Sabemos que vas a necesitar una buena dosis de discos para soportar el frío de estos días. Es por eso que te traemos los mejores discos de noviembre, como Fotosíntesi de La Fúmiga, para no parar de bailar, o lo último de Damon Albaran, para abrazar la tristeza del invierno. También te vas a encontrar con las valoraciones de los últimos trabajos de Bruno Mars y Anderson Paak, Curtis Harding, Maria Rodés y La Estrella de David, ABBA y b1n0. La variedad de esta recopilación te va a permitir acompañar con música todos tus momentos.
IDLES – CRAWLER (Partisan, 2021)
Gritando tras millas y millas
La fulgurante trayectoria de Idles en el panorama rock/punk estos últimos cuatro años ha sido algo digno de admirar, incluso para los que no nos acababa de seducir su propuesta, un ruidoso post-punk basado en la repetición, el ataque de bajos y el estribillo vociferado a modo de eslogan, presentado en Brutalism (2017), perfeccionado en Joy as an Act of Resistance (2018) y llevado casi a la extenuación en su anterior álbum Ultra Mono (2020). Esto hace a CRAWLER el disco que obliga al grupo a probar cosas nuevas, si bien con un pie aún puesto en el sonido anterior; el clásico álbum de transición. Los cambios no tardan en hacerse notar; ya solo el primer tema, MTT 420 RR, una introducción de paso lento y con el sinte como instrumento principal, se sitúa en las antípodas del asalto sónico con el que empezaba Ultra Mono. El disco esconde algunas otras sorpresas, como la industrial y medio rapeada Car Crash o The Beachland Ballroom, una introducción al soul muy al estilo de sus contemporáneos Iceage en la que el cantante Joe Talbot se permite modular su registro habitual. La otra cara, la de su sonido clásico, se mantiene efectiva aunque algo menos interesante, resultando la mezcla de estas dos en un álbum con varios picos y valles, un trabajo loable pero algo desequilibrado en su concepción.
Por Miguel Lomana.
RUFUS T. FIREFLY – El largo mañana (Lago Naranja, 2021)
Tomorrow comes today
Han pasado 3 años ya desde que se produjera –en cuanto a nueva música se refiere, ya que nunca han parado de girar– un silencio prácticamente total por parte de la banda de psicodelia madrileña Rufus T. Firefly, que con Magnolia (2017) y Loto (2018), discos hermanos, abrían y cerraban un ciclo de reconocimiento unánime que hasta entonces les había esquivado. Ahora, con este El largo mañana, la intención de cambiar de página parece patente ya solo desde la portada, gruesos trazos de blanco y negro frente a la masa de color de sus dos anteriores; desde luego ofrece una comparación apropiada para la parte musical, que aquí se torna mucho más serena y reposada. Los rasgos que han hecho al grupo una referencia en el rock español, es decir, los riffs de Víctor Cabezuelo, la expresiva batería de Julia Martín-Maestro y la apuesta por el sintetizador como parte integral de su música, siguen aquí presentes, pero domados y, en cortes como Polvo de diamantes, con miras al rock psicodélico más tradicional.
Por Miguel Lomana.
VVV [TRIPPIN’YOU] – Turboviolencia (Helsinkipro, Flexidiscos, Conjuro, 2021)
Depresión post-‘makina’
Aunque tal vez sea pronto y el paso del tiempo será el único juez en este asunto, el tercer disco de Adrían, Elinor y Salvi, es decir VVV (o Trippin’you, que para eso tienen dos nombres) suena como un punto pivotal para esa escena revival del post-punk ochentero que se viene gestando en Valencia y Madrid de aquí a un tiempo; un hito que marca algo en el horizonte, un disco de los que van a ser recordados, vamos. Y no es para menos: los 30 apretados minutos de Turboviolencia son una cosa apabullante, una clara evolución sonora con respecto a Escama que convierte en algo tangible el ‘neo-bakala’, la etiqueta con la que se han dado a conocer en la prensa musical. VVV suponen el reverso de la euforia asociada a esta música, la resaca química, el pesimismo y el agujero negro que llega la mañana siguiente, y lo representan como ningún otro grupo, mostrando que la distancia entre la oscuridad del coldwave y el trance del drum n bass y el ‘makineo’ son menores de lo que aparentan.
Por Miguel Lomana.
COURTNEY BARNETT – Things Take Time, Take Time (Marathon Artists, 2021)
Time is money and money is no man’s friend
Courtney Barnett té una ànima de poetissa. És d’aquelles cantautores que escriu sense embuts i pren distància emocional per compondre inspirant-se en les seves experiències vitals. Things Take Time, Take Time es va concebre durant la pandèmia i l’aïllament va coincidir amb la ruptura de l’artista amb la seva parella i, alhora, companya dalt dels escenaris, Jen Cloher. El disc s’enriqueix amb múltiples gèneres com ara el country, la psicodèlia, el folk i l’indie rock. La música contemplativa retrata el dol i el procés de desprendre’s emocionalment d’algú a qui has estimat, però que ja no ho fas de la mateixa manera. Barnett no es pot estar de jugar amb el temps, sobretot a Rae Street quan recita: “Time is money and money is no man’s friend”. A If I Don’t Hear From You Tonight, de fet, a través de la idea que les estrelles tard o d’hora moren, la cantautora dona a entendre que les relacions amoroses no són eternes i això, encara que costi, s’ha d’acceptar. En definitiva, amb pinzellades de Bob Dylan i dels Beatles, entre altres, Courtney Barnett és capaç d’introduir els i les oients al seu univers de sanació personal i d’inici d’una nova etapa comptant sempre amb ella mateixa i amb la seva solitud escollida.
Per Raquel Ashby
DAMON ALBARN – The Nearer the Fountain, More Pure the Stream Flows (Transgressive, 2021)
Ejercicios de meditación
Para un artista tan sumamente inquieto como Damon Albarn, a quien desde 2010 le ha dado tiempo a sacar cinco discos con Gorillaz (desmantelando y reactivando el proyecto entre medias) y a resucitar tras una década de inactividad primero a Blur con The Magic Whip (2015) y después a The Good, The Bad and the Queen –amén de hacer labores de compositor para otros artistas como Kali Uchis o Vince Staples– la noción de separar su música en otro compartimento más, esta vez bajo su propio nombre, puede sonar algo absurda. Sin embargo, la mira con la que parte Damon Albarn para sus discos en solitario, primero Everyday Robots y ahora el que nos ocupa, es lo suficientemente particular para garantizar esa distinción. The Nearer the Fountain, More Pure the Stream Flows, es una obra reposada y melancólica, con trazas del estilo habitual de Albarn pero mucho más enfocado en la textura y el ambiente. Junto con canciones que podrían formar parte del repertorio más suave de Gorillaz como Royal Morning Blue o Darkness to Light, se pueden encontrar interludios que se asoman hacia la música drone o a la instrumentación jazz que componen, tal vez, las partes más interesantes de este disco.
Por Miguel Lomana.
BRUNO MARS, ANDERSON PAAK, SILK SONIC – An Evening With Silk Sonic (Aftermath / Atlantic Recording, 2021)
An Evening With Silk Sonic: un homenaje a la música Motown
Cuando escuchas el álbum de Silk Sonic, el dúo integrado por Bruno Mars y Anderson Paak, te da la sensación de que estás entre el público en los años 60. O como si retransmitiesen su concierto y toda la familia, impaciente, estuviera enganchada al televisor esperando a que empezara. Leave The Door Open es una canción genuina y tierna, que recuerda a la energía de I’ll Be There (Jackson 5), dirigida a una mujer a la que admiran e invitan a cruzar el arco de la puerta cuando ella desee. Fly As Me, en cambio, tiene un componente macarra (“Merezco estar con alguien tan guay como yo”) aliñado con el funk de Kool & The Gang y la influencia de Rick James en su descontrol controlado de la voz. After Last Night correspondería a un R&B más actual y popero como el de Babyface, el cual contrasta con el soul a bajo tempo, así como el de tipo enérgico a lo James Brown. Se nota que es una obra para rendir homenaje a la música Motown. Sin la emergencia de artistas como Marvin Gaye, Luther Vandross o Stevie Wonder, entre otros muchos, que formaron parte de ella seguramente no gozaríamos de muchos de los temas de cantantes que aún a día de hoy se inspiran en esta corriente para encontrar y comunicar su propio arte.
Por Raquel Ashby.
CURTIS HARDING – If words were flowers (Curtis Harding, Anti, Pias, 2021)
Un ram de flors sempre triomfa
If words were flowers és un elegant ram de flors que, lluny de seduir noves audiències i conquestes, està dedicat a seguir enamorant i cuidant les persones que ja gaudeixen del cor del soul. Curtis Harding és un cantant i compositor estatunidenc que va sorgir arran del renaixement del soul de la dècada dels 2000. Després de consolidar-se en el gènere amb Soul power i Face your fear, ens presenta un nou treball on explora l’amor contemporani des del soul tradicional.
A excepció de l’experimental tema So Low, el disc es manté fidel a la senzillesa i la bellesa instrumentals. I és que per què canviar allò que funciona? L’elegància d’un aromàtic ram de flors mai passarà de moda. Així ho demostren els temes més escoltats del disc, Hopeful i I won’t let you down, en què sentim harmonies corals de gòspel. La seductora veu de Harding t’abraça l’ànima i és terapèutica. Les seves paraules, lluny de ser cursis, són carícies de vellut. El disc, en definitiva, ens mostra amb l’exemple com cuidar, en vida, els nostres éssers estimats. Regalem-los flors ara, abans que sigui massa tard.
Per Júlia Palacín.
JOAN AS POLICE WOMAN, TONY ALLEN, DAVE OKUMU – The Solution Is Restless (PIAS Recordings, 2021)
Un popurrí entre dos (o más) aguas
The Solution is Restless es un disco ambiental y poco ortodoxo en cuanto al sonido y al ceñimiento a la estructura convencional de una canción. La parte instrumental sobresale por su capacidad de marcar el funk con el bajo –así como por su habilidad de saber integrar múltiples instrumentos de los cuales emana una distinta naturaleza artístic – y de mezclarlo con elementos experimentales. En The Barbarian, la primera pieza y además la más larga del álbum, se funde una voz hipnotizante con el piano que a ratos va in crescendo. Hacia el final se puede escuchar música oriental y, de fondo, percusión. Esta combinación harmónica encaja a la perfección y destaca por su emoción melódica. Las notas graves del piano, así como el órgano, aportan a Take Me To Your Leader un sonido góspel como si nos hubieran teletransportado a una iglesia estadounidense. Al fin y al cabo, este LP es admirable, en tanto que se atreve a tomar riesgos y a decir la suya en los cánones musicales establecidos. Es muestra de ello el fragmento que protagoniza el teclado en el tema The Love Has Got Me, el cual diferencia la primera parte de la segunda. Me quedo, asimismo, con la complicidad y la pequeña comunidad que crearon estos músicos al compartir y grabar su arte. Por suerte, siempre lo podrán volver a escuchar, y nosotros también.
Por Raquel Ashby.
ADELE – 30 (Melted Stone, Columbia Records, 2021)
Èxit rere èxit
El nom d’Adele és sinònim de reputació i vendes massives. De fet, cada cop que anuncia nou disc, el públic entra en estat de shock i accepta de manera impacient una espera massa prolongada en el temps. El poder de l’artista és tan gran que pot fer que una plataforma com Spotify canviï la seva manera de fer. No obstant, el treball i la valentia de la cantautora són els encarregats de seguir coronant-la com una de les artistes més importants del panorama musical. Parlar de la prodigiosa veu de l’Adele és massa propi del 2011, així que ens estalviarem aquest moment, ja que ha demostrat la seva capacitat vocal disc rere disc. A 30 ens trobem amb una Adele oberta en canal que ens convida a explorar a les seves angoixes, relacionades amb el divorci, la maternitat o el sentiment de fracàs personal. Easy On Me és de les primeres cançons del disc i resulta enganyosa perquè recorda a les cançons dels discos anteriors. Quan avances descobreixes la riquesa musical del disc, protagonitzada per un soul-funk present a cançons com All Night Parking i un estil clàssic en format de balada a Strangers By Nature o Love Is A Game. La fluïdesa que presenta a l’hora de desplaçar-se pels diferents gèneres és digna d’admirar. Cal fer una especial menció a My Little Love, que ofereix un moment íntim i familiar a través d’una nota de veu real entre el seu fill i ella. Només ens queda donar les gràcies a la valentia d’artistes com l’Adele.
Per Paula González.
TAYLOR SWIFT – Red (Taylor’s Version) (Republic Records, 2021)
Las facetas de Taylor Swift en 30 canciones
Red (Taylor’s Version) recopila canciones de sus anteriores discos y no deja de ser un tributo a sus experiencias vitales y a su longeva carrera musical. Cabe decir que esta empezó con el exitoso Fearless, un primer álbum con una madurez artística sorprendente por lo joven que era la cantante en aquel momento y que destacó por integrar baladas y temas enérgicos enmarcados en la música country.
Temas como I Knew You Were Trouble, 22 o We Are Never Ever Getting Back Together recuerdan a la transición al pop que marcó un punto de inflexión en su trayectoria, lo cual conllevó aplausos y críticas por parte de algún que otro purista. Sin embargo, Red, Treacherous, All To Well y I Almost Do, entre muchas otras, nos hacen recordar el bagaje original de Swift, característico por letras entrañables y, a su vez, desgarradoras. Mientras que Red y Treacherous aluden a un amor apasionado, pero inestable e imprudente – algo que, como ella misma recita, inevitablemente, le atrae –, All To Well y I Almost Do culminan en Better Man, porque lo que se pregunta la autora es qué frutos habría dado ese amor si hubiera estado con un hombre que la valorase no solamente cuando ya la ha perdido. Lo que pone en evidencia este álbum es la estampa personal que ha hecho distinguible el arte versátil de Taylor Swift y su don no solo como intérprete, sino también por su faceta de compositora.
Por Raquel Ashby
SOLEÁ MORENTE – Aurora y Enrique (Elefant Records, 2021)
Silbidos infantiles para invocar otros veranos
La familia Morente ha sido fundamental para imbricar el flamenco, o al menos la raíz del cante, con los múltiples géneros musicales que han copado el ámbito de lo ‘popular’ a lo largo de los últimos 30 años. El camino elegido por Soleá, la hija mediana de Enrique Morente y Aurora Carbonell, fue el de emanciparse pronto del corte eminentemente folclórico de su hermana mayor Estrella para acercarse al terreno de cierto indie-pop al que, sin embargo, nunca ha cedido por completo su territorio. La familia Morente es, valga el pretexto, la protagonista del cuarto disco de estudio de Soleá, titulado bajo la sombra de sus padres y en el que Estrella Morente también participa, prestando su voz a esa delicadeza synth-pop-flamenco de nombre El pañuelo de Estrella. Este Aurora y Enrique sigue con evidencia la estela que marcó a comienzos del pasado año Lo que te falta: Soleá Morente se siente cómoda recogiendo, observando lo que sucede en el panorama musical contemporáneo -las espléndidas colaboraciones con Triángulo de Amor Bizarro y Marcelo Criminal son las más pulcras evidencias- y trayéndolo todo de vuelta a su casa, a la palmada clásica del flamenco que, como su padre Enrique ya se encargó de enfatizar en el icónico Omega -que viene de cumplir 25 años-, no son incompatibles con las indagaciones instrumentales del rock ni los paisajes sonoros de la música electrónica. Todo eso está en Aurora y Enrique, que sin embargo no deja de ser un disco de abrumadora sencillez: las diminutas dimensiones de las imágenes propuestas, el cuidado de una producción que se encarga de que ningún sonido se quede en un background borroso y la fluidez con la que los géneros musicales dialogan a lo largo de sus once cortes convierten al último trabajo de Soleá Morente en un fiel reflejo de su quehacer artístico, con la generosidad y la curiosidad por delante y todo este mundo acuático, poblado de secretos y de criaturas fascinantes, navegando por detrás.
Por Adrián Viéitez
MARÍA RODÉS & LA ESTRELLA DE DAVID – Contigo (Elefant Records, 2021)
Para bailar el country hacen falta dos caderas
David Rodríguez –La Estrella de David, para lo que nos concierne- y María Rodés se han juntado para hacer un disco: menuda polvareda. Del pop melancólico del primero y el folk-pop suave de la segunda ha nacido una suerte de álbum de corte country que no pierde ni la amargura cómica de David -perfectamente reflejada en la canción que cierra el asunto, titulada Nos vamos a divorciar– ni la exactitud lírica de María -que habita con fuerza varias de las canciones que nos ocupan, pero quizá lo haga en Eres más que en ninguna otra-. Este disco nos prueba, en primer lugar, que el diálogo siempre añade algo a la ecuación; bien sea por la imposibilidad del solipsismo o el joie de vivre de componer a la vera del otro, este Contigo se siente en primer lugar divertido, fascinado por su propia manera de moverse. La serenidad de María Rodés apaga los restos de autoindulgencia propios de la escritura-por-exceso de La Estrella de David; la afilada mirada sobre la cotidianidad de David resuelve los espacios más blandos de las composiciones de María. El disco se sabe singular: se llora y se baila, en un espectáculo autoirónico esparcido de ternura, un rodeo invadido de guitarras y particularmente nocturno, una danza de dos, una danza contigo.
Por Adrián Viéitez.
VETUSTA MORLA – Cable a Tierra (Pequeño Salto Mortal, 2021)
Letras bien afiladas
“Dime si es verdad que las canciones hieren y esta la tendré bien afilada”. Así de amenazante se muestra una de las letras del nuevo disco de Vetusta Morla, Cable a Tierra. La banda española de indie rock se sirve de la música de raíz, de los estilos folclóricos y de la poesía para estremecernos con los peligros del amor. La propuesta arranca con fuerza, con el sencillo Puñalada trapera, en que la guitarra y la pandereta nos anuncia la traición que está por venir. Corazón de lava, aún más alarmante, nos advierte del daño y del dolor emocional, mediante un tétrico canto al piano. La tensión insostenible del disco parece ceder un poco hacia el final, con temas como el aclamado Finisterre. Así, aunque el disco asocie el amor con el peligro y la vulnerabilidad, termina aceptando, a mi entender, el riesgo que implica querer. Cable a Tierra me ha parecido una propuesta musicalmente hablando muy diferente y recomendable. Con letras magistrales, como la del tema Palabra es lo único que tengo, y sonidos musicales folclóricos, como muestran los violines de cuerdas rotas en La Virgen de la humanidad, se ha convertido en uno de mis preferidos del mes.
Por Júlia Palacín.
COLECTIVO DA SILVA – Casa Vargas (Subterfuge Records, 2021)
Una oda a l’amor
Casa Vargas és, sens dubte, una oda a l’amor. El disc pren el vol amb el tema Invítame a tu casa, el qual sembla descriure el moment d’atracció inicial amb algú que sol anar acompanyat per la incertesa. Una cançó més aviat de pop sintetitzat i alternatiu, marcada per la presència de la guitarra elèctrica de fons, que juga amb la fantasia de menjar-se a petons la noia que els agrada. Tú Me Pones Nervioso té una Motown vibe, sobretot pels trets del baix, i seria la sensació que complementaria la primera fase d’una relació amorosa. A Nos Vemos Luego es produeix un inesperat gir de guió en el qual predomina un ritme caribeny. Que Dios Bendiga el Reguetón segueix la mateixa línia i, curiosament, el tros en què comencen a entonar “Yo soy tu gatito” recorda al so que s’associa amb Grease. ¿Conoces a Mi Mamá? arriba a la meitat de l’àlbum per parlar sobre l’enamorament, i la tornada s’aproxima al que coneixem com a pop espanyol, però sense tirar tant cap al gènere indie. Amb After viatgem a l’època dels 80 de la música disco, de la qual grups francesos com Daft Punk han agafat el relleu. Motivos, amb una sonoritat i una melodia propera al bolero, marca la fi de l’obra, però no la de la relació mentre reafirmen: “Yo concluyo que mi motivo mejor eres tú”.
Per Raquel Ashby.
IZAL – Hogar (Hook Ediciones Musicales, 2021)
El cobijo al que regresar
Hogar empieza a sonar a las 7:44 Am, gracias a los rincones y a los cantos que brinda la naturaleza. El disco, a mi parecer, rinde homenaje al amor en todas sus formas: al familiar, al de pareja, al propio y al de amistad.
Meiuqer – réquiem al revés –, se enriquece de la energía ambiental del anterior y adquiere un sonido que tiende a asociarse con la música de la Iglesia. Esta cualidad es mezclada con un tipo de country que recuerda a los Mumford & Sons. Fotografías es de los temas más emotivos, en tanto que logra ir in crescendo, a la vez que trata sobre el paso del tiempo y sobre el amor incondicional hacia ” todas y todos los que hicieron que valiera la pena saltar a esta piscina sin saber si estaba llena “. He Vuelto también se trata de una canción nostálgica, ya que describe cómo echan de menos a alguien a quien amaban, a pesar de estar viviendo el sueño de sus vidas. En efecto, este álbum tiene un aura sonora que bebe del rock alternativo y el folk con el que también han experimentado bandas como The Fray, The Killers, Kodaline o Keane. Las letras transitan por la introspección, el desamor, el dolor y la felicidad. Esto crea una armonía ideal para mantener una conversación con quien sea que las esté escuchando en su hogar, un lugar al que de vez en cuando es necesario regresar.
Por Raquel Ashby
ABBA – Voyage (Capitol, 2021)
Soy la niña que se fue al espacio hace tanto tiempo
La historia de ABBA fue corta y fulgurante: ganaron Eurovisión, lanzaron un puñado de álbumes a lo largo de los 70 y se convirtieron, desde la Suecia insospechada, en uno de los cornerstones de la música disco-pop que inauguraba una nueva actitud estética: la propia de los años ochenta, del sintetizador y las luces titilantes. Más insospechado que su origen, sin embargo, ha sido el regreso de este cuarteto tras nada menos que cuarenta años sin producir música nueva. El resultado es diabólico: Voyage se acopla con tanta naturalidad al hilo musical de ABBA como a las tendencias musicales contemporáneas, dejándonos en el abismo de un dilema irresoluble: o bien estamos en 1981, o bien los reyes del pop sueco hicieron música para el futuro. En Don’t Shut Me Down, uno de los dos singles adelantados al lanzamiento del disco, adivinamos la nostalgia suave y esperanzada propia de los grandes éxitos del grupo, en esa intersección tan delicada entre la melancolía y las ganas de bailar. Alrededor de ese eje lleno de fabulaciones líricas se construye Voyage, una miríada de canciones que apuntan hacia el pasado con la misma fijeza con que se disparan al futuro abrazadas al folclore, lo narrativo, la experimentación formal y la consolidación de un sello que ha encontrado la hebra a través de la cual escurrirse desde los setenta hasta hoy. También de las estrellas se cuenta que el brillo al que asistimos no es más que un reflejo emitido millones de años atrás.
Por Adrián Viéitez.
ALIZZZ- Tiene que haber algo más (Warner Music, 2021)
Sortir del backstage
Fa uns mesos que el nom d’Alizzz, el productor d’una gran part de la discografia de CTangana, només era conegut per una petita part. No obstant això, ja fa un any que l’artista va decidir emprendre el seu propi camí en solitari per llençar cançons com Todo me sabe a poco o Ya no siento nada. Durant aquests mesos també ha col·laborat amb artistes com Amaia a El Encuentro i, recentment, amb CTangana a Ya no vales, que tracta la data de caducitat de les dones a la indústria cultural. Aquestes cançons van servir per assaborir el seu talent i començar a forjar seguidors de la seva pròpia música, però ara hem pogut gaudir de 5 cançons inèdites amb col·laboracions completament inesperades, com la de la Rigoberta Bandini. L’univers narratiu de la cantautora es veu reflectit a Amanecer, una cançó que ens trasllada al ‘mañaneo’ definitiu per descriure’ns la fi d’una festa. Sota el pseudònim d’Alizzz, Cristian Quirante ha decidit sortit del backstage per posicionar-se al capdavant de l’escena indie nacional.
Per Paula González.
B1N0- bi (Hidden Track Records, 2021)
Nous horitzons musicals
b1n0 torna amb bi, un EP que ens permet viatjar per 5 cançons coherents amb un so molt característic. Seria injust parlar d’electrònica i prou. Els samples, els beats i els sintetitzadors s’encarreguen de configurar un so que s’allunya del purisme electrònic que caracteritzava el seu últim disc b1n0. També és innegable que bi es nodreix de diferents referents musicals, però el resultat sonor és un híbrid únic i peculiar que costa encasellar o reconèixer de forma clara en altres artistes. A més, l’àlbum compta amb 4 col·laboracions locals de categoria. El seu darrer disc ja era una advertència sobre el bon gust de la banda a l’hora d’escollir artistes col·laboradors i vam poder gaudir d’una Núria Graham passada pel filtre de l’electrònica -fusió que no us podeu perdre-. En aquest cas trobem cançons amb artistes com en Ferran Palau (BUM BUM) o la Meritxell Nedderman (N0). Ara bé, trobo molt necessari destacar la curiosa fusió de b1n0 amb Tarta Relena, una col·laboració que et trencarà el cap i et transportarà a una espècie d’aquelarre electrònic. A bi trobarà risc i emoció combinat amb un gust per l’experimentació i la cerca de nous horitzons musicals.
Per Paula González.
DELAPORTE – Abril (Mad Moon Vision, 2021)
Un cóctel que revifa la set
Després de molt temps de discoteques tancades, tornem a sentir vibrar les cançons al club. L’excel·lent duo de música electrònica, Delaporte, sap que la tornada no ha estat fàcil i sota del nom d’Abril —un mes de canvi per la banda—ens regala quatre temes electrònics i tres remixes que ens acosten els sons més club. El disc de Delaporte és un cóctel agredolç que passa ràpidament per l’esòfag, una beguda que condensa a la perfecció les intenses sensacions que es poden acumular al llarg d’una nit de festa al club: Desnudarnos otra vez aporta la dosi de sexe i èxtasi a l’experiència. Droga dura i Narciso, amb un so propi del house dels noranta, ens parla de persones i actituds tòxiques i egoistes de les quals hem de fugir. Kryptonita, al seu torn, representa l’ajuda dels amics, que ens fan sortir de la foscor i tornar a brillar. Sentir les noves produccions de Delaporte és sempre per a mi emocionant. L’electrònica del grup em va captivar fa anys i em va guanyar amb les seves col·laboracions a TITANAS—. He de dir, però, que aquest saborós cóctel de cançons (Abril) m’ha deixat amb set de més.
Per Júlia Palacín.
MARÍA ESCARMIENTO – Diplomática (Primavera Labels, 2o21)
Perrea sin sentirte mal
Desde que empezó a componer su música lo tuvo claro, así que quiso trabajar en un sonido fresco y urbano. Con su anterior y primer EP Sintiéndolo Mucho ya nos demostró el camino que iba a emprender y a través de canciones como La Bomba nos advirtió del talento que poseía para hacer perrear a todas sus oyentes. Las canciones del nuevo álbum de Maria Escarmiento siguen la línea de sus anteriores composiciones -lo cual agradecemos-. Se trata de un sonido oscuro con beat de reaggeton, es decir, con canciones como Las Veces Que Estoy Sin Ti parece que la artista pretende hacernos bailar y llorar a la vez. Algunos de sus temas anteriores, como Castigo, ya nos transmitían esa melancolía amarga que volvemos a encontrar en las canciones del nuevo EP, así que Maria Escarmiento ha vuelto con Diplomática para reafirmar su estilo. En cambio Borracha, el single del disco, es un canto al disfrute del presente, para saborear el momento y recordar que “los remordimientos no sirven de nada… ya veremos mañana”. Si tienes ganas de disfrutar de buen reggaeton sin sentirte mal por según qué letras, Maria Escarmiento es tu artista. El amor tóxico, la seducción inicial o la añoranza tienen cabida en un EP sincero que seguro que se queda corto para muchas. Está claro que, paradójicamente, las canciones de la artista brindan luz al género.
Por Paula González.
RAN RAN RAN – Clàssics populars (Bankrobber, 2021)
Tant se val el que diran-ran-ran
Clàssics populars és un disc per parar-se a respirar, enmig de l’estrès de la rutina. Es tracta d’una música cuita a foc lent i amb molta tendresa. L’agradable veu d’en Ferran Baucells, que se situa en el registre parlat i posa l’accent sobre cada paraula, ens permet assaborir el missatge amb calma, amb oracions simples, però directes (“tant se val el que diran-ran-ran”) les cançons del grup uneixen de manera similar a la música de cau, d’esplai o de colònies. Ran Ran Ran ens ofereix temes com Fulles, en els que sentim un deliciós puntejat de guitarra, uns exquisits violins i uns encertats cors femenins, cortesia de Martina Borrut. D’entre els dotze temes del disc, Leviatan i Idiots savants són potser els meus preferits, pel toc de realisme màgic que incorporen sobre els afers quotidians. També m’han agradat especialment Cendra i Pioners, per la seva èpica motivacional i el seu so de pop domèstic. Per acabar, en un disc que parla de la quotidianitat, no podríem deixar de mencionar el tema Viure, que ens fa valorar les petites coses i la Cançó d’ultratomba, sobre el moment en què arriba la mort.
Per Júlia Palacín.
LA FÚMIGA – Fotosíntesi (Halley Records – 2021)
Tindrem més hores de llum
Començar el dia escoltant el nou disc de La Fúmiga és dir sí a la vida. El recent àlbum de la multiformació valenciana, Fotosíntesi, està compost de deu cançons lluminoses i optimistes. Amb una poderosa secció de vents, entre la que sentim trompetes, trombons, saxo i bombardí, el grup aconsegueix donar un caire festiu a tot el que sona. Temes com Comèdia dramàtica ens acosten la sonoritat pròpia de les bandes balcàniques i de les brass bands del centre d’Europa.
Fotosíntesi és energia, llum i vida. És també una celebració de les arrels valencianes. Els dotze integrants de la formació, que es van fer amics a la banda municipal d’Alzira, col·laboren en aquesta ocasió amb la catalana Suu i amb projectes valencians com Zoo, Samantha, Esther i Jonatan Penalba. Amb aquest últim, fan el tema més tranquil del disc, Llavors, en què vetllen per la integració de les persones a la seva terra, que ha estat històricament enfrontada i dividida.
Per Júlia Palacín.
LA SENTINA – Brutalismes (La Sentina- Associació Cultural Indian Runners, 2021)
La brutalitat de l’existència
La Sentina torna per presentar Brutalismes, el quart disc del duo format per l’Albert Girons i l’Ildefons Alonso (El Petit de Cal Eril). En aquest àlbum íntim trobem preguntes, reflexions i sentiments que acompanyen a l’Albert en aquest viatge vital. Les lletres s’encarreguen de deixar constància d’algunes vivències, a més de l’aprenentatge que aquestes ens proporcionen. S’ha de ser valent per parlar de l’amor -o més aviat, del desamor- i a cançons com Raig trobem la veritat més pura sobre la brutalitat dels impactes, provocats pels acomiadaments. L’enyorança es presenta com una conseqüència inherent de l’existència i sentim parlar del sentiment de solitud amb tranquil·litat. Brutalismes planta cara a la vida per convertir els moments reflexius en poesia.
Per Paula González.
LA CORDA FLUIXA – Mirant Endins (Guspiria Records, 2021)
Viatge introspectiu
Mirant Endins arriba a l’època més oportuna de l’any. Durant l’hivern a tots ens agrada ser seduïts per música trista i melancòlica, però una bona dosi d’optimisme sempre s’agraeix. El grup de La Cerdanya La Corda Fluixa ens presenta un disc de 8 cançons plenes de llum i, a vegades, amb un punt de melancolia a temes com Ayúdame. I és que, com el seu nom indica, Mirant Endins és un viatge d’introspecció personal que ens endinsa en els sentiments col·lectius, així com la nostàlgia d’un amor passat, la pau que sents quan et trobes rodejat de la teva gent o aquella necessitat de viure el present. El pop-folk va acompanyat de lletres en castellà i català que també s’encarreguen de parlar sobre l’acceptació dels errors, un punt molt important per a La Corda Fluixa, ja que ens recorden la importància de saber entendre allò que ens fa aprendre i créixer mentre som respectuosos amb nosaltres mateixos. Aquest disc és, sens dubte, un recordatori constant de la màgia de viure.
Per Paula González.
CONVERGE / CHELSEA WOLFE – Bloodmoon: I (Epitaph, 2021)
Demoledora parafernalia gótica
Surgida a partir de una serie de conciertos en 2016, Bloodmoon: I supone la primera muestra en estudio (y a juzgar por ese I en el título, no la última) del supergrupo formado en torno a dos figuras totémicas de lo que podríamos denominar “lo oscurillo”: Converge, tal vez la banda de metal extremo más esencial de este siglo y Chelsea Wolfe, cantautora que ha explorado más que ninguna lo que es el rock gótico contemporáneo. Acompañados también en este proyecto por Ben Chisholm (mano derecha de Wolfe) y Stephen Brodsky (habitual de la escena hardcore de la que Converge provienen), Bloodmoon encuentra un natural equilibrio entre los dos estilos que aquí convergen, algo nuevo para los artistas involucrados que no suena a una versión diluida de su música, generalmente el mayor pecado de este tipo de colaboraciones. Lo mejor: el inicio marcado por Blood Moon y Viscera of Men y el ocasional trallazo metalcore como Tongues Playing Dead. Lo peor: la teatralidad ‘goth’ del álbum, especialmente en las letras, se le puede atragantar a más de uno que no venga preparado.
Por Miguel Lomana.
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