaleta de El Columpio Asesino. Eso sí, si hablamos de colaboraciones, ninguna destaca más que la protagonizada por Bunbury en El Sur, cuando dos de las voces más profundas del pop español de las últimas décadas se unen en la búsqueda del sentido de la vida.
Por Pere Millan.

ZAHARA – PUTA (G.O.Z.Z. Records, 2021)
Dolor perpetuo y desgarrador
Zahara ha ido publicando sencillos de su nuevo disco porque si hubiese lanzado el álbum entero habríamos sido incapaces de digerirlo. PUTA en mayúsculas, ya es potente de por sí. El primer single que salió a la luz fue Merichane, mote que le pusieron a Zahara cuando tenía 12 años. No sabía que esto era un insulto hasta que se enteró de que así era como llamaban a la puta del pueblo. Este disco es atrevido, personal e íntimo y es imposible no sentirse identificada con sus letras. Mientras lo escuchaba me preguntaba: ¿Cómo puede existir una melodía que acompañe al dolor?. Y es que Zahara ha vuelto a ponerle voz al grito desgarrador de muchas mujeres.
Por Andrea Lázaro.

ZOÉ – Sonidos de Karmática Resonancia (Universal Music México, 2021)
Reflexiones de base Pop
¿Pueden existir melodías más envolventes que las de este disco de Zoé? El grupo mexicano lleva desde 2018 sin publicar álbum y, aunque Sonidos de Karmática Resonancia terminó de grabarse en diciembre de 2020, han preferido esperar hasta ahora para lanzarlo. León Lárregui le pone voz a unas letras sencillas pero que tratan temas tan oscuros como la muerte. El grupo ha decidido que Craig Silvey (Arcade Fire, Artic Monkeys, The National) debía ser quien produjera este disco, lo cual ha sido determinante para conseguir esta perfección pop y lúgubre. Un disco que se ve marcado por la pandemia, por el reposo y reflexión que esta ha dado a toda la industria.
Por Andrea Lázaro.

TOM JONES – Surrounded by time (BMG Records, 2021)
Aleccionando
Antes de cumplir los setenta, Tom Jones decidió abandonar el impulso pop para centrarse en redescubrir sus raíces de modo concienzudo, adaptándolas a las nuevas corrientes. Sabe que sobrepasar las ocho décadas de existencia no permite alegrías, pero aun así sigue en la brecha explorando ignotos espacios sonoros. Surrounded by time su más reciente trabajo, producido por Ethan Jones y Mark Woodwark, bebe de composiciones pretéritas, con aromas a viejo blues y folk, vestidas por el portentoso galés con osados arreglos electrónicos. Sirvan como ejemplos la introductora I won’t crumble with you if you fall (Bernice Johnson Reagon), I won’t lie (Michael Kiwanuka & Paul Butler) o Talking reality blues, pieza original de Todd Snider que Jones modula en estilo ‘spoken word’ para dar más énfasis todavía a su comprometido mensaje anti Trump. No disimula su edad, incluyendo I’m growing old (Bobby Cole), le ofrece inusual brillo a This is the sea (The Waterboys), se recrea, luciendo vozarrón, en O’l mother earth (Tony Joe White) y le planta cara al clásico One more cup of coffee (Bob Dylan) con entereza y sabiduría únicas. Jones cierra su magnífica obra con una espeluznante revisión de Lazarus man, excelso tema del gran Terry Callier. Una nueva lección del maestro de maestros que debería hacer empalidecer a muchos advenedizos.
Por Barracuda.

SHARON VAN ETTEN – epic Ten (Ba da Bing Records, 2021)
Breve recuperación de otras décadas
Remind Me Tomorrow supuso algo así como un punto de inflexión en la carrera de Sharon Van Etten: llegaba como su quinto álbum diez años después de la aparición de Because I Was In Love, el primero de todos ellos, y reflejaba con nitidez el proceso mediante el cual esta artista estadounidense había trazado la línea desde su folk intimista inicial hacia un espacio de larga asimilación de la tradición rockera americana. Es un poco con este espíritu como Van Etten ha recuperado Epic, el que fuese su segundo disco, también diez años después de su lanzamiento original. Para ello ha vuelto a trabajar con el sello que la produjo entonces, Ba da Bing Records –sus tres últimos discos los ha trabajado con Jagjaguwar–, y ha preparado un álbum doble: en la cara A presenta una regrabación de las siete canciones que componen el disco, dando cuenta del proceso de maduración de su faceta como cantante, pero también del empaque que ha ganado como productora desde entonces. La cara B es un espacio abierto a la conversación en el que cada una de las canciones se reformula como dueto con un artista o banda diferente: Peace Signs se agita hacia el punk junto a los IDLES, Save Yourself accede con elegancia a los universos propios del country junto a Lucinda Williams, Love More encuentra formas nuevas de la mano de ese art pop concretísimo que practica Fiona Apple.
Por Adrián Viéitez.

TEENAGE FANCLUB – Endless Arcade (Merge Records, 2021)
Para volver a jugar
El territorio de los Teenage Fanclub fueron los 90: en el corazón de la escena brit-pop supieron desligarse de las solemnidades de otras bandas para firmar álbumes tan ligeros, encantadores y particularmente sensibles como Bandwagonesque, Grand Prix o Songs from Northern Britain, este último grabado con Columbia en 1997, quizá en el punto álgido de la popularidad del grupo. A principios de siglo firmaron con Merge y, a lo largo de la última década, apenas habían lanzado un álbum: Here, en 2016, acaso una declaración de intenciones que reivindicaba una manera más calmada de enfrentarse a la creación una vez los integrantes del grupo se encaminaban hacia los 50 años de edad. Dos años después, el bajista Gerard Love, uno de los miembros fundadores de la banda, abandonó sus filas. Parecía aquella una señal temible, quizá el aviso de una pronta disolución. Por suerte no ha sido así: más bien al contrario, Teenage Fanclub regresan con Endless Arcade, un disco que recupera los sonidos lúdicos de su juventud, las guitarras amontonadas y esa escritura que los coloca en un plano mucho más cercano a lo que pudiesen hacer The Magnetic Fields que de sus compañeros de movimiento –Oasis, Blur, ya se sabe–. Si Here reclamaba un espacio nuevo para el grupo, Endless Arcade llega para decir: sí, hemos cambiado, pero eso no implica que no sigamos siendo, de algún modo extraño, los mismos músicos de siempre.
Por Adrián Viéitez.

DONALLOP – Cara a cara (Plas Plas, 2021)
Dreampop mallorquí
Han passat dos anys des que vam poder escoltar Crisàlide (Satélite K, 2019). Ara amb Cara a cara Joana Pol i Pere Bestard consoliden el seu so submergits en el dreampop mediterrani mesclat amb sintetitzadors i reverbs. Donallop aposta per deixar de banda les guitarres que els definien abans per endinsar-se a l’electrònica, el pop i els sintetitzadors Moog dels anys setanta amb una clara essència oldie, reforçada amb el videoclip de Floridura. Un treball curt de quatre cançons, però que no deixa de banda cap detall, així com les lletres carregades de prosa poètica per introduir-nos a temàtiques atrevides com el suïcidi a Una llum i a la transsexualitat a Paris to Helena. El groove de la banda avança lent però amb passes decidides a fer ressonar el seu dream pop més enllà del Mediterrani.
Por Ivette Amargós.

TWIN – Twin (Hidden Track Records, 2021)
Debut de contrastos
Produït pels cracks de b1n0, portada dels, també cracks, Carles Rodrigo
Per Savina Muros.

DINOSAUR JR. – Sweep It Into Space (Jagjaguwar, 2021)
Un agradable paseo por la zona de confort
En su quinto álbum desde su reunión en 2005 Dinosaur Jr, grupo incontestable del rock ruidoso USA de los últimos 40 años, parecen totalmente asentados en una estabilidad que eludió a la banda durante la década de los 80 y 90. Tomando descansos cada vez más prolongados entre discos (cinco años desde el anterior Give a Glimpse of What Yer Not), uno tiene la sensación de que J Mascis, Lou Barlow y Murph podrían seguir así décadas y siglos, practicando su cada vez más confortable música sin tener que demostrar nada a nadie. Y ahí quizás surge el mayor problema de este álbum en concreto y de la deriva del grupo en general: una uniformidad que hace cada vez más difícil distinguir esta colección de temas de las anteriores. El único cambio a la fórmula por otra parte inamovible supone la labor de producción de Kurt Vile, que también toca en la mayoría de temas pero cuya personalidad queda ensombrecida rápidamente por el fuzz de la guitarra de Mascis. Sweep It Into Space otorga un rato ameno a cualquier fan de Dinosaur Jr. pero desafortunadamente pocas razones para volver.
Por Miguel Lomana.

GRETA VAN FLEET – The Battle At Garden’
Incansable búsqueda de sonido propio
El joven cuarteto de Michigan presenta su tercer trabajo, The Battle At Garden’s Gate, tres años después de los aclamados Anthem Of The Peacef
Por Claudia Blasco.

THE ARMED – Ultrapop (Sargent House, 2021)
Híper-hardcore
La única información verificable al 100% que, a fecha de hoy, se puede hacer de The Armed es que es hacen música, que están basados en Detroit y poco más. La existencia de este proyecto de hardcore punk es un gran misterio plagado de rumores, informaciones contradictorias, falsas pistas y hasta actores contratados para hacerse pasar por miembros del grupo, o sea, una gran performance hecha para atraer la atención del oyente curioso y la prensa desesperada por historias enrevesadas. Esta actitud performática, claro, permea también en la música. El título y portada de este Ultrapop puede parecer al principio una broma, estamos al fin y al cabo ante un disco de post-hardcore caótico y bastante extremo en su sonido, pero bajo ese muro de sonidos saturados al extremo se pueden encontrar enterrados estribillos coreables y cierto sentido de la melodía, un planteamiento no muy alejado a los artistas del PC Music y el ‘hyperpop’, pero aplicado al sonido punk. El resultado es un experimento que conserva el interés aún aislándolo de su complicado contexto y que acaba siendo bastante adictivo.
Por Miguel Lomana.

GUINEU – Forats Negres (Gora! Records, 2021)
L’energia cuquitrash
Després de l’èxit del seu darrer single Putu Any, Guineu publica el seu primer LP, Forats Negres. Així com en el single evocava la ràbia, la tristesa i la buidor que ens ha deixat a tots el confinament i l’any de la pandèmia, en aquest nou disc Aida Giménez explica vuit bucles en els quals ella ha quedat atrapada com en un forat negre, una regió de l’espai de la que res pot escapar. D’aquí la mirada cansada però desafiant i de mala hòstia de la portada. L’artista terrassenca tracta temes com els records d’infància, la superació d’un amor que ja no tornarà o altres sentiments universals com la llibertat. Per contra, el disc tanca amb una cançó més pausada i romàntica, La Millor Part. Tot i classificar-se com a indie pop en català, amb melodies “cuqui” i tendència “trash”, aquest disc denota un to més rocker, potent i captivador, que t’empeny a saltar i a ballar.
Per Víctor Perramon.

YUNG BEEF – El Plug 2 (La Vendición, 2021)
El disco es suyo y se lo folla cuando quiere
La Albany, Uzii Gaang, JoshOrtiz, Young Caza, Alex Fatt y hasta una treintena de artistas y productores colaboran con el enfant terrible y máximo representante del trap nacional Yung Beef, que presenta hora y veinte minutos de delirio musical en su nuevo disco El Plugg 2. 24 temas oscuros, introspectivos y sentimentales. Eclecticismo, ironía y ausencia de ritmos y estribillos comerciales, toda una declaración de intenciones. Y desde samples de Kiss, Bôa o H
Por Claudia Blasco.

MARCO FONKTANA – Crooner (Kasba Music, 2021)
Portadas que hablan por sí solas
Se puede tener estilo, se puede tener carisma y se puede tener pasión. Pero lo de Marco Fonktana es otra historia, es otro rollo. Y, con este trabajo, tantos años en la movida urbana y el hip hop de la ciudad se notan (y mucho). Crooner tiene la capacidad de desprender madurez y sabiduría a la vez que transmite un rollazo actual, joven y a la última como si fuera el debut de un artista que acaba de producir sus temas en el garaje de casa. Que cóctel, ¿no? Pues sí, es exactamente lo que representa Marco Fonktana: MC, letrista, compositor, productor y, sobre todo, pieza clave para entender la escena hip hop barcelonesa tanto del ahora como de hace unos años. Desde Introduciendo al Crooner, primer tema del LP, a Reflexiones de un Joven Aspirante a MC, gran final, el de Barna nos golpea a versos, a veces suaves, a veces fuertes. Un trabajo con el que, una vez más, Fonktana nos dice Yo tengo un Don. Y aquí lo podéis escuchar. Una cosa más, la portada habla por sí sola: las referencias al hip hop de antes están claras.
Por Savina Muros.

DERBY MOTORETA’S BURRITO KACHIMBA – Hilo Negro (Primavera Labels/Universal Records, 2021)
Caleidoscopio andaluz
Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, la banda sevillana que bautizó en 2019 su cóctel de referencias y estilos como kinkidelia, es ahora un colectivo mucho más maduro capaz de pasear con orgullo y seguridad esta nueva etiqueta, dispuestos a convertirla en nueva marca cultural y referente “made in Andalucía”. Lo de conseguir crear un subgénero propio y auténtico desde el primer momento nunca fue tarea fácil, aunque sí valorable, pero ya daba la impresión de que sus canciones –una quimera febril a caballo entre Triana y los King Gizzard–, iban a caducar pronto. Pero sorprende ver que no es lo que ha sucedido. Tras su rápida consagración dentro del panorama nacional, evolucionan con Hilo Negro donde parecen haberse divertido un poco menos a la hora de grabar y componer, con algo menos de salvajería y aleatoriedad, ganando con ello serenidad en la producción y rigor compositivo. Se trata de un trabajo superior, mucho más ordenado, que aun conservando las referencias ardientes al rock andaluz, se empapan por momentos de un guitarreo más árido y un rock pesado que contentará a puretas de melena larga. Y aun así con todo, hay nuevas capas de distorsión y misticismo, incorporaciones instrumentales más largas y algo de electrónica y experimentación, en una nueva etapa más inspirada de un grupo que, ahora ya sí, podemos calificar como reyes absolutos de la psicodelia kinki.
Por Pau Ensenyat.

THE WHO – The Who Sells Out (Polydor, 2021)
Una parodia de la época comercial de la música
Hay que preguntarse cuánto ha cambiado la relación entre la música y el mundo comercial desde los años 60 hasta ahora. Este mes, The Who ha lanzado una versión ‘Super Deluxe’, del álbum satírico y ecléctico The Who Sells Out de 1967, ahora con cinco discos y 112 pistas. Es una clara parodia de una época en la que los músicos, incluso The Who, empezaron a “venderse” grabando canciones para anuncios, que personificaba la canción de The Rolling Stones para promocionar ‘Rice Krispies’. Esta crítica se desarrolla en el disco conceptual que pretende ser un programa de una estación de radio pirata. Entre canciones sobre una diversidad de temas no convencionales, por ejemplo Tattoo, sobre la masculinidad, y Mary Anne With The Shaky Hand, sobre la masturbación, se intercalan anuncios breves y satíricos, como Heinz Baked Beans o Merdac. Sin embargo, todas son típicas del estilo rock de The Who –incluso hay una canción ‘mini opera’, Rael, característica de los discos siguientes del grupo–. Sobre todo, es una ráfaga absurda del pasado, porque se nota que ya estamos acostumbrados a ver a músicos inseparables de este mundo comercial.
Por Scarlett Reiners.
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